VIERNES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO, feria Oficio del Viernes de la Semana II del Salterio (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas - Laudes - Tercia- Sexta - Nona - Vísperas - Completas) Para la memoria de la Virgen de Guadalupe: Oficio del Común de Santa María, del Salterio: (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas - Laudes - Vísperas)
TIEMPO DE ADVIENTO:
TIEMPO DE ADVIENTO:
¡¡TIEMPO DE GRACIA, ESPERANZA Y SALVACIÓN!!
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
En el tiempo de Adviento
96. El Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:
- espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal;
- conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo, mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios, porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2);
- esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y "nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1 Jn 3,2).
97. La piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías.
A la piedad popular no se le escapa, es más, subraya llena de estupor, el acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Los fieles son especialmente sensibles a las dificultades que la Virgen María tuvo que afrontar durante su embarazo y se conmueven al pensar que en la posada no hubo un lugar para José ni para María, que estaba a punto de dar a luz al Niño (cfr. Lc 2,7).
Con referencia al Adviento han surgido diversas expresiones de piedad popular, que alientan la fe del pueblo cristiano y transmiten, de una generación a otra, la conciencia de algunos valores de este tiempo litúrgico.
La Corona de Adviento
98. La colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.
La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78).
Las Procesiones de Adviento
99. En el tiempo de Adviento se celebran, en algunas regiones, diversas procesiones, que son un anuncio por las calles de la ciudad del próximo nacimiento del Salvador (la "clara estrella" en algunos lugares de Italia), o bien representaciones del camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un lugar acogedor para el nacimiento de Jesús (las "posadas" de la tradición española y latinoamericana).
La Virgen María en el Adviento
101. Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron el nacimiento del Salvador. También la piedad popular dedica, en el tiempo de Adviento, una atención particular a Santa María; lo atestiguan de manera inequívoca diversos ejercicios de piedad, y sobre todo las novenas de la Inmaculada y de la Navidad.
Sin embargo, la valoración del Adviento "como tiempo particularmente apto para el culto de la Madre del Señor" no quiere decir que este tiempo se deba presentar como un "mes de María".
En los calendarios litúrgicos del Oriente cristiano, el periodo de preparación al misterio de la manifestación (Adviento) de la salvación divina (Teofanía) en los misterios de la Navidad-Epifanía del Hijo Unigénito de Dios Padre, tiene un carácter marcadamente mariano. Se centra la atención sobre la preparación a la venida del Señor en el misterio de la Deípara. Para el Oriente, todos los misterios marianos son misterios cristológicos, esto es, referidos al misterio de nuestra salvación en Cristo. Así, en el rito copto durante este periodo se cantan las Laudes de María en los Theotokia; en el Oriente sirio este tiempo es denominado Subbara, esto es, Anunciación, para subrayar de esta manera su fisonomía mariana. En el rito bizantino se nos prepara a la Navidad mediante una serie creciente de fiestas y cantos marianos.
102. La solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3,15, desembocan en el saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1,28) y en el anuncio del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1,31-33).
¡¡TIEMPO DE GRACIA, ESPERANZA Y SALVACIÓN!!
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
En el tiempo de Adviento
96. El Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:
- espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal;
- conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo, mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios, porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2);
- esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y "nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1 Jn 3,2).
97. La piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías.
A la piedad popular no se le escapa, es más, subraya llena de estupor, el acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Los fieles son especialmente sensibles a las dificultades que la Virgen María tuvo que afrontar durante su embarazo y se conmueven al pensar que en la posada no hubo un lugar para José ni para María, que estaba a punto de dar a luz al Niño (cfr. Lc 2,7).
Con referencia al Adviento han surgido diversas expresiones de piedad popular, que alientan la fe del pueblo cristiano y transmiten, de una generación a otra, la conciencia de algunos valores de este tiempo litúrgico.
La Corona de Adviento
98. La colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.
La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78).
