Portada
OPINIÓN Una
reflexión de Joseph Pearce sobre el escritor y sacerdote converso
PERSONAJES «Parece
que en la vida gay siempre sale el sol, pero no es cierto», dicen Tove y Bjørn
RefstandÉl era gay, ella lesbiana y llevan 36 años casados:
«Cuando Dios llegó a nuestras vidas todo encajó»ESPAÑA Afecta
a 1 de cada 3 adultos jóvenes: ¡quieren que lo arregle el Gobierno!POLÉMICAS Los
datos científicos sí señalan diferencias respecto a niños educados con padre y
madreNUEVA
EVANGELIZACIÓN Por Alpha en España pasan unas 24.000 personas al año,
¿qué hacer luego?ESPAÑA Se
espera que participen unas 3.000 personas de toda España este fin de semanaVIDA
Y FAMILIA Un hijo no es su síndrome sino el fruto del amor, dice
Stella, feliz ahora con EmyPOLÉMICAS «Lupus
Deus, el Dios Lobo», una crítica a esta «ideobiología» sentimental
anticristianaEl zoólogo Fernando López-Mirones señala el papel
del animalismo: es un «arma universal contra Dios»NUEVA
EVANGELIZACIÓN Anna Carter es la fundadora de Eden Invitation, un
apostolado de homosexuales para homosexualesVIDA
Y FAMILIA La propuesta de Gloria Gratacós, experta en educación y
madre de varios hijosPERSONAJES Tran
Lam, camboyana, relata el horror rodeada de muertos, su encuentro con Dios y su
camino a la feCautiva en los «campos de la muerte» de Pol Pot
conoció a Dios: «Fue un milagro, siempre estuvo ahí»NUEVA
EVANGELIZACIÓN JCUM, EDE Kerygma y algunas diócesis exploran juntos el
discipulado de jóvenes en España
PERSONAJES «Parece
que en la vida gay siempre sale el sol, pero no es cierto», dicen Tove y Bjørn
RefstandÉl era gay, ella lesbiana y llevan 36 años casados:
«Cuando Dios llegó a nuestras vidas todo encajó»ESPAÑA Afecta
a 1 de cada 3 adultos jóvenes: ¡quieren que lo arregle el Gobierno!POLÉMICAS Los
datos científicos sí señalan diferencias respecto a niños educados con padre y
madreNUEVA
EVANGELIZACIÓN Por Alpha en España pasan unas 24.000 personas al año,
¿qué hacer luego?ESPAÑA Se
espera que participen unas 3.000 personas de toda España este fin de semanaVIDA
Y FAMILIA Un hijo no es su síndrome sino el fruto del amor, dice
Stella, feliz ahora con EmyPOLÉMICAS «Lupus
Deus, el Dios Lobo», una crítica a esta «ideobiología» sentimental
anticristianaEl zoólogo Fernando López-Mirones señala el papel
del animalismo: es un «arma universal contra Dios»NUEVA
EVANGELIZACIÓN Anna Carter es la fundadora de Eden Invitation, un
apostolado de homosexuales para homosexualesVIDA
Y FAMILIA La propuesta de Gloria Gratacós, experta en educación y
madre de varios hijosPERSONAJES Tran
Lam, camboyana, relata el horror rodeada de muertos, su encuentro con Dios y su
camino a la feCautiva en los «campos de la muerte» de Pol Pot
conoció a Dios: «Fue un milagro, siempre estuvo ahí»NUEVA
EVANGELIZACIÓN JCUM, EDE Kerygma y algunas diócesis exploran juntos el
discipulado de jóvenes en España
SANTORAL DE HOY
Elogio: Conmemoración de los santos esposos Águila y Prisca o Priscila, colaboradores del apóstol Pablo, a quien acogían en su casa y por cuya protección expusieron sus propias vidas.Refieren a este santo: Santa Prisca de Roma.
Santa Gliceria, mártir
En Heraclea, de Tracia, santa Gliceria, mártir. († s. inc.)
San Procopio, mártir
En Cesarea de Palestina, san Procopio, mártir, que en tiempo del emperador Diocleciano fue conducido desde la ciudad de Scytópolis a Cesarea, donde, por manifestar audazmente su fe, fue decapitado de inmediato por el juez Fabiano. († c. 303)
San Pancracio de Taormina, obispo y mártir
En Taormina, en Sicilia, san Pancracio, mártir, que al parecer fue el primer obispo de esta Iglesia. († s. inc.)
