23 de abril - DOMINGO III DE PASCUA (CICLO A)



  DOMINGO III DE PASCUA (CICLO A)
  Oficio propio del Domingo III de Pascua, del Salterio
(Liturgia de las Horas, Tomo II: Oficio de Lecturas  -  Laudes  -  Tercia  - Sexta Nona Vísperas Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 23 DE ABRIL

PARROQUIA DEL CARMEN:

- Eucaristía del Domingo III de Pascua (a las 11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Eucaristía del Domingo III de Pascua  (a las 12.30 h.).


El Tweet del Papa:




NOTICIAS DE ACTUALIDAD



Regina Coeli del Papa Francisco
(23.04.2023)






Portada

La inestimable ayuda de los que nos precedieron

¿Quieres ser santo? Diez aspectos fundamentales para encaminar tu vida hacia la santidad y el cielo

Francisco Javier Olivera es sacerdote misionero «ad gentes» del Camino Neocatecumenal

Al nacer su madre lo ofreció a Dios como misionero: hoy está en Mongolia, antes en Japón y China

Es profesor de la Universidad Católica de América y ha hecho su propia investigación

Paul Sullins, sacerdote y sociólogo, critica el sesgo de los estudios anti-terapias de conversión

Vídeos

  Valeria: una joven vida para Jesús

  La Promesa del Reino en la Biblia

  «Libres»: para Dios enclaustrados

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  ¡Los herejes somos nosotros!

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  Francisco, en el Regina Coeli, invita desde hoy a realizar cada noche un breve examen de conciencia

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  Reconocer la Verdad. Comentario para Matrimonios: Lucas 24, 13-35 , por ProyectoAmorConyugal.es





SANTORAL DE HOY

Elogio: San Jorge, mártir, cuyo glorioso combate, que tuvo lugar en Dióspolis o Lidda, en Palestina, celebran desde muy antiguo todas las Iglesias, desde Oriente hasta Occidente.

Patronazgos: patrono del Reino Inglés, del Imperio Bizantino, de Georgia, Etiopía, Grecia, Serbia, Tirol, Aragón, Cataluña, Génova y de otras numerosas ciudades y diócesis, de trece órdenes de caballería, de soldados, campesinos, jinetes, mineros, talabarteros, herreros, toneleros, exploradores, artistas, excursionistas, presos, hospitales y enfermerías, de los caballos y el ganado, protector en riesgo de guerra, de las tentaciones, la fiebre, la peste, y para pedir el buen tiempo.

Tradiciones, refranes, devociones: -Si por San Jorge hiela, no cogerás muchas peras.

Refranero catalán:

-L'aigua per sant Jordi | és bona per a l'ordi (el agua por san Jorge es buena para la cebada)
-No diguis hivern passat | que sant Jordi no sigui estat (no digas que pasó el invierno, si aún no pasó san Jorge)
-Entre Sant Jordi i Sant Marc, un dia d’hivern hi cap (entre san Jorge y san Marcos cabe un día de invierno)
-Si plou per Sant Jordi, les cireres en orris (si llueve por san Jorge, las cerezas fracasan)
y hay más, con variantes de estos temas.

Refieren a este santo: San Teodoro de Anastasiópolis

Oración
Señor, alabamos tu poder y te rogamos que san Jorge, fiel imitador de la pasión de tu Hijo, sea para nosotros protector generoso en nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).




Elogio: San Adalberto (Vojtech), obispo de Praga y mártir, que aguantó dificultades en bien de aquella iglesia, y por Cristo llevó a cabo muchos viajes, trabajando para extirpar costumbres paganas, aunque ante el poco fruto obtenido se dirigió a Roma, donde se hizo monje. Vuelto al fin a Polonia, e intentando atraer a la fe a los prusianos, fue asesinado por unos paganos en la aldea de Tenkitten, junto al golfo de Gdansk.

Patronazgos: patrono de Prusia, Bohemia y Polonia.

Refieren a este santo: San Esteban de Hungría, San Willigiso de Maguncia.

