27 de agosto - XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


 


  DOMINGO DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
 Oficio del Domingo de la Semana I del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas Laudes Tercia - 
 Sexta - Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 27 DE AGOSTO

PARROQUIA DEL CARMEN:

- Eucaristía del Domingo de la XXI Semana del Tiempo Ordinario (a las 11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Eucaristía del Domingo de la XXI Semana del Tiempo Ordinario (a las 12.30 h.).


NOTICIAS DE ACTUALIDAD








Las cartas del Padre Pio (para cada día):



Portada 

PERSONAJES Era católico, pero se alejó de la fe tras la separación de sus padres
Adicto a las drogas, Conor se adentró en el reiki y el satanismo: «Dios, si eres real, te necesito»
CULTURA El compositor compaginaba sus amores homosexuales con fe y devoción sentidas
La mayor ópera católica, un tributo de Poulenc a las carmelitas mártires de la Revolución Francesa
NUEVA EVANGELIZACIÓN Jorge Megías, animador de la Pastoral del Duelo en España, habla sobre estos grupos de ayuda mutua
El duelo desde la esperanza: ¿cómo mantener el contacto con un difunto y «catapultar» tu fe en Dios?
PERSONAJES En un insólito viaje al que fue sólo a por su novia, Cristóforo Amanzi tuvo una experiencia mística
Era ateo y del Partido Comunista, ahora es fraile: en Medjugorje, Dios derrumbó todas sus defensas
CULTURA En muchos centros de EE.UU son mayoría los no creyentes, que buscan una educación libre de género
Colegios católicos, «territorios de misión»: miles de familias no católicas buscan espacios seguros
PERSONAJES Ana María Domínguez pensaba que era «el buen camino», pero descubrió que «abría puertas al mal»
Descubrió «la única Verdad» tras una vida en el Rotary Club y la Nueva Era: «Solo Cristo sana»
CULTURA Carlos A. Marmelada expone 6 ideas para cristianizar Occidente en «Cómo hablar de Dios con un ateo»
Marx, Freud o Nietzsche, «pasados de moda» en «la sociedad post-atea»: qué es y cómo evangelizarla
POLÉMICAS Carrie Gress situa su origen en el «esfuerzo» revolucionario de «crear un mundo sin Dios»
El feminismo, «contaminado en su raíz»: buscaba la disolución de la familia desde el siglo XVIII
CULTURA Artista hiperrealista, a ReL: «Cristo no es un crucifijo, es una persona real; me emociona pensarlo»
Walt Wizard: «Puse a Jesús en un pedestal porque debía estar por encima de Hulk Hogan y Van Damme»
NUEVA EVANGELIZACIÓN El experto Steve Ray dice que el más importante de ellos es el más fácil... o el más complejo
Seis pasos infalibles para llevar de vuelta a la fe a familiares y amigos alejados de Dios
POLÉMICAS A mediados de este siglo, la religión volverá al Occidente secularizado, afirma
No desaparecerá la fe, sino el laicismo: el argumento demográfico del sociólogo Eric Kaufmann
CULTURA Sus 900 años de historia no les impiden ser florecientes o desarrollar ambiciosas iniciativas
Los norbertinos ven como «los jóvenes acuden en masa a comunidades tradicionales»: cuentan el motivo


SANTORAL DE HOY

Elogio: Memoria de santa Mónica, que, aún jovencísima, fue dada en matrimonio a Patricio, con quien tuvo hijos, entre ellos a Agustín, por cuya conversión derramó abundantes lágrimas y oró mucho a Dios, y, anhelante de la vida celestial, abandonó la terrenal en Ostia Tiberina, en Italia, cuando regresaba de África.

Patronazgos: patrona de las esposas y las madres, para pedir por la salvación de los hijos.

Refieren a este santo: San Agustín de Hipona.

Oración

Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


   San Rufo de Capua, mártir

En Capua, de la Campania, san Rufo, mártir.

