PROGRAMA PARROQUIAL:VIERNES, 26 DE JULIO
SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a la tradición de los cristianos.
Patronazgos: Santa Ana, cuyo culto es más antiguo que el de san Joaquín, es patrona de numerosas ciudades europeas, además de las madres y amas de casa, de los matrimonios; juntos son patronos de los abuelos.
Oración
Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
San Erasto, santo del NT
Conmemoración de san Erasto, tesorero de la ciudad de Corinto, que estuvo al servicio del apóstol Pablo.
San Simeón de Polirone, eremita
En el monasterio de San Benito, junto al río Po, en el territorio de Mantua, san Simeón, monje y ermitaño.
San Austindo de Auch, obispo
En Auch, ciudad de Aquitania, san Austindo, obispo, que construyó la iglesia catedral de esta ciudad, mejoró las costumbres del pueblo y fue modelo en la casa de Dios.
Beatos Evangelista y Peregrino, presbíteros
En Verona, en los confines de Venecia, beatos Evangelista y Peregrino, presbíteros.
Beato Hugo de Actis, monje
En Sassoferrato, del Piceno, beato Hugo de Actis, monje de la Congregación de Monjes Silvestrinos de la Orden de San Benito.
Beata Camila Gentili, mártir
En Septémpeda, de nuevo en el Piceno, beata Camila Gentili, martirizada por su propio esposo.
Beato Juan Ingram, presbítero y mártir
En Gateshead, pueblo cercano a Newcastle-on-Tyne, en Inglaterra, beato Juan Ingram, presbítero y mártir, que, inglés de nacimiento, una vez ordenado en la basílica Lateranense ejerció su ministerio en Escocia hasta que, habiendo pasado a Inglaterra, en tiempo de la reina Isabel I fue ahorcado por ser sacerdote.
Beato Jorge Swallowell, mártir
En Darlington, también en Inglaterra, beato Jorge Swallowell, mártir, condenado a muerte el mismo año en que había vuelto a la Iglesia católica, y aun cuando al ser atrozmente atormentado fue presa de gran pavor, permaneció firme en la fe católica y aceptó los crueles suplicios a que le sometieron.
Beatos Eduardo Thwing y Roberto Nuter, presbíteros y mártires
En Lancaster, igualmente en Inglaterra, beatos Eduardo Thwing, de la Orden de Predicadores, y Roberto Nuter, ambos presbíteros y mártires, que tras árduos trabajos en el cuidado de la viña del Señor, en tiempo de la reina Isabel I fueron condenados a muerte por ser sacerdotes, alcanzando así la gloria del martirio.
Beato Guillermo Webster, presbítero y mártir
En Londres, de nuevo en Inglaterra, beato Guillermo Webster, presbítero y mártir, que después de haber ejercido el ministerio a lo largo de más de veinte años en diversas cárceles, durante el reinado de Carlos I fue apresado por ser sacerdote y llevó a término su martirio en el patíbulo de Tyburn.
Beato Andrés, catequista mártir
En Phû Yên, pueblo de Annam, beato Andrés, catequista, que, al exacerbarse la persecución contra la enseñanza de la doctrina cristiana, fue hecho prisionero y, tras ser condenado a muerte, derramó su sangre por Cristo como el primer mártir de la Iglesia de este país.
Beatos Marcelo Gaucherii Labigne de Reignefort y Pedro José Le Groing de la Romagère, presbíteros y mártires
En una sórdida nave anclada ante las costas de Rochefort, en Francia, beatos Marcelo Gaucherii Labigne de Reignefort, de la Sociedad de Misioneros, y Pedro José Le Groing de la Romagère, ambos presbíteros y mártires. El primero vivía en el territorio de Limoges y el segundo en Bourges, y ambos, detenidos durante la Revolución Francesa por quienes odiaban la religión, murieron consumidos por el hambre y la enfermedad.
Beatas María Margarita de San Agustín Bonnet y cuatro compañeras, vírgenes y mártires
En Orange, población también de Francia, beatas María Margarita de San Agustín Bonnet y cuatro compañeras, vírgenes de la Orden de Santa Úrsula, que fueron martirizadas durante la misma revolución. Sus nombres son: beatas Catalina de Jesús (María Magdalena) de Jastamont, Ana de San Basilio Cartier, Clara de Santa Rosalia (Maria Clara) du Bac e Isabel Teresa del Corazón de Jesús Consolin.
Santa Bartolomea Capitanio, virgen y fundadora
En Lovere, en la Lombardía, santa Bartolomea Capitanio, virgen, fundadora, junto con santa Vicenta Gerosa, de la Congregación de Hermanas de la Caridad de la Virgen Niña. Murió a los veintisiete años, atacada por la tisis, o más bien consumida por la caridad.
