PROGRAMA PARROQUIAL:DOMINGO, 25 DE FEBREROPARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Cuaresma: Función Principal de Instituto del Cristo del Prendimiento (a las 11.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Cuaresma (a las 12.30 h.)
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Cuaresma: Función Principal de Instituto del Cristo del Prendimiento (a las 11.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Cuaresma (a las 12.30 h.)
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Portada
NUEVA EVANGELIZACIÓN Herramientas pastorales para acoger a ateos, alejados o a pecadores de cualquier tipoEEUU El caso de tres rectoras de la Ivy League destapa la realidadCULTURA El director de ReL es el autor de «Despierta y combate a los bárbaros que arruinan tu vida»Álex Rosal: los bárbaros son «arquitectos del mal», buscan «trastocar el orden natural de las cosas»EUROPA Solo casos con detenciones, juicios y sanciones: hay 2 casos españolesPERSONAJES Y deja el corazón abierto a su respuesta, añade Carolina: «Confía en Él, Él te ama»PERSONAJES La mediática Marián Reynoso relata su experiencia de Dios: «Fue como sentirle»VIDA Y FAMILIA Un desafío diario, una prueba de amor5 cosas que puedes hacer por tu cónyuge sin fe: una ayuda para el matrimonio y su posible conversiónEEUU Condenas de 10 años de cárcel por sentarse bloqueando clínicas abortistasEUROPA «Ante los actos cismáticos no pude continuar», confiesa la periodistaCULTURA Se cumplen 60 años de su película «El Evangelio según San Mateo»NUEVA EVANGELIZACIÓN Los 3 pasos para hacer comunión espiritual, si no puedes ir al sacramentoESPAÑA Se llenó el Aula Magna de la Universidad Abat Oliba: publicamos su declaración de principios
Elogio: Junto al río Beijang, cerca
de Shaoguan, en la provincia china de Guandong, santos mártires Luis Versiglia,
obispo, y Calixto Caravario, presbítero de la Sociedad de San Francisco de
Sales, que sufrieron el martirio por haber dado asistencia pastoral a las
personas que les estaban confiadas.
Refieren a este santo: Santos Agustín Zhao Rong, Pedro Sans i Jordá, obispo y compañeros.
San Cesáreo,
laico
En
Nacianzo, de la región de Capadocia, san Cesáreo, médico, hermano de san
Gregorio Nacianceno.
Santa
Aldetrudis, abadesa
En
Maubeuge, en la Galia Bélgica, santa Aldetrudis, virgen y abadesa.
Santa Waldburgis, abadesa
En
el monasterio de Heidenheim, en Franconia, santa Waldburgis, abadesa, a quien
san Bonifacio, y los hermanos de ella, santos Willibaldo y Winebaldo,
convencieron para que fuese de Inglaterra a Germania, donde rigió aquel
monasterio de doble comunidad de monjas y monjes.
San Gerlando
de Agrigento, obispo
En
Agrigento, en Sicilia, san Gerlando, obispo, que organizó su Iglesia una vez
recuperada de manos de los sarracenos.
Beato Roberto
de Arbrissel, presbítero y fundador
En
el priorato de Orsan, en la región de Bourges, en Aquitania, tránsito del beato
Roberto de Arbrissel, presbítero, que predicando públicamente la conversión de
las costumbres, reunió mujeres y hombres en el monasterio doble de Fontevrault,
bajo el gobierno de una abadesa.
Beato
Avertano, religioso
En
Luca, de la Toscana, beato Avertano, peregrino, religioso de la Orden de los
Carmelitas.
Beato
Sebastián de Aparicio, religioso
En
Puebla de los Ángeles, en México, beato Sebastián Aparicio, que, siendo pastor
de ovejas, se trasladó de España a México, donde reunió con su trabajo una
notable fortuna con la que ayudó a los pobres, y tras haber enviudado dos
veces, fue recibido como hermano laico en la Orden de los Hermanos Menores, en
la cual falleció casi centenario.
San Néstor de
Magido, obispo y mártir
En
Perge, en Panfilia, pasión de san Néstor, obispo de Magido y mártir, que en la
persecución bajo el emperador Decio fue condenado por el prefecto de la
provincia a morir en una cruz, para que sufriese la misma pena del Crucificado
a quien confesaba.
Beato Domingo
Lentini, presbítero
En
Lauria, en la Lucania, beato Domingo Lentini, presbítero, que en su lugar de
origen, y hasta su muerte, ejerció un fructuoso y variado ministerio, cimentado
en una vida de humildad, oración y penitencia.
Beato Diego
Yuki Ruosetsu, presbítero y mártir
En
Osaka, Japón, beato Diego Yuki Ruosetsu, presbítero de la Orden de la Compañía
de Jesús y mártir, que fue condenado a la fosa luego de animar y confortar por
muchos años con los sacramentos a los cristianos perseguidos.
Beata María
Adeodata Pisani, abadesa
En
el pueblo de Mdina, en la isla de Malta, beata María Adeodata (María Teresa)
Pisani, virgen de la Orden de San Benito, que, abadesa del monasterio de San
Pedro, con sabia administración de su tiempo, a la vez que cumplía su propia
misión, mostró gran interés por los pobres y abandonados, y contribuyó así al
bien de la comunidad.