   Santos Marcelino, Mannea, Juan, Serapio y Pedro, mártires

En Tomis (hoy Costanza), lugar de Escitia, santos mártires Marcelino, tribuno, su esposa Mannea, Juan, el hijo de ambos, Serapio, clérigo, y Pedro, soldado.

   San Narno de Bérgamo, obispo

En Bérgamo, en la Liguria, san Narno, que es considerado el primer obispo de la ciudad.

   San Poemeno, abad

En el territorio de Tebaida, en Egipto, san Poemeno, abad, tenido en suma consideración entre los anacoretas y de quien se refieren múltiples máximas llenas de sabiduría.

   San Licerio de Couserans, obispo

En Couserans, de la Aquitania, san Licerio, obispo, el cual, oriundo de Hispania, fue discípulo de san Fausto de Riez y con sus oraciones protegió a la ciudad de las invasiones visigodas.

   San Cesáreo de Arlés, monje y obispo

En Arlés, de la Provenza, san Cesáreo, obispo, que, después de haber llevado vida monástica en la isla de Lérins, recibió este episcopado en contra de sus deseos. Preparó y reunió sermones apropiados para las festividades, que los presbíteros debían leer con objeto de instruir al pueblo, y escribió también reglas de vida, tanto para hombres como para religiosas, para dirigir la vida monástica.

   San Juan de Pavia, obispo

En Pavia, de la Lombardía, san Juan, obispo.

   San Gebardo de Costanza, obispo

En el monasterio de Petershausen, que él mismo había fundado en Suabia, sepultura de san Gebardo, obispo de Costanza.

   San Guarino de Sión, obispo y fundador

En el monasterio de Aulps, en Saboya, muerte de san Guarino, obispo de Sion, el cual, monje de Molesmes en tiempo de san Roberto, fundó este cenobio, que dirigió santamente y agregó a la Orden del Cister.

   San Amadeo de Lausana, abad y obispo

En Lausana, entre los helvecios, san Amadeo, obispo, que, siendo monje de Claraval, fue designado abad del cenobio de Hautecombe y, más tarde, elegido para la sede episcopal, desde donde educó con dedicación a los jóvenes, formó un clero piadoso y casto, y cantó en su predicación a la Bienaventurada Virgen María.

   Beato Ángel Conti, monje y presbítero

En Foligno, de la Umbría, beato Ángel Conti, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, insigne por la penitencia y la humildad, y paciente ante las ofensas.

   Beato Rogerio Cadwalador, presbítero y mártir

En Leominster, lugar de Inglaterra, beato Rogerio Cadwalador, presbítero y mártir, que, ordenado en Valladolid, en España, e insigne por su doctrina, ejerció su ministerio clandestinamente durante dieciséis años en su patria y, finalmente, condenado por el hecho de ser sacerdote, en tiempo del rey Jacobo I fue llevado al patíbulo después de crueles torturas.

   Beatos Francisco de Santa María y catorce compañeros, mártires

En Nagasaki, en Japón, beatos Francisco de Santa María, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, y catorce compañeros, mártires, que, por orden del gobernador de la ciudad, sufrieron el martirio por odio al nombre de Cristo. Son sus nombres: Beatos Bartolomé Laurel y Antonio de San Francisco, religiosos de la Orden de Hermanos Menores; Gaspar Vaz y María, esposos; Magdalena Kiyota, viuda; Cayo Jiyemon, Francisca, Francisco Kurobioye, Luis Matsuo Soyemon, Martin Gómez, Tomás Wo Jinyemon, Lucas Kiyemon y Miguel Kizayemon.

   San David Lewis, presbítero y mártir

En la ciudad de Usk, en Gales, san David Lewis, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, ordenado sacerdote en Roma, celebró clandestinamente los sacramentos en su patria durante más de treinta años y prestó ayuda a los pobres, hasta que, reinando Carlos II, fue ahorcado por ser sacerdote.

