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"para que cuantos más reciban la gracia,mayor sea el agradecimiento,para gloria de Dios" (2Co 4,15)
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PROGRAMA PARROQUIAL:MARTES, 27 DE AGOSTOPARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración del Martes de la XX Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía del Martes de la XXI Semana del Tiempo Ordinario (a las 20.00 h.).
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"Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna" (Mt 19,29)
* * * * *
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Homilía del Martes XXI del T.O., (27.08.2024)
Portada
Personajes La
empresaria, hija de Cari Lapique, fallece repentinamente a los 46 añosPersonajes Emanuele
Brunatto le defendió en sus momentos más difícilesTrece anécdotas sencillas y milagros cotidianos del
Padre Pío contados por su primer hijo espiritualVida
y familia Han ayudado a más de mil mujeres a lo largo de nueve añosCultura Cuarenta
años de trabajo en puestos clave de la CuriaTextos
para rezar La vida de los Naughton cambió al pasar de dedicar los
domingos al trabajo a vivir el día del Señor6 consejos para aprovechar la verdadera gracia del
domingo: «Cuando lo haces proteges tu matrimonio»Cultura Los
vestigios son pocos, pero los hay, y también una explicación para su escasezPersonajes Stephen
Rossetti, experimentado sacerdote, profundiza en la lucha contra SatanásPolémicas Legalizado
lo Trans, la pedofilia es lo siguienteAsí se logra la aceptación y legalización de la
pedofilia: poner en práctica la «ventana de Overton»Nueva
Evangelización «Dios está a mi lado, no temeré» o «El favorito de
Dios» son algunos de los mensajes de las prendasPolémicas «[El
documento] muestra que el rumbo lo marca la Izquierda. Podemos fue pionero»,
subrayó el obispoMunilla sobre la ONU y la pedofilia: «Somos llamados
a defender con uñas y dientes a nuestros hijos»Polémicas «Los
Estados miembros podrán adoptar medidas para que no se criminalice [el
sexting]», se menciona«Los niños pueden tener sexo con adultos»: nuevo
tratado de la ONU promueve la pedofilia consensuadaPersonajes «Traer
al mundo a mis 8 hijos es lo más empoderante que he vivido nunca», dice Hannah
Neeleman
Personajes La
empresaria, hija de Cari Lapique, fallece repentinamente a los 46 añosPersonajes Emanuele
Brunatto le defendió en sus momentos más difícilesTrece anécdotas sencillas y milagros cotidianos del
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y familia Han ayudado a más de mil mujeres a lo largo de nueve añosCultura Cuarenta
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para rezar La vida de los Naughton cambió al pasar de dedicar los
domingos al trabajo a vivir el día del Señor6 consejos para aprovechar la verdadera gracia del
domingo: «Cuando lo haces proteges tu matrimonio»Cultura Los
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lo Trans, la pedofilia es lo siguienteAsí se logra la aceptación y legalización de la
pedofilia: poner en práctica la «ventana de Overton»Nueva
Evangelización «Dios está a mi lado, no temeré» o «El favorito de
Dios» son algunos de los mensajes de las prendasPolémicas «[El
documento] muestra que el rumbo lo marca la Izquierda. Podemos fue pionero»,
subrayó el obispoMunilla sobre la ONU y la pedofilia: «Somos llamados
a defender con uñas y dientes a nuestros hijos»Polémicas «Los
Estados miembros podrán adoptar medidas para que no se criminalice [el
sexting]», se menciona«Los niños pueden tener sexo con adultos»: nuevo
tratado de la ONU promueve la pedofilia consensuadaPersonajes «Traer
al mundo a mis 8 hijos es lo más empoderante que he vivido nunca», dice Hannah
Neeleman
SANTORAL DE HOY
(332 - †387)
Elogio: Memoria de santa Mónica, que, aún jovencísima, fue dada en matrimonio a Patricio, con quien tuvo hijos, entre ellos a Agustín, por cuya conversión derramó abundantes lágrimas y oró mucho a Dios, y, anhelante de la vida celestial, abandonó la terrenal en Ostia Tiberina, en Italia, cuando regresaba de África.