Las Procesiones de Adviento
99. En el tiempo de Adviento se celebran, en algunas regiones, diversas procesiones, que son un anuncio por las calles de la ciudad del próximo nacimiento del Salvador (la "clara estrella" en algunos lugares de Italia), o bien representaciones del camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un lugar acogedor para el nacimiento de Jesús (las "posadas" de la tradición española y latinoamericana).
La Virgen María en el Adviento
101. Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron el nacimiento del Salvador. También la piedad popular dedica, en el tiempo de Adviento, una atención particular a Santa María; lo atestiguan de manera inequívoca diversos ejercicios de piedad, y sobre todo las novenas de la Inmaculada y de la Navidad.
Sin embargo, la valoración del Adviento "como tiempo particularmente apto para el culto de la Madre del Señor" no quiere decir que este tiempo se deba presentar como un "mes de María".
En los calendarios litúrgicos del Oriente cristiano, el periodo de preparación al misterio de la manifestación (Adviento) de la salvación divina (Teofanía) en los misterios de la Navidad-Epifanía del Hijo Unigénito de Dios Padre, tiene un carácter marcadamente mariano. Se centra la atención sobre la preparación a la venida del Señor en el misterio de la Deípara. Para el Oriente, todos los misterios marianos son misterios cristológicos, esto es, referidos al misterio de nuestra salvación en Cristo. Así, en el rito copto durante este periodo se cantan las Laudes de María en los Theotokia; en el Oriente sirio este tiempo es denominado Subbara, esto es, Anunciación, para subrayar de esta manera su fisonomía mariana. En el rito bizantino se nos prepara a la Navidad mediante una serie creciente de fiestas y cantos marianos.
102. La solemnidad de la Inmaculada (8 de Diciembre), profundamente sentida por los fieles, da lugar a muchas manifestaciones de piedad popular, cuya expresión principal es la novena de la Inmaculada. No hay duda de que el contenido de la fiesta de la Concepción purísima y sin mancha de María, en cuanto preparación fontal al nacimiento de Jesús, se armoniza bien con algunos temas principales del Adviento: nos remite a la larga espera mesiánica y recuerda profecías y símbolos del Antiguo Testamento, empleados también en la Liturgia del Adviento.
Donde se celebre la Novena de la Inmaculada se deberían destacar los textos proféticos que partiendo del vaticinio de Génesis 3,15, desembocan en el saludo de Gabriel a la "llena de gracia" (Lc 1,28) y en el anuncio del nacimiento del Salvador (cfr. Lc 1,31-33).
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Semana II de Adviento:
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Semana II de Adviento:
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Laudes CantadosViernes, 12 de diciembre de 2025
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ADORACIÓN PERPETUA
ADORACIÓN PERPETUA
DEL STMO. SACRAMENTO EN VIVO
Parroquia Ntra. Sra. de la MercedInstituto del Verbo EncarnadoCapilla "San Ignacio de Loyola"(Manresa, España)
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"Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna" (Mt 19,29)
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SANTORAL DE HOY
"Acaso no estoy Yo aquí, que soy tu Madre"
(Versión Mariachi por Athenas)
Para ver el documental, pincha aquí
¿𝐒𝐚𝐛𝐞𝐧 𝐮𝐬𝐭𝐞𝐝𝐞𝐬, 𝐪𝐮𝐞 el manto de 𝐥𝐚 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐞𝐧 𝐝𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐝𝐚𝐥𝐮𝐩𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐦ú𝐬𝐢𝐜𝐚?
Agradecemos al Dr. Fernando Ojeda Llanes, Investigador del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos y descubridor de la música en la portentosa imagen de la Virgen de Guadalupe, por compartirnos tan maravilloso e interesante video.