   Beatos Juan Bautista de Souzy y Udalrico Guillaume, mártires

En el mar frente a Rochefort, en Francia, en una vieja nave, beatos mártires Juan Bautista de Souzy, presbítero, y Udalrico (Juan Bautista) Guillaume, hermano de las Escuelas Cristianas, ambos mártires, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fueron encarcelados de forma inhumana y, por Cristo, murieron de hambre y aquejados de grave enfermedad.

   Beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, religioso presbítero

En Reading, en Inglaterra, beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, presbítero de la Congregación de la Pasión, el cual, buscando con empeño restablecer la unidad de los cristianos, llevó a muchos al seno de la Iglesia católica.

   Beato Fernando González Añón, presbítero y mártir

En la localidad de Picassent, en la región de Valencia, en España, beato Fernando González Añón, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución mereció pasar a la bienaventuranza eterna.

   Beato Raimundo Martí Soriano, presbítero y mártir

En el camino entre las aldeas de Godella y Bétera, en el mismo territorio valenciano, beato Raimundo Martí Soriano, presbítero y mártir, que en el furor de la misma persecución contra la fe derramó su sangre por Cristo.

   Beata Facunda Margenat, religiosa mártir

En Barcelona, España, beata Catalina Margenat Roura (Facunda), religiosa profesa del Instituto de San José de Girona, muerta por odio a la fe.

   Beata María del Pilar Izquierdo Albero, virgen y fundadora

En San Sebastián, de nuevo en España, beata María del Pilar Izquierdo Albero, virgen, que, muy probada por la pobreza y por graves enfermedades, sirvió a Dios mostrando una caridad singular en favor de los pobres y afligidos, para cuyo servicio fundó la Obra Misionera de Jesús y María


LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (verde).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.
LECC.: vol. I (A).
- Is 22, 19-23. Pongo sobre sus hombros la llave del palacio de David.
- Sal 137. R. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
- Rom 11, 33-36. De él, por él y para él existe todo.
- Mt 16, 13-20. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
De manera análoga a como en el Antiguo Testamento se entregaban las llaves del palacio a los jefes o responsables, como signo de autoridad, así Cristo le dice a Pedro que le dará las llaves del reino de los cielos y que sobre él edificará su Iglesia. Pedro —y sus sucesores— es el garante de la fe de la Iglesia en Jesucristo, como Hijo de Dios, Mesías, Salvador, y también el eje visible de la unidad de la Iglesia. La eucaristía nos hace crecer en la unidad y la paz con Cristo y su Cuerpo, la Iglesia (cf. So). Por eso la celebramos siempre en comunión con el papa y los sucesores de los Apóstoles, los obispos.
- Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.
Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 28 de agosto, pág. 517.


RITOS INICIALES

Monición de entrada
Oráculo del Señor contra Sebna el mayordomo del palacio real: Dios le quitará el puesto para poner a otro. El por qué Dios actuará así no lo dice el texto, solo que le dará a Eliaquim, a quien trata con cariño, “mi siervo”, el poder; y lo vestirá Dios de poder y dignidad para los habitantes de Jerusalén, será la imagen de Dios entre su pueblo, y le dará “el poder de las llaves” simbología plenificada en el Nuevo Testamento en el poder que Jesús le dará a Pedro de “atar y desatar”. El Señor quiere fieles que realcen su nombre y no fieles que tergiversen su nombre.

El hombre, ¿puede pedir cuentas a Dios de su actuar? Seguramente no puede, pues el proceder de Dios es correcto, aunque el hombre no lo entienda. ¿Puede conocer sus pensamientos, podrá darle consejos? nos preguntamos con San Pablo; sin embargo, frente a la infinitud de Dios el hombre reconoce su finitud, pues Dios es su origen, en él encuentra su ayuda y su meta, solo le cabe al hombre alabar la inmensidad.