Patronazgos: patrona de las esposas y las madres, para pedir por la salvación de los hijos.
Refieren a este santo: San Agustín de Hipona.
OraciónOh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Patronazgos: patrona de las esposas y las madres, para pedir por la salvación de los hijos.
Refieren a este santo: San Agustín de Hipona.
San Rufo de Capua, mártir
En Capua, de la Campania, san Rufo, mártir.
Santos Marcelino, Mannea, Juan, Serapio y Pedro, mártires
En Tomis (hoy Costanza), lugar de Escitia, santos mártires Marcelino, tribuno, su esposa Mannea, Juan, el hijo de ambos, Serapio, clérigo, y Pedro, soldado.
San Narno de Bérgamo, obispo
En Bérgamo, en la Liguria, san Narno, que es considerado el primer obispo de la ciudad.
San Poemeno, abad
En el territorio de Tebaida, en Egipto, san Poemeno, abad, tenido en suma consideración entre los anacoretas y de quien se refieren múltiples máximas llenas de sabiduría.
San Licerio de Couserans, obispo
En Couserans, de la Aquitania, san Licerio, obispo, el cual, oriundo de Hispania, fue discípulo de san Fausto de Riez y con sus oraciones protegió a la ciudad de las invasiones visigodas.
San Cesáreo de Arlés, monje y obispo
En Arlés, de la Provenza, san Cesáreo, obispo, que, después de haber llevado vida monástica en la isla de Lérins, recibió este episcopado en contra de sus deseos. Preparó y reunió sermones apropiados para las festividades, que los presbíteros debían leer con objeto de instruir al pueblo, y escribió también reglas de vida, tanto para hombres como para religiosas, para dirigir la vida monástica.
San Juan de Pavia, obispo
En Pavia, de la Lombardía, san Juan, obispo.
San Gebardo de Costanza, obispo
En el monasterio de Petershausen, que él mismo había fundado en Suabia, sepultura de san Gebardo, obispo de Costanza.
San Guarino de Sión, obispo y fundador
En el monasterio de Aulps, en Saboya, muerte de san Guarino, obispo de Sion, el cual, monje de Molesmes en tiempo de san Roberto, fundó este cenobio, que dirigió santamente y agregó a la Orden del Cister.
San Amadeo de Lausana, abad y obispo
En Lausana, entre los helvecios, san Amadeo, obispo, que, siendo monje de Claraval, fue designado abad del cenobio de Hautecombe y, más tarde, elegido para la sede episcopal, desde donde educó con dedicación a los jóvenes, formó un clero piadoso y casto, y cantó en su predicación a la Bienaventurada Virgen María.
Beato Ángel Conti, monje y presbítero
En Foligno, de la Umbría, beato Ángel Conti, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, insigne por la penitencia y la humildad, y paciente ante las ofensas.
Beato Rogerio Cadwalador, presbítero y mártir
En Leominster, lugar de Inglaterra, beato Rogerio Cadwalador, presbítero y mártir, que, ordenado en Valladolid, en España, e insigne por su doctrina, ejerció su ministerio clandestinamente durante dieciséis años en su patria y, finalmente, condenado por el hecho de ser sacerdote, en tiempo del rey Jacobo I fue llevado al patíbulo después de crueles torturas.
Beatos Francisco de Santa María y catorce compañeros, mártires
En Nagasaki, en Japón, beatos Francisco de Santa María, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, y catorce compañeros, mártires, que, por orden del gobernador de la ciudad, sufrieron el martirio por odio al nombre de Cristo. Son sus nombres: Beatos Bartolomé Laurel y Antonio de San Francisco, religiosos de la Orden de Hermanos Menores; Gaspar Vaz y María, esposos; Magdalena Kiyota, viuda; Cayo Jiyemon, Francisca, Francisco Kurobioye, Luis Matsuo Soyemon, Martin Gómez, Tomás Wo Jinyemon, Lucas Kiyemon y Miguel Kizayemon.