"𝑼𝒏𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒂𝒓𝒎𝒐𝒏í𝒂 𝒎𝒖𝒔𝒊𝒄𝒂𝒍 𝒄𝒆𝒍𝒆𝒔𝒕𝒆, 𝒏𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂𝒍 𝒕𝒐𝒎𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒚 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒆𝒔𝒕𝒊𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 𝑴𝒂𝒓í𝒂 𝒅𝒆 𝑮𝒖𝒂𝒅𝒂𝒍𝒖𝒑𝒆"
𝑫𝒓. 𝑭𝒆𝒓𝒏𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑶𝒋𝒆𝒅𝒂
En el video podemos apreciar el bellísimo arreglo musical que realizó la Orquesta Sinfónica y Coro de la Viena Music.
Arreglo musical: Mtro. José Carlos Milán
Dirección: Mtro. José Luis Chan Sabido
*****
Elogio: Bienaventurada Virgen María de Guadalupe en México, cuyo gran maternal auxilio implora con humildad el pueblo en la colina de Tepeyac, cerca de la ciudad de México, donde apareció. Ella brilla como una estrella que invita a la evangelización de los pueblos, y es invocada como protectora de los indígenas y de los pobres.
Patronazgos: el Papa Benedicto XIV la proclama Patrona de México en 1754, recibe la coronación pontificia en 1895, y en 1945 el Papa Pío XII la proclama Patrona de América Latina.
Refieren a este santo: San Juan Diego Cuauhtlatoatzain.
Oración
Dios, Padre de misericordias, que constituiste a tu pueblo bajo el singular patrocinio de la Santísima Madre de tu Hijo, concede a todos los que invocan a la Bienaventurada Virgen de Guadalupe, que con más alegre fe busquen el progreso de los pueblos por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Santos Epimaquio, Alejandro, Amonarión, Mercuria, Dionisia y otra compañera, mártires
Conmemoración de los santos mártires de Alejandría de Egipto, Epimáquio y Alejandro, que en tiempo del emperador Decio, después de larga prisión y tormentos varios, fueron quemados por su fe en Cristo. Con ellos sufrieron el martirio las santas Amonarión, virgen, Mercuria, Dionisia y otra compañera, a las que, avergonzado el juez al verse vencido por las mujeres, y temiendo ser vencido también por la constancia que mostraban resistiendo los inauditos tormentos que les infligía, finalmente hizo decapitar.
San Espiridión de Tremitus, obispo
En la isla de Chipre, san Espiridión, obispo, auténtico pastor de ovejas, cuyas gestas admirables estaban en boca de todos.
San Finiano de Clonard, abad
En Clonard, lugar de Hibernia, san Finiano, abad, que fundó muchos monasterios y fue padre y maestro de una ingente multitud de monjes.
San Corentino de Quimper, obispo
En Quimper, de la Bretaña Menor, san Corentino, venerado como el primer obispo de esta ciudad.
San Israel, religioso presbítero
En Dorat, en el territorio de Limoges, en Aquitania, san Israel, presbítero y canónigo regular, que fue de gran ayuda al obispo en la predicación de la Palabra de Dios.
San Vicelino de Oldenburgo, obispo
En Neumünster, de Holstein, en Alemania, muerte de san Vicelino, obispo de Oldenburgo, el cual se dedicó con interés a la evangelización de los eslavos.
Beato Bartolo Buonpedoni, presbítero
Cerca de Celloli, de la Toscana, beato Bertolo Buonpedoni, presbítero, que, atacado de lepra a los sesenta años, dejó la cura parroquial y, vistiendo el hábito de la Tercera Orden Regular de San Francisco, recluido en un hospicio atendió pacientemente a todos.
Beato Conrado de Offida, religioso presbítero
En el territorio de Bastia, cercano a Asís, en Umbría, beato Conrado de Offida, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, el cual amó y buscó la humildad y la primitiva pobreza de la Orden.
Beato Jacobo Capocci, monje y obispo
En Nápoles, de la Campania, conmemoración del beato Jacobo Capocci, obispo, de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que rigió la iglesia de Benevento y después la de Nápoles, iluminándolas con sabiduría, doctrina y prudencia.