San Auspicio de Toul, obispo
En Toul, en la Galia Bélgica, san Auspicio, obispo. († s. V)
San Disibodo, abad
En Renania, san Disibodo, ermitaño, que, habiendo reunido algunos compañeros, fundó un monasterio junto al río Nahe. († s. VII)
Santa Landrada, abadesa
En el monasterio de Bilsen, en Brabante, santa Landrada, abadesa. († 690)
San Quiliano de Würzburg, obispo y mártir
En Herbipoli (Würzburg), ciudad de Austrasia, san Quiliano, obispo y mártir, natural de Irlanda, desde donde viajó a esta región para predicar el Evangelio, y en la cual fue martirizado por velar diligentemente para que se observase en ella la vida cristiana. († s. VII ex.)
Santos monjes abrahamitas, mártires
En Constantinopla, muerte de los santos monjes abrahamitas, que, en tiempo del emperador Teófilo, sufrieron el martirio por defender el culto de la sagradas imágenes. († s. IX)
San Adriano III, papa
En Spilamberto, de la Emilia, tránsito del papa san Adriano III, que con gran empeño buscó la reconciliación de la Iglesia de Constantinopla con la de Roma, pero, afectado de una grave enfermedad, murió santamente en un viaje a las Galias. († 885)
Beato Eugenio III, papa
En Tívoli, en el Lacio, tránsito del beato Eugenio III, papa, discípulo amado de san Bernardo, que, elegido pontífice después de haber sido abad del monasterio de los santos Vicente y Anastasio ad Acquas Salvias, defendió con tesón al pueblo cristiano de Roma de las insidias de los herejes y renovó también la disciplina eclesiástica. († 1153)
Beato Mancio Araki, mártir
En Shimabara, en Japón, beato Mancio Araki, mártir, que por haber hospedado en su casa al beato Francisco Pacheco, presbítero, fue encerrado en la cárcel, donde murió consumido por la tisis. († 1626)
Beato Pedro Vigne, presbítero y fundador
En Rencurel, Francia, beato Pedro Vigne, presbítero, fundador de la congregación de las «Hermanas del Santísimo Sacramento». († 1740)
San Juan Wu Wenyin, mártir
En la ciudad de Youngnian, en Hebei, provincia de China, san Juan Wu Wenyin, mártir, que, siendo catequista, por negarse a renunciar a la fe cristiana y abrazar el paganismo, fue decapitado durante la persecución desencadenada por los seguidores del movimiento Yihetuan. († 1900)
Santa Gliceria, mártir
En Heraclea, de Tracia, santa Gliceria, mártir. († s. inc.)
San Procopio, mártir
En Cesarea de Palestina, san Procopio, mártir, que en tiempo del emperador Diocleciano fue conducido desde la ciudad de Scytópolis a Cesarea, donde, por manifestar audazmente su fe, fue decapitado de inmediato por el juez Fabiano. († c. 303)
San Pancracio de Taormina, obispo y mártir
En Taormina, en Sicilia, san Pancracio, mártir, que al parecer fue el primer obispo de esta Iglesia. († s. inc.)
San Auspicio de Toul, obispo
En Toul, en la Galia Bélgica, san Auspicio, obispo. († s. V)
San Disibodo, abad
En Renania, san Disibodo, ermitaño, que, habiendo reunido algunos compañeros, fundó un monasterio junto al río Nahe. († s. VII)
Santa Landrada, abadesa
En el monasterio de Bilsen, en Brabante, santa Landrada, abadesa. († 690)
San Quiliano de Würzburg, obispo y mártir
En Herbipoli (Würzburg), ciudad de Austrasia, san Quiliano, obispo y mártir, natural de Irlanda, desde donde viajó a esta región para predicar el Evangelio, y en la cual fue martirizado por velar diligentemente para que se observase en ella la vida cristiana. († s. VII ex.)