San David Lewis, presbítero y mártir
En la ciudad de Usk, en Gales, san David Lewis, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, ordenado sacerdote en Roma, celebró clandestinamente los sacramentos en su patria durante más de treinta años y prestó ayuda a los pobres, hasta que, reinando Carlos II, fue ahorcado por ser sacerdote.
Beatos Juan Bautista de Souzy y Udalrico Guillaume, mártires
En el mar frente a Rochefort, en Francia, en una vieja nave, beatos mártires Juan Bautista de Souzy, presbítero, y Udalrico (Juan Bautista) Guillaume, hermano de las Escuelas Cristianas, ambos mártires, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fueron encarcelados de forma inhumana y, por Cristo, murieron de hambre y aquejados de grave enfermedad.
Beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, religioso presbítero
En Reading, en Inglaterra, beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, presbítero de la Congregación de la Pasión, el cual, buscando con empeño restablecer la unidad de los cristianos, llevó a muchos al seno de la Iglesia católica.
Beato Fernando González Añón, presbítero y mártir
En la localidad de Picassent, en la región de Valencia, en España, beato Fernando González Añón, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución mereció pasar a la bienaventuranza eterna.
Beato Raimundo Martí Soriano, presbítero y mártir
En el camino entre las aldeas de Godella y Bétera, en el mismo territorio valenciano, beato Raimundo Martí Soriano, presbítero y mártir, que en el furor de la misma persecución contra la fe derramó su sangre por Cristo.
Beata Facunda Margenat, religiosa mártir
En Barcelona, España, beata Catalina Margenat Roura (Facunda), religiosa profesa del Instituto de San José de Girona, muerta por odio a la fe.
Beata María del Pilar Izquierdo Albero, virgen y fundadora
En San Sebastián, de nuevo en España, beata María del Pilar Izquierdo Albero, virgen, que, muy probada por la pobreza y por graves enfermedades, sirvió a Dios mostrando una caridad singular en favor de los pobres y afligidos, para cuyo servicio fundó la Obra Misionera de Jesús y María
San Rufo de Capua, mártir
En Capua, de la Campania, san Rufo, mártir.
En Tomis (hoy Costanza), lugar de Escitia, santos mártires Marcelino, tribuno, su esposa Mannea, Juan, el hijo de ambos, Serapio, clérigo, y Pedro, soldado.
En Bérgamo, en la Liguria, san Narno, que es considerado el primer obispo de la ciudad.
En el territorio de Tebaida, en Egipto, san Poemeno, abad, tenido en suma consideración entre los anacoretas y de quien se refieren múltiples máximas llenas de sabiduría.
En Couserans, de la Aquitania, san Licerio, obispo, el cual, oriundo de Hispania, fue discípulo de san Fausto de Riez y con sus oraciones protegió a la ciudad de las invasiones visigodas.
En Arlés, de la Provenza, san Cesáreo, obispo, que, después de haber llevado vida monástica en la isla de Lérins, recibió este episcopado en contra de sus deseos. Preparó y reunió sermones apropiados para las festividades, que los presbíteros debían leer con objeto de instruir al pueblo, y escribió también reglas de vida, tanto para hombres como para religiosas, para dirigir la vida monástica.
En Pavia, de la Lombardía, san Juan, obispo.
En el monasterio de Petershausen, que él mismo había fundado en Suabia, sepultura de san Gebardo, obispo de Costanza.
En el monasterio de Aulps, en Saboya, muerte de san Guarino, obispo de Sion, el cual, monje de Molesmes en tiempo de san Roberto, fundó este cenobio, que dirigió santamente y agregó a la Orden del Cister.