San Simón Phan Dác Hòa, mártir
En Hué, en Annam, san Simón Phan Dác Hòa, mártir, el cual, siendo médico y padre de familia eximio en caridad, reinando el emperador Minh Mang fue apresado por haber hospedado a unos misioneros, y consumó el martirio con la decapitación tras haber soportado cárceles y flagelación.
Beato Pío Bartosik, presbítero y mártir
Cerca de Cracovia, en Polonia, beato Pío Bartosik, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que con Polonia sometida a un régimen extranjero hostil a Dios, consumó el martirio en el campo de concentración de Auschwitz, quebrantado por los tormentos.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (morado) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria ants. y oracs. props. / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto de la feria o del común de la BVM; Pf. I o III Adv. o de la memoria.
LECC.: vol. II.
- Is 48, 17-19. Si hubieras atendido a mis mandatos.
- Sal 1. R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
- Mt 11, 16-19. No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 13 de diciembre, pág. 717.
CALENDARIOS: Hermanas Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento: Bienaventurada Virgen María de Guadalupe (S).
Jaca, Huesca y Santander: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Tarazona y Zaragoza: Beato Martín de San Nicolás Lumbreras Peralta, presbítero y mártir (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Hartman, obispo (MO).
Teatinos: Beato Juan Marinonio, presbítero (MO).
Madrid: Bienaventurada Virgen María de Guadalupe (ML), o san Dámaso, papa (ML).
Orden de San Juan de Jerusalén: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Jean Laffitte, prelado (2009).
Segovia: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ángel Rubio Castro, obispo, emérito (2004).
Zamora: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Fernando Valera Sánchez, obispo (2020).
Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei: Aniversario de la muerte de Mons. Javier Echevarría Rodríguez, prelado (2016).
Misa de feria (morado) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria ants. y oracs. props. / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto de la feria o del común de la BVM; Pf. I o III Adv. o de la memoria.
LECC.: vol. II.
- Is 48, 17-19. Si hubieras atendido a mis mandatos.
- Sal 1. R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
- Mt 11, 16-19. No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 13 de diciembre, pág. 717.
CALENDARIOS: Hermanas Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento: Bienaventurada Virgen María de Guadalupe (S).
Jaca, Huesca y Santander: Dedicación de la iglesia-catedral (F).
Tarazona y Zaragoza: Beato Martín de San Nicolás Lumbreras Peralta, presbítero y mártir (ML).
Canónigos Regulares de Letrán: Beato Hartman, obispo (MO).
Teatinos: Beato Juan Marinonio, presbítero (MO).
Madrid: Bienaventurada Virgen María de Guadalupe (ML), o san Dámaso, papa (ML).
Orden de San Juan de Jerusalén: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Jean Laffitte, prelado (2009).
Segovia: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Ángel Rubio Castro, obispo, emérito (2004).
Zamora: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Fernando Valera Sánchez, obispo (2020).
Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei: Aniversario de la muerte de Mons. Javier Echevarría Rodríguez, prelado (2016).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Para el oficio de la feria de este día, sígase lo siguiente:
Antífona de entradaEl Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo con la paz y comunicarle la vida eterna.
Oración colectaDIOS todopoderoso,
concede a tu pueblo esperar vigilante la venida de tu Unigénito,
para que nos apresuremos a salir a su encuentro
con las lámparas encendidas,
como nos enseñó nuestro Salvador.
Él, que vive y reina contigo.
concede a tu pueblo esperar vigilante la venida de tu Unigénito,
para que nos apresuremos a salir a su encuentro
con las lámparas encendidas,
como nos enseñó nuestro Salvador.
Él, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURASi hubieras atendido a mis mandatosLectura del libro de Isaías 48, 17-19 ESTO dice el Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R: cf. Jn 8, 12)R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.V/. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.V/. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.V/. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
AleluyaR/. Aleluya, aleluya, aleluya.V/. El Señor llega, salid a su encuentro;él es el Príncipe de la paz. R/.
EVANGELIONo escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre✠Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 16-19 EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».Palabra del Señor.
Audio y comentario del Evangelio de hoy
el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».
Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R: cf. Jn 8, 12)
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».
Audio y comentario del Evangelio de hoy
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasQUE los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza
te conmuevan, Señor,
y al vernos desvalidos y sin méritos propios
acude, compasivo, en nuestra ayuda.
Por Jesucristo nuestro Señor.
te conmuevan, Señor,
y al vernos desvalidos y sin méritos propios
acude, compasivo, en nuestra ayuda.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio I de los santos mártiresSignificado y ejemplaridad del martirio
68. Este prefacio se dice en las solemnidades y fiestas de los santos Mártires. Se puede decir también en las memorias de los mismos.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre de la gloriosa mártires santa Lucía.,
derramada, como la de Cristo,
para confesar tu nombre,
manifiesta las maravillas de tu poder;
pues en su martirio, Señor,
has sacado fuerza de lo débil,
haciendo de la fragilidad
tu propio testimonio;
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo,
así nosotros en la tierra te aclamamos
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Flp 3, 20-21Aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según su modelo de cuerpo glorioso.
Oración después de la comuniónSACIADOS con el alimento espiritual
te pedimos, Señor,
que, por la participación en este sacramento,
nos enseñes a sopesar con sabiduría los bienes de la tierra
y amar intensamente los del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
te pedimos, Señor,
que, por la participación en este sacramento,
nos enseñes a sopesar con sabiduría los bienes de la tierra
y amar intensamente los del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Al ver Dios que el temor arruinaba el mundo, trató inmediatamente de volverlo a llamar con amor, de invitarlo con su gracia, de sostenerlo con su caridad, de vinculárselo con su afecto» (San Pedro Crisólogo).
«A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo para volver a encontrar el sentido de la esperanza. Dios nos ama y, precisamente por eso, espera que volvamos a Él, que abramos nuestro corazón a su amor» (Benedicto XVI).
«‘Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre’ (Jn 3,13). Dejada a sus fuerzas naturales, la humanidad no tiene acceso a la ‘Casa del Padre’ (Jn 14,2), a la vida y a la felicidad de Dios. Solo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 661).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Al ver Dios que el temor arruinaba el mundo, trató inmediatamente de volverlo a llamar con amor, de invitarlo con su gracia, de sostenerlo con su caridad, de vinculárselo con su afecto» (San Pedro Crisólogo).
«A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo para volver a encontrar el sentido de la esperanza. Dios nos ama y, precisamente por eso, espera que volvamos a Él, que abramos nuestro corazón a su amor» (Benedicto XVI).
«‘Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre’ (Jn 3,13). Dejada a sus fuerzas naturales, la humanidad no tiene acceso a la ‘Casa del Padre’ (Jn 14,2), a la vida y a la felicidad de Dios. Solo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 661).
Para el oficio de la Virgen de Guadalupe, sígase lo siguiente:
12 de diciembre
Viernes
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE,
PATRONA DE AMÉRICA
Era el mes de diciembre de 1531, diez años solamente después de conquistada Tenochtitlan por los españoles, cuando la santísima Virgen se apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Lo nombró su embajador ante el obispo, fray Juan de Zumárraga, para que le construyeran un templo. La prueba de que las palabras de Juan Diego eran ciertas fueron las rosas que llevó en su tilma y la preciosa imagen que apareció dibujada en ella. La santísima Virgen es nuestra Madre. Toda la historia de Juan Diego y de las apariciones de la Virgen están fundadas en una constante y sólida tradición.
Para el oficio de la Virgen de Guadalupe, sígase lo siguiente:
12 de diciembre
Viernes
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE,
PATRONA DE AMÉRICA
Era el mes de diciembre de 1531, diez años solamente después de conquistada Tenochtitlan por los españoles, cuando la santísima Virgen se apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Lo nombró su embajador ante el obispo, fray Juan de Zumárraga, para que le construyeran un templo. La prueba de que las palabras de Juan Diego eran ciertas fueron las rosas que llevó en su tilma y la preciosa imagen que apareció dibujada en ella. La santísima Virgen es nuestra Madre. Toda la historia de Juan Diego y de las apariciones de la Virgen están fundadas en una constante y sólida tradición.