Santos monjes abrahamitas, mártires
En Constantinopla, muerte de los santos monjes abrahamitas, que, en tiempo del emperador Teófilo, sufrieron el martirio por defender el culto de la sagradas imágenes. († s. IX)
San Adriano III, papa
En Spilamberto, de la Emilia, tránsito del papa san Adriano III, que con gran empeño buscó la reconciliación de la Iglesia de Constantinopla con la de Roma, pero, afectado de una grave enfermedad, murió santamente en un viaje a las Galias. († 885)
Beato Eugenio III, papa
En Tívoli, en el Lacio, tránsito del beato Eugenio III, papa, discípulo amado de san Bernardo, que, elegido pontífice después de haber sido abad del monasterio de los santos Vicente y Anastasio ad Acquas Salvias, defendió con tesón al pueblo cristiano de Roma de las insidias de los herejes y renovó también la disciplina eclesiástica. († 1153)
Beato Mancio Araki, mártir
En Shimabara, en Japón, beato Mancio Araki, mártir, que por haber hospedado en su casa al beato Francisco Pacheco, presbítero, fue encerrado en la cárcel, donde murió consumido por la tisis. († 1626)
Beato Pedro Vigne, presbítero y fundador
En Rencurel, Francia, beato Pedro Vigne, presbítero, fundador de la congregación de las «Hermanas del Santísimo Sacramento». († 1740)
San Juan Wu Wenyin, mártir
En la ciudad de Youngnian, en Hebei, provincia de China, san Juan Wu Wenyin, mártir, que, siendo catequista, por negarse a renunciar a la fe cristiana y abrazar el paganismo, fue decapitado durante la persecución desencadenada por los seguidores del movimiento Yihetuan. († 1900)
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde).MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 62, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- Os 2, 16. 17b-18. 21-22. Me desposaré contigo para siempre.
- Sal 144. R. El Señor es clemente y misericordioso.
- Mt 9, 18-26. Mi hija acaba de morir, pero ven tú y vivirá.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 9 de julio, pág. 406.
CALENDARIOS: Franciscanas Misioneras de María: Santas María Herminia y compañeras, mártires (MO).
O. Cist. y OCSO: Beato Eugenio III, papa, cisterciense (MO).
OFM: Santos Gregorio Grassi, obispo, y María Herminia, virgen, y compa- ñeras, mártires (ML).
Orden de San Juan de Jerusalén: Beato Adrián de Fortescue, mártir (MO). Dominicos: (ML).
MISAL: cualquier formulario permitido (véase pág. 62, n. 5), Pf. común.
LECC.: vol. III-par.
- Os 2, 16. 17b-18. 21-22. Me desposaré contigo para siempre.
- Sal 144. R. El Señor es clemente y misericordioso.
- Mt 9, 18-26. Mi hija acaba de morir, pero ven tú y vivirá.
Liturgia de las Horas: oficio de feria.
Martirologio: elogs. del 9 de julio, pág. 406.
CALENDARIOS: Franciscanas Misioneras de María: Santas María Herminia y compañeras, mártires (MO).
O. Cist. y OCSO: Beato Eugenio III, papa, cisterciense (MO).
OFM: Santos Gregorio Grassi, obispo, y María Herminia, virgen, y compa- ñeras, mártires (ML).
Orden de San Juan de Jerusalén: Beato Adrián de Fortescue, mártir (MO). Dominicos: (ML).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Nuestro Evangelio cuenta la curación de dos personajes femeninos. En la opinión de algunos intérpretes, ellas fueron personas históricas. De hecho, había escritores como Eusebio de Cesarea (ca. 260 ca. 340) y el autor del escrito apócrifo, Hechos de Pilato, que insistieron en que la mujer se llamaba "Berenice" y que provenía de la ciudad de Cesarea de Filipo. Para otros, su existencia histórica no importa; son símbolos de la nación enferma de Israel porque las son descritas como hijas (v. 18 y 22), una apelación aplicada a esa nación (por ejemplo, Zac 2, 11 Y 9, 9). Quizá lo que importa es que nuestro relato revela la verdad acerca de Jesús, la cual causó Que "la noticia se difundiera" (v. 26) no sólo en aquella región, sino en todo el mundo: Jesús es el Señor de la vida.