Oración
Oh Dios, que concediste la corona del martirio a san Adalberto, obispo, encendido en el celo por la salvación de las almas, concédenos, por su intercesión, que nunca falte a los pastores la obediencia de su grey ni ésta carezca de la asistencia de los pastores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

Otros santos de este día:

   San Eulogio de Edesa, obispo   

En Edesa, ciudad de la antigua Siria, san Eulogio, obispo, que, según la tradición, falleció un Viernes Santo o Parasceve. († 387)

   San Marolo de Milán, obispo

En Milán, Italia, san Marolo, obispo, amigo del papa san Inocencio I. († s. V)

   San Gerardo de Toul, obispo   

En Toul, en el territorio de Lotaringia, san Gerardo, obispo, que durante treinta y un años legisló sabiamente para la ciudad, atendió a los pobres, intercedió por el pueblo con ayunos y plegarias en tiempo de peste, dedicó la iglesia catedral y ayudó a los monasterios con bienes materiales y con la instrucción de los discípulos. († 994)

   San Jorge de Suelli, obispo   

En Suelli, en Cerdeña, conmemoración de san Jorge, obispo. († c. 1117)

   Beato Egidio de Asís, religioso   

En Perusa, en la Umbría, beato Egidio de Asís, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que fue compañero de san Francisco y mostró en sus peregrinaciones una fe intrépida y una gran simplicidad. († 1262)

   Beata Elena Valentini, viuda   

En Udine, en la región de Venecia, beata Elena Valentini, viuda, que, para servir únicamente a Dios, abrazó la Orden seglar de san Agustín, y se distinguió por la oración, la lectura del Evangelio y las obras de misericordia. († 1458)

   Beata Teresa María de la Cruz Menetti, virgen y fundadora   

En Campi Bisenzio, de la Toscana, en Italia, beata Teresa María de la Cruz Menetti, virgen, fundadora del Instituto de Terciarias Carmelitas de Santa Teresa. († 1910)

   Beata María Gabriela Sagheddu, virgen 

En el monasterio cisterciense de Grottaferrata, en las inmediaciones de Frascati, cerca de Roma, beata María Gabriela Sagheddu, virgen, que murió a los veinticinco años, tras haber ofrecido generosamente su vida por la unión de los cristianos. († 1939)


LITURGIA DE HOY

Misa del III Domingo de Pascua (blanco).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. Pasc.

LECC.: vol. I (A).

- Hch 2, 14. 22-33. No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio.
- Sal 15. R. Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
- 1 Pe 1, 17-21. Fuisteis liberados con una sangre preciosa, como la de un cordero sin mancha, Cristo.
- Lc 24, 13-35. Lo reconocieron al partir el pan.

- Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 24 de abril, pág. 272.


El domingo, el primer día de la semana, es el día de nuestro encuentro con Cristo resucitado en la eucaristía como aquellos dos discípulos de Emaús; pero no hubieran podido reconocerle en la “fracción del pan” si antes no le hubieran acogido como compañero de camino y no hubieran escuchado su Palabra (Ev). Así, en la misa nos acogemos mutuamente, escuchamos la Palabra de Dios y participamos en la comunión eucarística. Acogiendo a Cristo, con cuya Sangre hemos sido redimidos (2 Lect), él nos enseña el sendero de la vida y nos llena de gozo. Y no nos entregará a una muerte eterna sino que resucitaremos con él y nos saciará de alegría perpetua (1 Lect y Sal resp).

RITOS INICIALES

III DOMINGO DE PASCUA

 Antífona de entrada Sal 65, 1-2

Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Aleluya.


Se dice Gloria.

 

Oración colecta
QUE TU PUEBLO, Señor, exulte siempre
al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu,
para que todo el que se alegra ahora
de haber recobrado la gloria de la adopción filial,
ansíe el día de la resurrección
con la esperanza cierta de la felicidad eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.


 LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles Hch 2, 14. 22-33
EL DÍA DE PENTECOSTÉS Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró:
«Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras.
A Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él:
“Veía siempre al Señor delante de mí,
pues está a mi derecha para que no vacile.
Por eso se me alegró el corazón,
exultó mi lengua,
y hasta mi carne descansará esperanzada.
Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos,
ni dejarás que tu Santo experimente corrupción.
Me has enseñado senderos de vida,
me saciarás de gozo con tu rostro”.
Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo”, previéndolo, habló de la resurrección del Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos’’ y que “su carne no experimentará corrupción”. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
 
Salmo responsorial Sal 15, 1b-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 (R: cf. 11a)
R/. Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
O bien:
R/. Aleluya.
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R/.
V/. Bendeciré al Señor que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.
V/. Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.
V/. Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.
 