El reconocimiento de Jesús como el Cristo de Dios, no es obra del esfuerzo humano, es obra del Espíritu de Dios. Muchos hombres lo reconocerán solamente como un gran personaje histórico, como un gran sabio, incluso como un gran reformador social. Sin embargo, Él es mucho más que eso y comprende todo aquello que dicen.

Solo con el Espíritu de Dios podemos conocer plenamente quien es el Cristo. Pedro al confesar a Jesús como el “Mesías, el Hijo de Dios viviente” ha entrado en el plano del Espíritu haciéndolo merecedor del encargo más importante de entre la comunidad en servicio de todos, se le concede el poder de las llaves, será el encargado de “atar y desatar” en la tierra, así se hará igualmente en el cielo. El primado de Pedro siempre se ha ejercido como un servicio y así lo ha entendido la Iglesia desde su inicio, no es un poder para dominar sino para servir. Por eso el Santo Padre, el Papa, se denomina “Siervo de los siervos de Dios”, en él se sostienen y confirman los cristianos católicos en la fe.

Antífona de entrada Sal 85, 1. 3 

Inclina tu oído, Señor, respóndeme; salva a tu servidor que en ti confía. Ten piedad de mí, Señor, que te invoco todo el día. 

Gloria

Oración colecta
Señor Dios, que unes a tus fieles en una sola voluntad;
concédenos amar lo que mandas y esperar lo que prometes,
para que, en la inestabilidad del mundo presente,
nuestros corazones estén firmes donde se encuentra la alegría verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo. 


LITURGIA DE LA PALABRA 

PRIMERA LECTURA
Pongo sobre sus hombros la llave del palacio de David
Lectura del libro de Isaías 22, 19-23
ESTO dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:
«Te echaré de tu puesto,
te destituirán de tu cargo.
Aquel día llamaré a mi siervo,
a Eliaquín, hijo de Esquías,
le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda,
le daré tus poderes;
será padre para los habitantes de Jerusalén
y para el pueblo de Judá.
Pongo sobre sus hombros
la llave del palacio de David:
abrirá y nadie cerrará;
cerrará y nadie abrirá.
Lo clavaré como una estaca en un lugar seguro,
será un trono de gloria para la estirpe de su padre».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 137, 1bcd-2a. 2bcd-3. 6 y 8bc (R: 8bc)
R/.Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
V/.Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.
V/.Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.
V/.El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

SEGUNDA LECTURA
De él, por él y para él existe todo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36
¡QUÉ abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
En efecto, ¿quién conoció la mente del Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quién le ha dado primero para tener derecho a la recompensa?
Porque de él, por él y para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 16, 18
R/.Aleluya, aleluya, aleluya.
V/.Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. R/.

EVANGELIO
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-20

EN AQUEL TIEMPO, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elias, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor.


Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)

Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)


DOMINGO DE LA XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

Me quedo sin saber qué escoger: el asombro ante la breve descripción que nos hace el apóstol San Pablo (2º lectura) en torno a la perfección de Dios y el asombro ante la promesa de Jesús hecha a Pedro (Evangelio) sobre la seguridad de su Iglesia: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Vamos a unir las dos cosas: ¡qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos...! Él es el origen, guía y meta del universo. A Él la gloria por los siglos¡

A pesar de todas las limitaciones y sorpresas que el hombre tiene al constatar que no es capaz de controlar el universo, pues por el pecado perdió el dominio de sus leyes; sabe que Dios es quien guía con su providencia todos los acontecimientos y al final redundarán en: ¡Gloria para Dios!

Será San Pablo quien en su carta a los Colosenses unirá la dos cosas: Primado de Cristo sobre el universo entero siendo el Cabeza de la Iglesia y de toda la creación: Él es imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades; todo fue creado por Él y para Él, Él existe con anterioridad a todo y todo tiene en Él su consistencia. Él es también la Cabeza del cuerpo de la Iglesia: Él es el Principio el Primogénito de entre los muertos, para que sea Él el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en Él toda la plenitud, y reconciliar por Él y para Él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos.