En Lausana, entre los helvecios, san Amadeo, obispo, que, siendo monje de Claraval, fue designado abad del cenobio de Hautecombe y, más tarde, elegido para la sede episcopal, desde donde educó con dedicación a los jóvenes, formó un clero piadoso y casto, y cantó en su predicación a la Bienaventurada Virgen María.
En Foligno, de la Umbría, beato Ángel Conti, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, insigne por la penitencia y la humildad, y paciente ante las ofensas.
En Leominster, lugar de Inglaterra, beato Rogerio Cadwalador, presbítero y mártir, que, ordenado en Valladolid, en España, e insigne por su doctrina, ejerció su ministerio clandestinamente durante dieciséis años en su patria y, finalmente, condenado por el hecho de ser sacerdote, en tiempo del rey Jacobo I fue llevado al patíbulo después de crueles torturas.
En Nagasaki, en Japón, beatos Francisco de Santa María, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, y catorce compañeros, mártires, que, por orden del gobernador de la ciudad, sufrieron el martirio por odio al nombre de Cristo. Son sus nombres: Beatos Bartolomé Laurel y Antonio de San Francisco, religiosos de la Orden de Hermanos Menores; Gaspar Vaz y María, esposos; Magdalena Kiyota, viuda; Cayo Jiyemon, Francisca, Francisco Kurobioye, Luis Matsuo Soyemon, Martin Gómez, Tomás Wo Jinyemon, Lucas Kiyemon y Miguel Kizayemon.
En la ciudad de Usk, en Gales, san David Lewis, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, ordenado sacerdote en Roma, celebró clandestinamente los sacramentos en su patria durante más de treinta años y prestó ayuda a los pobres, hasta que, reinando Carlos II, fue ahorcado por ser sacerdote.
En el mar frente a Rochefort, en Francia, en una vieja nave, beatos mártires Juan Bautista de Souzy, presbítero, y Udalrico (Juan Bautista) Guillaume, hermano de las Escuelas Cristianas, ambos mártires, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fueron encarcelados de forma inhumana y, por Cristo, murieron de hambre y aquejados de grave enfermedad.
En Reading, en Inglaterra, beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, presbítero de la Congregación de la Pasión, el cual, buscando con empeño restablecer la unidad de los cristianos, llevó a muchos al seno de la Iglesia católica.
En la localidad de Picassent, en la región de Valencia, en España, beato Fernando González Añón, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución mereció pasar a la bienaventuranza eterna.
En el camino entre las aldeas de Godella y Bétera, en el mismo territorio valenciano, beato Raimundo Martí Soriano, presbítero y mártir, que en el furor de la misma persecución contra la fe derramó su sangre por Cristo.
En Barcelona, España, beata Catalina Margenat Roura (Facunda), religiosa profesa del Instituto de San José de Girona, muerta por odio a la fe.
En San Sebastián, de nuevo en España, beata María del Pilar Izquierdo Albero, virgen, que, muy probada por la pobreza y por graves enfermedades, sirvió a Dios mostrando una caridad singular en favor de los pobres y afligidos, para cuyo servicio fundó la Obra Misionera de Jesús y María
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria (blanco).MISAL: 1.ª orac. prop. y el resto del común de santos (para santas mujeres), o de un domingo del T.O., Pf. común o de la memoria.LECC.: vol. III-par.- 2 Tes 2, 1-3a. 14-17. Conservad las tradiciones que habéis aprendido.- Sal 95. R. Llega el Señor a regir la tierra.- Mt 23, 23-26. Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.o bien: cf. vol. IV.Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.Martirologio: elogs. del 28 de agosto, pág. 517.CALENDARIOS: Agustinos, Canónigos Regulares de Letrán: Santa Mónica (F). Salamanca-Alba de Tormes: Transverberación del corazón de Santa Teresa de Jesús (F). Salamanca-diócesis: (MO).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Antífona de entrada Cf. Pr 31, 30. 28La mujer que teme al Señor merece alabanza. Sus hijos se levantan para felicitarla, su marido proclama su alabanza.