San Lorenzo
Bai Xiaoman, mártir
En
la ciudad de Xilianxian, en la provincia china de Guangxi, san Lorenzo Bai
Xiaoman, mártir, de oficio artesano y neófito, que prefirió ser azotado y
decapitado antes que negar a Cristo.
Beato Ciriaco
María Sancha Hervás, obispo y fundador
En
Toledo, España, beato Ciriaco María Sancha Hervás, obispo, Cardenal Primado de
España y fundador de las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha.
Santo Toribio
Romo González, presbítero y mártir
En
la aldea de Tequila, en el territorio de Guadalajara, en México, santo Toribio
Romo González, presbítero y mártir, que a causa de su condición sacerdotal fue
asesinado durante la persecución religiosa.
Santos Luis
Versiglia y Calixto Caravario, mártires
Junto
al río Beijang, cerca de Shaoguan, en la provincia china de Guandong, santos
mártires Luis Versiglia, obispo, y Calixto Caravario, presbítero de la Sociedad
de San Francisco de Sales, que sufrieron el martirio por haber dado asistencia
pastoral a las personas que les estaban confiadas.
Beata María
Ludovica De Angelis, virgen
En
City Bell, Argentina, beata María Ludovica (Antonina) De Angelis, virgen de las
Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Beata Rani
Maria Vattalil, religiosa mártir
Cerca
de Udainagar, Bagli, en la India, beata Rani Maria Vattalil, franciscana
clarisa, muerta por odio a la fe, mientras pronunciaba el nombre de Jesús.
San Cesáreo, laico
En Nacianzo, de la región de Capadocia, san Cesáreo, médico, hermano de san Gregorio Nacianceno.
Santa Aldetrudis, abadesa
En Maubeuge, en la Galia Bélgica, santa Aldetrudis, virgen y abadesa.
Santa Waldburgis, abadesa
En el monasterio de Heidenheim, en Franconia, santa Waldburgis, abadesa, a quien san Bonifacio, y los hermanos de ella, santos Willibaldo y Winebaldo, convencieron para que fuese de Inglaterra a Germania, donde rigió aquel monasterio de doble comunidad de monjas y monjes.
San Gerlando de Agrigento, obispo
En Agrigento, en Sicilia, san Gerlando, obispo, que organizó su Iglesia una vez recuperada de manos de los sarracenos.
Beato Roberto de Arbrissel, presbítero y fundador
En
el priorato de Orsan, en la región de Bourges, en Aquitania, tránsito del beato
Roberto de Arbrissel, presbítero, que predicando públicamente la conversión de
las costumbres, reunió mujeres y hombres en el monasterio doble de Fontevrault,
bajo el gobierno de una abadesa.
Beato
Avertano, religioso
En Luca, de la Toscana, beato Avertano, peregrino, religioso de la Orden de los Carmelitas.
Beato Sebastián de Aparicio, religioso
En Puebla de los Ángeles, en México, beato Sebastián Aparicio, que, siendo pastor de ovejas, se trasladó de España a México, donde reunió con su trabajo una notable fortuna con la que ayudó a los pobres, y tras haber enviudado dos veces, fue recibido como hermano laico en la Orden de los Hermanos Menores, en la cual falleció casi centenario.
San Néstor de Magido, obispo y mártir
En Perge, en Panfilia, pasión de san Néstor, obispo de Magido y mártir, que en la persecución bajo el emperador Decio fue condenado por el prefecto de la provincia a morir en una cruz, para que sufriese la misma pena del Crucificado a quien confesaba.
Beato Domingo Lentini, presbítero
En Lauria, en la Lucania, beato Domingo Lentini, presbítero, que en su lugar de origen, y hasta su muerte, ejerció un fructuoso y variado ministerio, cimentado en una vida de humildad, oración y penitencia.
Beato Diego Yuki Ruosetsu, presbítero y mártir
En Osaka, Japón, beato Diego Yuki Ruosetsu, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que fue condenado a la fosa luego de animar y confortar por muchos años con los sacramentos a los cristianos perseguidos.
Beata María Adeodata Pisani, abadesa
En el pueblo de Mdina, en la isla de Malta, beata María Adeodata (María Teresa) Pisani, virgen de la Orden de San Benito, que, abadesa del monasterio de San Pedro, con sabia administración de su tiempo, a la vez que cumplía su propia misión, mostró gran interés por los pobres y abandonados, y contribuyó así al bien de la comunidad.
San Lorenzo Bai Xiaoman, mártir
En la ciudad de Xilianxian, en la provincia china de Guangxi, san Lorenzo Bai Xiaoman, mártir, de oficio artesano y neófito, que prefirió ser azotado y decapitado antes que negar a Cristo.
Beato Ciriaco María Sancha Hervás, obispo y fundador
En Toledo, España, beato Ciriaco María Sancha Hervás, obispo, Cardenal Primado de España y fundador de las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha.