Beatos Vicente Pinilla y Manuel Martín Sierra, presbíteros y mártires
En Motril, pueblo de la provincia de Granada, en España, beatos Vicente Pinilla, agustino recoleto, y Manuel Martín Sierra, presbíteros y mártires, que en tiempo de persecución religiosa fueron sacados por la fuerza de la iglesia y fusilados al día siguiente.
Beato Tito Brandsma, presbítero y mártir
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato Tito Brandsma, presbítero de la Orden de Carmelitas y mártir, holandés de nacimiento, que, por defender la Iglesia y la dignidad del hombre, padeció con ánimo sereno toda clase de sufrimientos y vejaciones, y dio ejemplo de una caridad sin límites, tanto en favor de sus hermanos concautivos como de sus mismos verdugos.
Beata Josefa María de Micheli, religiosa
En Centonara d’Artò, Madonna del Sasso, beata Josefa María (María Pierina) de Micheli, religiosa de las Hermanas de la Inmaculada Concepción.
San Jorge Preca, presbítero y fundador
En La Valetta, capital de la isla de Malta, san Jorge Preca, presbítero, que se entregó amorosamente a la formación catequética de los niños y fundó la Sociedad de la Doctrina Cristiana, con la misión de testimoniar la Palabra de Dios y propagarla al pueblo.
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-par.
- Jer 3, 14-17. Os daré pastores, según mi corazón; y todas las naciones se incorporarán a Jerusalén.
- Salmo: Jer 31, 10-13. R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
- Mt 13, 18-23. El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto.
o bien: cf. vol. IV.
- JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y PERSONAS MAYORES (pontificia): Liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la orac. univ.
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 27 de julio, pág. 447.
CALENDARIOS: Canarias-Las Palmas y Hermanas de la Caridad de Santa Ana: Santa Ana (S).
Tudela-ciudad: Santos Joaquín y Ana, padres de la bienaventurada Virgen María (S).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
tú concediste a san Joaquín y santa Ana
la gracia que de ellos naciera María, la madre de tu Hijo encarnado;
otórganos, por sus ruegos, alcanzar la salvación prometida a tu pueblo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
Os daré pastores conforme a mi corazón; esperarán en Jerusalén todas las naciones
Cuando
os multipliquéis y crezcáis en el país, en aquellos días -oráculo del Señor-,
ya no se nombrará el arca de la alianza del Señor; no se recordará ni se mencionará,
no se echará de menos ni se hará otra.
En
aquel tiempo llamarán a Jerusalén "Trono del Señor", esperarán en
ella todas las naciones, por el nombre del Señor que está en Jerusalén; y ya no
seguirán la maldad de su corazón obstinado.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial.- Jer 31, 10. 11-12ab.
13.
V/. Escuchad, pueblos, la
palabra del Señor,
"El
que dispersó a Israel lo reunirá,
lo
guardará como un pastor a su rebaño." R/.
V/. Porque el Señor redimió a
Jacob,
Vendrán
con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán
hacia los bienes del Señor. R/.
V/. Entonces se alegrará la
doncella en la danza,
convertiré
su tristeza en gozo,
los
alegraré y aliviaré sus penas. R/.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
y concédenos participar de la bendición prometida
a Abraham y a su descendencia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
El misterio de la salvación en Cristo
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
Antífona de comunión Cf. Sal 23, 5
Recibieron la bendición del Señor, y la misericordia de Dios, su salvador.
Oración después de la comunión
Dios y Padre, tú has querido que tu Hijo unigénito se hiciera hombre en la tierra para que, por este admirable misterio, los hombres renacieran de ti; te pedimos que seamos santificados con el espíritu de adopción quienes fuimos alimentados con el pan de los hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Las obras buenas que hacemos no son nada si no somos capaces de soportar también pacientemente los males. Cuanto más asciende alguien en la perfección, tanto más crece contra él la adversidad del mundo» (San Gregorio Magno).
«La Palabra de Dios hace un camino dentro de nosotros. La escuchamos con los oídos y pasa al corazón; no permanece en los oídos, debe ir al corazón; y del corazón pasa a las manos, a las buenas obras» (Francisco).
«Pero esta unión íntima y vital con Dios puede ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre. Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos: la rebelión contra el mal en el mundo, la ignorancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas, el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios y huye ante su llamada» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 29).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Las obras buenas que hacemos no son nada si no somos capaces de soportar también pacientemente los males. Cuanto más asciende alguien en la perfección, tanto más crece contra él la adversidad del mundo» (San Gregorio Magno).
«La Palabra de Dios hace un camino dentro de nosotros. La escuchamos con los oídos y pasa al corazón; no permanece en los oídos, debe ir al corazón; y del corazón pasa a las manos, a las buenas obras» (Francisco).
«Pero esta unión íntima y vital con Dios puede ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre. Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos: la rebelión contra el mal en el mundo, la ignorancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas, el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios y huye ante su llamada» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 29).
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