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Para el oficio de la feria de este día, sígase lo siguiente:
Antífona de entrada Ap 12, 1
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre de misericordia,
que has puesto a tu pueblo bajo la especial protección
de la santísima Madre de tu Hijo,
concede, a cuantos invocan a la Virgen de Guadalupe,
procurar con fe diligente el progreso de los pueblos
por el camino de la justicia y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
AMÉN.
Antífona de entrada Ap 12, 1
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre de misericordia,
que has puesto a tu pueblo bajo la especial protección
de la santísima Madre de tu Hijo,
concede, a cuantos invocan a la Virgen de Guadalupe,
procurar con fe diligente el progreso de los pueblos
por el camino de la justicia y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
AMÉN.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Is 7, 10-14
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo
Del libro del profeta Isaías.
EN AQUELLOS TIEMPOS, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor". Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Palabra de Dios.
O bien: Sir (Eclo) 24, 23-31
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí, los que me aman
Del libro del Sirácida (Eclesiástico).
YO soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza.
Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mí está
toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud.
Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras
son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo
sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar
por mí no pecarán. Los que me honran tendrán una vida eterna.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 66
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
V/. Ten piedad de nosotros y bendícenos;
vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora. R/.
V/. Las naciones con júbilo te canten,
porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos
y riges en la tierra a las naciones. R/.
V/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos,
que los pueblos te aclamen todos juntos.
Que nos bendiga Dios
y que le rinda honor el mundo entero. R/.
SEGUNDA LECTURA Ga 4, 4-7
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas.
HERMANOS:
Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abbá!" es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1, 47
R. Aleluya, aleluya.
V/. Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador. R/.
EVANGELIO Lc 1, 39-48
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre
Del santo Evangelio según san Lucas.
EN AQUELLOS DÍAS, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme?
Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María:
"Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra del Señor.
PRIMERA LECTURA Is 7, 10-14
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo
Del libro del profeta Isaías.
EN AQUELLOS TIEMPOS, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor". Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Palabra de Dios.
O bien: Sir (Eclo) 24, 23-31
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí, los que me aman
Del libro del Sirácida (Eclesiástico).
YO soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza.
Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mí está
toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud.
Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras
son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo
sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar
por mí no pecarán. Los que me honran tendrán una vida eterna.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 66
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
V/. Ten piedad de nosotros y bendícenos;
vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora. R/.
V/. Las naciones con júbilo te canten,
porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos
y riges en la tierra a las naciones. R/.
V/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos,
que los pueblos te aclamen todos juntos.
Que nos bendiga Dios
y que le rinda honor el mundo entero. R/.
SEGUNDA LECTURA Ga 4, 4-7
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas.
HERMANOS:
Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abbá!" es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1, 47
R. Aleluya, aleluya.
V/. Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador. R/.
EVANGELIO Lc 1, 39-48
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre
Del santo Evangelio según san Lucas.
EN AQUELLOS DÍAS, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme?
Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María:
"Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra del Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos
en la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe,
y concédenos que este sacrificio
nos dé la fuerza para cumplir tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
Señor, Padre santo, reconocer tu grandeza
en la perfección de los santos,
y proclamar especialmente tu inmensa bondad
al conmemorar a la santísima Virgen María.
Al celebrarla hoy, en su advocación
de nuestra Señora de Guadalupe,
queremos exaltar tu generosidad
inspirados en su propio cántico,
porque tú realizaste grandes cosas en el mundo
y diste pruebas de tu infinita misericordia
cuando miraste la pequeñez de tu servidora,
y por medio de ella, nos diste al autor de nuestra salvación,
Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.
Por él, adoran tu grandeza
todos los ángeles que se alegran en tu presencia.
