JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA Oficio propio de la Octava de Pascua del Salterio - Nona - Vísperas - Completas)
PROGRAMA PARROQUIAL:JUEVES, 13 DE ABRILPARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Jueves de la Octava de Pascua (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la Octava de Pascua (a las 20.00 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Jueves de la Octava de Pascua (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (a las 19.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la Octava de Pascua (a las 20.00 h.).
SANTORAL DE HOY
Santos Carpo, Pápilo, Agatónica, y compañeros, mártires
En Pérgamo, en la provincia romana de Asia, santos mártires Carpo, obispo de Tiatira, Pápilo, diácono, Agatónica, hermana de Pápilo, y otros muchos que, por la dicha de expresar su confesión cristiana, fueron coronados con el martirio. († s. II-III)
San Urso de Ravena, obispo
En Ravena, de la Flaminia, san Urso, obispo, que trasladó la sede episcopal desde Classe a esta ciudad y dedicó la iglesia catedral en la fiesta de Pascua bajo el título de santa Anástasis. En este mismo día, pasados algunos años, emigró a la gloria de la resurrección. († c. 425)
Beata Ida de Boulogne, viuda
En el monasterio de Santa María de Capelle, cerca de Wast, en la región de Boulogne, en Francia, beata Ida, quien, viuda de Eustaquio, conde de Boulogne, brilló por su liberalidad hacia los pobres y por su celo en el decoro de la casa de Dios. († 1113)
San Carádoco, presbítero y eremita
En Saint-David, en el territorio de Cambria, en Gales, san Carádoco, presbítero y ermitaño, que siendo tañedor de arpa en el palacio real, al constatar que allí se quería más a los perros que a los hombres, decidió servir a Dios bajo la dirección del abad Teliavo. († 1124)
Beata Ida de Lovaina, virgen
En el monasterio cisterciense de Roosendaal, en Brabante, beata Ida, virgen, que desde joven sufrió por parte de su padre antes de entrar en la vida religiosa, y con la austeridad cotidiana imitó en su cuerpo a Cristo sufriente. († c. 1290)
Beato Albertino, abad
En el monasterio de Fonte Avellana, en la Umbría, beato Albertino, ermitaño y prior de un grupo de eremitas, que antepuso la soledad a los honores y procuró conciliar a las ciudades que estaban enemistadas entre sí. († 1294)
Beata Margarita de Cittá di Castello, virgen
En Cittá di Castello, de nuevo en Umbría, beata Margarita, virgen de las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, la cual, ciega de nacimiento, deforme y abandonada por sus progenitores, siempre confió en su corazón, sin embargo, en el nombre de Jesús. († 1320)
Beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires
En Rochester, en Inglaterra, beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires que, tras haberse formado en el Colegio de los Ingleses de Reims, regresaron a su patria para ejercer clandestinamente el ministerio sacerdotal, a causa de lo cual, durante el reinado de Isabel 1, ambos fueron condenados a la horca y después descuartizados. († 1590)
Beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires
En York, también en Inglaterra, beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires en tiempo del rey Carlos I. El primero, de ochenta y siete años, que ya había sido condenado dos veces a la pena capital por ser sacerdote, quiso preceder en el patíbulo a su compañero más joven, que estaba algo angustiado ante la muerte, para animarle a culminar el glorioso martirio. († 1642)
Beato Serafín Morazzone, presbítero
En Chiuso, de Lecco, en Italia, beato Serafín Morazzone, presbítero de la archidiócesis de Milán, cuyas virtudes fueron tales que las recogió el gran escritor italiano Alessandro Manzoni en su primera redacción de su obra maestra "Los novios". († 1822)
Beato Juan Bernardo Scubilión, religioso
En la isla de La Reunion, en el Océano Índico, beato Scubilión (Juan Bernardo) Rousseau, religioso del Instituto de las Escuelas Cristianas, el cual enseñó incansablemente a los niños y ofreció ayuda a los pobres y esperanza a los esclavos. († 1867)
San Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir
En la aldea de Totoclán, en la región de Guadalajara, en México, san Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir, que fue ejecutado durante la persecución mexicana por su fe en Cristo Sacerdote y Rey del Universo. († 1927)
Beato Rolando Rivi, mártir
En Piane di Monchio, Italia, beato Rolando Rivi, seminarista mártir, que con tan solo catorce años fue asesinado por mostrar abiertamente su piedad. († 1945)
LITURGIA DE HOY
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., sin Cr., Pref. Pasc. I «en este día», embolismos props. en las PP. EE. No se puede decir la PE IV. Despedida con doble «Aleluya».
LECC.: vol. II.
- Hch 3, 11-26. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
- Sal 8. R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
- Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
- Lc 24, 35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
- Hoy no se permiten otras celebraciones, excepto la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio del jueves de la Octava. Te Deum. Comp. Dom. I o II.
Martirologio: elogs. del 14 de abril, pág. 255.
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Antífona de entrada Sab 10, 20-21
Celebraron a coro tu mano vencedora, Señor, porque la sabiduría abrió la boca de los mudos y soltó la lengua de los niños. Aleluya.
Se dice Gloria.
Oración colecta
OH, Dios,que has reunido pueblos diversosen la confesión de tu nombre,concede a los que han renacidoen la fuente bautismaluna misma fe en su espírituy un mismo amor en sus obras.Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles Hch 3, 11-26
EN AQUELLOS DÍAS, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al pórtico llamado de Salomón, donde estaban ellos.
AI verlo, Pedro dirigió la palabra a la gente:
«Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Por la fe en su nombre, este, que veis aquí y que conocéis, ha recobrado el vigor por medio de su nombre; la fe que viene por medio de él le ha restituido completamente la salud, a la vista de todos vosotros.
Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios, y envíe a Jesús, el Mesías que os estaba destinado, al que debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Moisés dijo: “El Señor Dios vuestro hará surgir de entre vuestros hermanos un profeta como yo: escuchadle todo lo que os diga; y quien no escuche a ese profeta será excluido del pueblo”. Y, desde Samuel en adelante, todos los profetas que hablaron anunciaron también estos días.
Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: “En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra”. Dios resucitó a su Siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros para que os traiga la bendición, apartándoos a cada uno de vuestras maldades».
Te alabamos, Señor.
R/.¡Señor, Dios nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
O bien:
V/.Señor, Dios nuestro,
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él? R/.
V/. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies. R/.
V/. Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar
que trazan sendas por el mar. R/.
Secuencia (opcional)
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua».
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas Lc 24, 35-48
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu.
Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
RECIBE Señor, en tu bondadlas ofrendas que te presentamos con gratitudpor los nuevos bautizados,y para apresurar la ayuda del cielo.Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día)El misterio pascual
En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvaciónglorificarte siempre, Señor;pero más que nunca en esta noche (este día) (este tiempo)en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Corderoque quitó el pecado del mundo;muriendo destruyó nuestra muerte,y resucitando restauró la vida.
Por eso,con esta efusión de gozo pascual,el mundo entero se desborda de alegríay también los coros celestiales,los ángeles y los arcángeles,cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo.
Antífona de la comunión Cf. 1 Pe 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anunciad las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración después de la comunión
ESCUCHA, Señor, nuestras oracionespara que el santo intercambio de nuestra redenciónnos sostenga durante la vida presentey nos dé las alegrías eternas.Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como el día de Pascua.
La despedida se hace como el día de Pascua.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión con sus dolores» (San Cirilo de Jerusalén).
«El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos» (Francisco).
«La muerte redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente. Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente. Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús, luego a los propios apóstoles» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 601).
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