Antífona de entrada Ef 5, 19-20
Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Oración colectaDios nuestro, que siempre nos escuchas en nuestra aflicción,
te damos gracias por tu bondad
y te pedimos que, liberados de todos los males,
podamos servirte siempre con alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Antífona de entrada Ef 5, 19-20
Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
te damos gracias por tu bondad
y te pedimos que, liberados de todos los males,
podamos servirte siempre con alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURAMe casaré contigo en matrimonio perpetuoLectura
de la profecía de Oseas 2, 16.17b-18. 21-22
ESTO dice el Señor:
-«Yo la cortejaré, me la
llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los
días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto.
Aquel día -oráculo del Señor-,
me llamará "Esposo mío", no me llamará "Ídolo mío". Me
casaré contigo en matrimonio perpetuo; me casaré contigo en derecho y justicia,
en misericordia y compasión; me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás
del Señor.»Palabra
de Dios.
Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 R/. El Señor es
clemente y misericordioso.V/. Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre
jamás.
Grande es el Señor, merece toda
alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.V/. Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu
majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.V/. Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes
acciones;
difunden la memoria de tu
inmensa bondad,
aclaman tus victorias. R/.V/. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en
piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus
criaturas. R/.
Aclamación antes del Evangelio cfr. 2 Tm 1, 10R/. Aleluya, aleluya.Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muertey ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
EVANGELIOMi hija acaba de morir. Pero ven tú, y vivirá✠Lectura
del santo Evangelio según San Mateo 9, 18-26 EN AQUEL TIEMPO, mientras
Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo:
-«Mi hija acaba de morir. Pero
ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.»
Jesús lo siguió con sus discípulos.
Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le
acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que, con sólo tocarle
el manto, se curaría. Jesús se volvió, y al verla le dijo:
-«¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.»
Y en aquel momento quedó curada
la mujer. Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el
alboroto de la gente, dijo:
-«¡Fuera! La niña no está
muerta, está dormida.»
Se reían de él. Cuando echaron
a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La
noticia se divulgó por toda aquella comarca.Palabra
del Señor.
Lectura
de la profecía de Oseas 2, 16.17b-18. 21-22
Aquel día -oráculo del Señor-, me llamará "Esposo mío", no me llamará "Ídolo mío". Me casaré contigo en matrimonio perpetuo; me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión; me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.»
Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
aclaman tus victorias. R/.
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que, con sólo tocarle el manto, se curaría. Jesús se volvió, y al verla le dijo:
-«¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.»
Y en aquel momento quedó curada la mujer. Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
-«¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasOH, Dios,
que actúas con la eficacia de tus sacramentos,
concédenos que nuestro ministerio
sea digno de estos dones sagrados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio común VIEl misterio de la salvación en Cristo77. Este prefacio, tomado de la Plegaria eucarística II, se dice en las misas que carecen de prefacio propio y no deben tomar un prefacio del tiempo.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.Por él, que es tu palabra, hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.Por eso,
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Sal 102, 1Bendice, alma mía, al Señor y todo mi ser a su santo nombre.O bien: Cf. Jn 17, 20-21Padre, por ellos ruego; para que todos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
Oración después de la comuniónLA ofrenda divina
que hemos presentado y recibido
nos vivifique, Señor,
para que, unidos a ti en amor continuo,
demos frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
que actúas con la eficacia de tus sacramentos,
concédenos que nuestro ministerio
sea digno de estos dones sagrados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
que hemos presentado y recibido
nos vivifique, Señor,
para que, unidos a ti en amor continuo,
demos frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Aunque estemos acostados en el lecho de nuestros pecados y de nuestro cuerpo, si nos toca Jesús, al instante quedaremos curados» (San Jerónimo).
«Jesucristo vino para vencer el mal desde la raíz, y las curaciones son un anticipo de su victoria, obtenida con su muerte y resurrección» (Benedicto XVI).
«‘¡Sanad a los enfermos!’ (Mt 10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos como por la oración de intercesión con la que los acompaña. Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.509).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Aunque estemos acostados en el lecho de nuestros pecados y de nuestro cuerpo, si nos toca Jesús, al instante quedaremos curados» (San Jerónimo).
«Jesucristo vino para vencer el mal desde la raíz, y las curaciones son un anticipo de su victoria, obtenida con su muerte y resurrección» (Benedicto XVI).
«‘¡Sanad a los enfermos!’ (Mt 10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos como por la oración de intercesión con la que los acompaña. Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.509).
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