Permítenos unirnos a sus voces
cantando con el mismo entusiasmo:
Santo, Santo, Santo …
Antífona de comunión Cf. Sal 147, 20
A ningún otro pueblo trató así el Señor, ni le dio a conocer sus mandamientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
recibidos en este sacramento
nos ayuden a reconocernos y amarnos
como verdaderos hermanos,
por la intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Acepta, Señor, los dones que te presentamos
en la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe,
y concédenos que este sacrificio
nos dé la fuerza para cumplir tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
Señor, Padre santo, reconocer tu grandeza
en la perfección de los santos,
y proclamar especialmente tu inmensa bondad
al conmemorar a la santísima Virgen María.
Al celebrarla hoy, en su advocación
de nuestra Señora de Guadalupe,
queremos exaltar tu generosidad
inspirados en su propio cántico,
porque tú realizaste grandes cosas en el mundo
y diste pruebas de tu infinita misericordia
cuando miraste la pequeñez de tu servidora,
y por medio de ella, nos diste al autor de nuestra salvación,
Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.
Por él, adoran tu grandeza
todos los ángeles que se alegran en tu presencia.
Permítenos unirnos a sus voces
cantando con el mismo entusiasmo:
Santo, Santo, Santo …
Antífona de comunión Cf. Sal 147, 20
A ningún otro pueblo trató así el Señor, ni le dio a conocer sus mandamientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
recibidos en este sacramento
nos ayuden a reconocernos y amarnos
como verdaderos hermanos,
por la intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Al ver Dios que el temor arruinaba el mundo, trató inmediatamente de volverlo a llamar con amor, de invitarlo con su gracia, de sostenerlo con su caridad, de vinculárselo con su afecto» (San Pedro Crisólogo).
«A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo para volver a encontrar el sentido de la esperanza. Dios nos ama y, precisamente por eso, espera que volvamos a Él, que abramos nuestro corazón a su amor» (Benedicto XVI).
«‘Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre’ (Jn 3,13). Dejada a sus fuerzas naturales, la humanidad no tiene acceso a la ‘Casa del Padre’ (Jn 14,2), a la vida y a la felicidad de Dios. Solo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 661).
Para la fiesta de la Virgen de Guadalupe
El Señor quiere de nosotros que no desaprovechemos la ocasión de crecer en su Amor a través del trato con su Madre. Que cada día sepamos tener con Ella esos detalles de hijos — cosas pequeñas, atenciones delicadas—, que se van haciendo realidades de santidad personal y de apostolado» (San Josemaría).
«La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre. Al mismo tiempo, María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre ellos» (Juan Pablo II).
«(…) María es ‘bendita entre todas las mujeres’ porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor. Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las ‘naciones de la tierra’ (Gn 12,3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios: ‘Jesús, el fruto bendito de su vientre’» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.676).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Al ver Dios que el temor arruinaba el mundo, trató inmediatamente de volverlo a llamar con amor, de invitarlo con su gracia, de sostenerlo con su caridad, de vinculárselo con su afecto» (San Pedro Crisólogo).
«A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo para volver a encontrar el sentido de la esperanza. Dios nos ama y, precisamente por eso, espera que volvamos a Él, que abramos nuestro corazón a su amor» (Benedicto XVI).
«‘Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre’ (Jn 3,13). Dejada a sus fuerzas naturales, la humanidad no tiene acceso a la ‘Casa del Padre’ (Jn 14,2), a la vida y a la felicidad de Dios. Solo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 661).
Para la fiesta de la Virgen de Guadalupe
El Señor quiere de nosotros que no desaprovechemos la ocasión de crecer en su Amor a través del trato con su Madre. Que cada día sepamos tener con Ella esos detalles de hijos — cosas pequeñas, atenciones delicadas—, que se van haciendo realidades de santidad personal y de apostolado» (San Josemaría).
«La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre. Al mismo tiempo, María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre ellos» (Juan Pablo II).
«(…) María es ‘bendita entre todas las mujeres’ porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor. Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las ‘naciones de la tierra’ (Gn 12,3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios: ‘Jesús, el fruto bendito de su vientre’» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.676).



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