Son regalos que nos hace la fe. Saber que nada de lo que pasa en el universo escapa al control de su Creador, ni nada de lo que pasa a la Iglesia escapa al control de quien, siendo y permaneciendo como Cabeza de ella, la ha confiado a los hombres contando con sus limitaciones.

Como complemento copio alguna página de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia sobre la perfección de Dios y sobre la grandeza y perfección de la Iglesia: (Libro Luz en la noche Opúsculo nº 8):

Dios es el Ser. Y este Ser Él se lo es, Él se lo tiene, Él se lo posee como en miríadas y miríadas de infinitos atributos y perfecciones; que, por la exuberante y pletórica perfección de sí mismo, lo es en un solo acto de perfección y de vida.

¡Oh lo que es Dios, que es todo cuanto infinitamente puede ser en su infinitud de coeterna trascendencia de ser!

¡Oh lo que se es El que se Es, en su unidad de ser; en la cual, por perfección de su misma naturaleza y por plenitud infinita de serse, irrumpe en su acto de Contemplación Expresada en Amor!

Y toda su exuberante e inexhaustiva perfección Él se la ve, Él se la mira, Él se la contempla, Él se la abarca y se la posee en su acto de Contemplación rompiendo en fecundidad de sabiduría explicativa.

¡Oh lo que es Dios! que todo cuanto es, Él mismo se lo expresa en su serse Palabra infinita de inéditas e inexhaustivas melodías; y Él se lo ama en su serse Amor infinito, coeterno y personal.

¡Y Dios se es Padre y Dios se es Hijo y Dios se es Espíritu Santo! ¡Y se lo es por su ser subsistente e infinitamente suficiente en sí mismo, por sí mismo y para sí mismo!

¡Oh lo que es Dios, que todo cuanto puede ser se lo es en su solo acto familiar de vida trinitaria!

En un saber trascendente,
Dios se sabe lo que es
y lo que, en sí, puede serse,
que es serse lo que se sabe
que, por sí, Él puede ser.

Pues es tanto su poder,
que saberse, en Él, es serse;
ya que en Él se identifica
su potencia con su ser,
y su existencia infinita
con su manera de ser.

Potencia que es sin término;
vida que revienta en ser;
y ser que es tanta vida,
que, siempre fluyendo en Tres,
es todo sabiduría
por su infinito poder.

Dios se es lo que se sabe
que, por su ser, puede ser.

27-1-1967

Y en torno a la Iglesia leer el tema Torre fortificada del 23 de enero de 1971 Opúsculo nº 12, del que entresacamos breves fragmentos:

¡Cómo veo a la Iglesia...! ¡Oh cómo veo a la Iglesia...!

¡Como una roca invencible de insólita caridad, en poderío terrible, repleta del Dios viviente, en su Luz resplandeciente, llena de Divinidad...!

Yo no sé cómo expondría, con mi impotente expresar, este mi nuevo concepto que hoy Dios me ha querido dar, al descubrir a la Iglesia, cual “torre fortificada”, en su inmovible verdad.

Toda yo estoy asustada por su terribilidad, sintiéndome tan pequeña, al quererla contemplar, que, toda translimitada, no la consigo abarcar...

La Iglesia es como una reina, que, aunque la vea encorvada en su terrible penar, ¡tiene en sí tal realeza, tal señorío y grandeza que nunca podré expresar...!

¡Nunca me vi tan pequeña al ladito de la Iglesia, sin un palmo levantar...! ¡Ella es erguida y hermosa!, ¡toda fuerte y valerosa!

Hoy la Iglesia se ha mostrado tan inmensa a mi mirada, que aunque la viera tirada y aunque se hunda en la hondura de su profunda amargura y en su tristeza mortal, yo me siento desplomada ante su realidad...; orgullosa y anegada, llena de felicidad al verla tan sublimada, por Dios mismo levantada, en su majestuosidad.