SEGUNDA LECTURA
Fuisteis liberados con una sangre preciosa,
como la de un cordero sin mancha, Cristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1 Pe 1, 17-21
QUERIDOS HERMANOS:
Puesto que podéis llamar Padre al que juzga imparcialmente según las obras de cada uno, comportaos con temor durante el tiempo de vuestra peregrinación, pues ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo, previsto ya antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos por vosotros, que, por medio de él, creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y vuestra esperanza estén puestas en Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
 
Aleluya Cf. Lc 24, 42

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Señor Jesús, explícanos las Escrituras;
haz que arda nuestro corazón mientras nos hablas. R/.

EVANGELIO
Lo reconocieron al partir el pan
Lectura del santo Evangelio según san Lucas Lc 24, 13-35
AQUEL MISMO DÍA (el primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».
Él les dijo:
«¿Qué?».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.
Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
DOMINGO DE LA III SEMANA DE PASCUA (CICLO A)
En los Hechos de los Apóstoles, San Pedro ayuda, a quienes se han reunido por los acontecimientos del día de Pentecostés, a profundizar sobre el tema de la Resurrección. Les costó a los Apóstoles y les costaba a todos integrar en su mentalidad el hecho maravilloso de la resurrección. Verdad fundamental y que con la luz del Espíritu Santo logran leerla en las Sagradas Escrituras.
También San Pedro en la segunda lectura hará alusión al milagro de la resurrección que garantiza la acción de Dios maravillosa y fundamenta nuestra fe: por Cristo creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.
Por fin la página encantadora de la aparición a los discípulos de Emaús. Aquí será el Señor mismo quien les hará caer en la cuenta que lo vivido en Jerusalén estos días estaba maravillosamente descrito en la revelación: y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a Él en toda la Escritura.
Todo ha sido diseñado maravillosamente bien en los planes de Dios que hacen referencia a la redención de Cristo.
Dios ha ido con pedagogía divina preparando los tiempos y en la revelación de los designios de Dios ha aprovechado incluso los fallos humanos.
En su presente eterno Dios va diseñando sus planes de salvación, pidiendo, por una parte la colaboración de los hombres, pero incluso la falta de la colaboración positiva de los hombres la sabrá conducir a la realización definitiva de sus planes de amor.
Justicia y misericordia irán unidas en la manera magistral de conducir Dios la historia de la humanidad. Al final de los tiempos todos reconoceremos que Dios hace las cosas infinitamente bien a pesar de los fallos constantes de los hombres.
Qué bonito es pensar que, aunque ahora no lo veamos muchas veces con claridad... Dios todo lo hace bien y al final todo redundará en ¡Gloria para Dios, sólo esto, lo demás no importa! Grito constante de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia en sus escritos y charlas.
Se dice Credo.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas

RECIBE, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante,
y a quien diste motivo de tanto gozo
concédele disfrutar de la alegría eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 Prefacio I de Pascua (en este día)
El  misterio pascual

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en esta noche (este día) (este tiempo)
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque él es el verdadero Cordero
que quitó el pecado del mundo;
muriendo destruyó nuestra muerte,
y resucitando restauró la vida.

Por eso,
con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales,
los ángeles y los arcángeles,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...

 
Antífona de comunión
 
Año A: Cf. Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús al partir el pan. Aleluya.

Año B: Cf. Lc 24, 46-47
Convenía que el Mesías padeciera, resucitara de entre los muertos al tercer día y, en su nombre, se proclamara la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos. Aleluya.

Año C: Cf. Jn 21, 12-13
Jesús dijo a sus discípulos: «Vamos, almorzad». Y tomó el pan y se lo dio. Aleluya.
 
Oración después de la comunión

MIRA, Señor, con bondad a tu pueblo
y, ya que has querido renovarlo
con estos sacramentos de vida eterna,
concédele llegar a la incorruptible resurrección
de la carne que habrá de ser glorificada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede utilizar la fórmula de bendición solemne (n. 8).

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Durante estos días, el Señor se juntó, como uno más, a los dos discípulos que iban de camino y los reprendió por su resistencia en creer. Sus corazones, por Él iluminados, recibieron la llama de la fe y se convirtieron de tibios en ardientes, al abrirles el Señor el sentido de las Escrituras» (San León Magno).

«El encuentro con Dios en la oración, mediante la lectura de la Biblia y en la vida fraterna os ayudará a conocer mejor al Señor y vosotros mismos, descubriendo así el proyecto de amor que tiene para vuestras vidas» (Francisco).

«Los evangelios son el corazón de todas las Escrituras ‘por ser el testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro Salvador’ (Concilio Vaticano II)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 125).


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