Oración colectaOh Dios, consuelo de los que lloran,
que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica
impetrando la conversión de su hijo Agustín;
concédenos, por intercesión de madre e hijo,
la gracia de llorar nuestros pecados
y alcanzar tu misericordia y tu perdón.
Por nuestro Señor Jesucristo
que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica
impetrando la conversión de su hijo Agustín;
concédenos, por intercesión de madre e hijo,
la gracia de llorar nuestros pecados
y alcanzar tu misericordia y tu perdón.
Por nuestro Señor Jesucristo
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURAConservad las tradiciones que habéis aprendidoComienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17OS ROGAMOS, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima. Que nadie en modo alguno os engañe.
Dios os llamó por medio de nuestro Evangelio para que lleguéis a adquirir la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerzas para toda clase de palabras y obras buenas.Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13 (R: 13b)R/. Llega el Señor a regir la tierra.V/. Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.V/. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R/.V/. Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
Aleluya Hb 4, 12adR. Aleluya, aleluya, aleluya.La palabra de Dios es viva y eficaz;juzga los deseos e intenciones del corazón. R.
EVANGELIOEsto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello
Dios os llamó por medio de nuestro Evangelio para que lleguéis a adquirir la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerzas para toda clase de palabras y obras buenas.
Salmo responsorial Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13 (R: 13b)
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R/.
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
✠
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26
EN AQUEL TIEMPO, habló Jesús diciendo:
– «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».Palabra del Señor.
– «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasSEÑOR, que adquiriste para ti un pueblo de adopción
con el sacrificio de una vez para siempre,
concédenos propicio
los dones de la unidad y de la paz en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
con el sacrificio de una vez para siempre,
concédenos propicio
los dones de la unidad y de la paz en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de los santosEficacia de la acción de los santos
En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvacióndarte graciassiempre y en todo lugar,Señor, Padre santo,Dios todopoderoso y eterno,por Cristo, Señor nuestro.
Porque mediante el testimonio admirable de tus santosfecundas sin cesar a tu Iglesiacon vitalidad siempre nueva,dándonos así pruebas evidentes de tu amor.Ellos nos estimulan con su ejemploen el camino de la viday nos ayudan con su intercesión.
Por eso,ahora, nosotros, llenos de alegría,te aclamamos con los ángeles y los santosdiciendo:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Cf. Sal 103, 13. 14-15La tierra se sacia de tu acción fecunda, Señor, para sacar pan de los campos y vino que alegre el corazón del hombre. O bien: Cf. Jn 6, 54El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día, dice el Señor.
TE pedimos, Señor,
que realices plenamente en nosotros
el auxilio de tu misericordia,
y haz que seamos tales y actuemos de tal modo
que en todo podamos agradarte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Los reprende también, porque teniendo cierta jactancia de afectación inútil, abandonan el ministerio de las cosas más útiles. Por lo tanto, de lo primero que debe cuidarse es del brillo de la conciencia interior» (San Hilario de Poitiers).
«La buena noticia es que Él está dispuesto a limpiarnos, la buena noticia es que todavía no estamos terminados, que como buenos discípulos estamos en camino» (Francisco).
«La verdad como rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.468).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Los reprende también, porque teniendo cierta jactancia de afectación inútil, abandonan el ministerio de las cosas más útiles. Por lo tanto, de lo primero que debe cuidarse es del brillo de la conciencia interior» (San Hilario de Poitiers).
«La buena noticia es que Él está dispuesto a limpiarnos, la buena noticia es que todavía no estamos terminados, que como buenos discípulos estamos en camino» (Francisco).
«La verdad como rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.468).
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