¡Y yo soy tan pobrecita, que no lo puedo explicar...! ¡Me siento tan pequeñita cual nunca pude pensar...!

¡Qué misterio...!: y, a pesar de todo esto, ¡yo la he de consolar...!

¡Oh, cómo he contemplado a la Iglesia...!: ¡Como una torre fortificada...!, ¡terriblemente inmensa...!, ¡por encima de todo lo creado...! ¡Tan hermosa!, que era capaz de enloquecer a Dios de amor por el esplendor de su belleza y la hermosura y lozanía de su juventud. Y al mismo tiempo yo me he contemplado diminuta y pequeña como si fuera su zapatito...


ORACIÓN DE LOS FIELES

Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración:

Para que el Señor, en su infinita bondad, se acuerde del santo Padre, el Papa Francisco, de nuestro obispo N. y de todos los demás obispos, que anuncian la palabra de Dios; para que bendiga a los sacerdotes y diáconos y, en su gran misericordia, se acuerde de todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra lluvias oportunas y buenas cosechas, dé sabiduría a los investigadores, acierto a los que enseñan, docilidad y constancia a los que estudian y otorgue a todos aquello que necesitan en cada momento, roguemos al Señor.

Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores un vivo y sincero arrepentimiento de sus culpas, les conceda el perdón de sus pecados y les dé fuerza para no recaer en el mal, a fin de que donde creció el pecado, más desbordante sea la misericordia divina, roguemos al Señor.

Para que el Señor conceda sus dones a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos aquellos que queremos recordar; para que, a cambio de las riquezas que nos han dado, obtengan las riquezas inmortales y, en lugar de los bienes temporales, alcancen los bienes eternos, roguemos al Señor.

Señor, Padre santo, fuente de toda sabiduría,
que mostraste al apóstol Pedro la soberanía de tu Hijo,
escucha las oraciones de tu pueblo
y haz que nuestra fe encuentre siempre su más sólido fundamento 
en las enseñanzas del sucesor de Pedro,
y que todos los pueblos, iluminados por la luz de tu Espíritu,
reconozcan en Jesús de Nazaret al Cristo vivo y glorioso
y lleguen a ser piedras vivas de tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas
Señor, que en el sacrificio único de Cristo,
te has adquirido un pueblo de hijos,
sé bondadoso con nosotros y concede a tu Iglesia
los dones de la unidad y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio II de los santos
Eficacia de la acción de los santos

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Porque mediante el testimonio admirable de tus santos
fecundas sin cesar a tu Iglesia
con vitalidad siempre nueva,
dándonos así pruebas evidentes de tu amor.
Ellos nos estimulan con su ejemplo
en el camino de la vida
y nos ayudan con su intercesión.

Por eso,
ahora, nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y los santos
diciendo:

Santo, Santo, Santo...


Antífona de comunión Cf. Sal 103, 13. 14. 15
Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.

Oración después de la comunión
Padre nuestro, realiza plenamente en nosotros
la obra de tu misericordia,
y concédenos tu gracia
para que podamos agradarte en todo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El bienaventurado Pedro es el primero de los apóstoles, amador impetuoso de Cristo, de quien mereció escuchar: ‘Y yo te digo que tú eres Pedro’, y sobre esta piedra edificaré la fe que acabas de confesar» (San Agustín).

«Cada uno de nosotros es una pequeña piedra, pero en las manos de Jesús se orienta a la construcción de la Iglesia: ella es comunidad de vida, hecha de muchísimas piedras, todas distintas, que forman un único edificio en el signo de la fraternidad y de la comunión» (Francisco).

«En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar. Jesús le confía una misión única (…). Cristo, ‘Piedra viva’ (1Pe 2,4), asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro, la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro (…) tendrá la misión de custodiar [la] fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22,32)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 552).


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