Santo Toribio Romo González, presbítero y mártir
En la aldea de Tequila, en el territorio de Guadalajara, en México, santo Toribio Romo González, presbítero y mártir, que a causa de su condición sacerdotal fue asesinado durante la persecución religiosa.
Santos Luis Versiglia y Calixto Caravario, mártires
Junto al río Beijang, cerca de Shaoguan, en la provincia china de Guandong, santos mártires Luis Versiglia, obispo, y Calixto Caravario, presbítero de la Sociedad de San Francisco de Sales, que sufrieron el martirio por haber dado asistencia pastoral a las personas que les estaban confiadas.
Beata María Ludovica De Angelis, virgen
En City Bell, Argentina, beata María Ludovica (Antonina) De Angelis, virgen de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Beata Rani Maria Vattalil, religiosa mártir
Cerca
de Udainagar, Bagli, en la India, beata Rani Maria Vattalil, franciscana
clarisa, muerta por odio a la fe, mientras pronunciaba el nombre de Jesús.
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Antífona de entrada Sal 24, 6. 3. 22
Mi corazón me habla de ti diciendo: “Busca su rostro”. Tu faz estoy buscando, Señor; no me escondas tu rostro.
O bien: Cfr. Sal 24, 6. 2. 22
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas. No permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
No se dice Gloria.
Oración colecta
SEÑOR, Dios, que nos mandaste escuchar a tu Hijo muy amado,
dígnate alimentarnos íntimamente con tu palabra,
para que, ya purificada nuestra mirada interior,
nos alegremos en la contemplación de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe
Lectura del libro del Génesis 22, 1-2. 9a. 10-13. 15-18
«¡Abrahán!».
Él respondió:
«Aquí estoy».
Dios dijo:
«Toma a tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en uno de los montes que yo te indicaré».
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña.
Entonces Abrahán alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:
«¡Abrahán, Abrahán!».
Él contestó:
«Aquí estoy».
El ángel le ordenó:
«No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo».
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
El ángel del Señor llamó a Abrahán por segunda vez desde el cielo y le dijo: «Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 115, 10 y 15. 16-17. 18-19 (R: Sal 114, 9)
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos.
V/.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué
desgraciado soy!».
Mucho
le cuesta al Señor
la
muerte de sus fieles. R/.
V/.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo
tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste
mis cadenas.
Te
ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando
el nombre del Señor. R/.
V/.
Cumpliré al Señor mis votos
en
presencia de todo el pueblo,
en
el atrio de la casa del Señor,
en
medio de ti, Jerusalén. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 31b-34
HERMANOS:
Si
Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
El
que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es
el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más
todavía, resucitó y está a la derecha de Dios y que además intercede por
nosotros?
Palabra de Dios.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor.
DOMINGO DE LA II SEMANA DE CUARESMA (CICLO B)
Quería, sobre la primera lectura, recoger aquí algo de lo que escribe la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, tantas veces citada en estos comentarios, a propósito de esta página sobre la fe inquebrantable de Abrahán:
¡¿Qué experimentaría el alma santísima de nuestro Padre Abraham, escogido y privilegiado por Dios para que en su descendencia fueran bendecidas todas las naciones por el Mesías Prometido...?!
¡¿Qué sentiría su corazón desgarrado, en lo más recóndito de su espíritu, que, confiando en Dios con fe firme y certera, no dudaba de las promesas de Yahvé, que había hecho recaer sobre él y su descendencia para siempre; al mismo tiempo que iba a ofrecer en sacrificio a su «unigénito» hijo, que le había nacido en la vejez de modo tan milagroso, por medio de Sara, ya estéril; sobre el cual recaían todas aquellas promesas hechas por el mismo Dios a su alma, y que ahora tenía que sacrificar...?!
¡Qué momento más peligroso para su inconmovible fe, más dramático, más desconcertante para su alma dolorida y desgarrada, y para su brazo extendido y sin vacilar, alzando a Dios su mirada para, valerosamente, ofrecerle no sólo a su propio hijo, sino cuanto en él y por él le había sido prometido!
¡Cosa más terrible que mil muertes para el corazón del hombre que conoce los pensamientos de Dios que le han sido revelados, y que, aparentemente, se le convertían en una insospechada e inimaginable contradicción!
Opúsculo nº 17 Yo tengo fe (Del libro: Luz en la noche. El misterio de la fe dado en sabiduría amorosa)
No me atrevo a añadir nada más que lo que ella misma dirá en unos párrafos anteriores a la cita afirmando que se sentía...
... llena de amor y santo orgullo por nuestro Padre Abraham, que no se reservó nada para sí, estando dispuesto a ofrecer en sacrificio a su «único» hijo, su «primogénito», el hijo de la gran promesa hecha por Yahvé a su alma; y que, aun en medio de la más terrible y desconcertante tribulación, nunca dudó –titubeando– de la palabra que Yahvé había inscrito en su alma!
Sintamos ese amor y santo orgullo al considerar a Abrahán nuestro padre en la fe.
No puedo pasar sin un breve comentario a la afirmación de San Pablo (segunda lectura) El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará todo con Él?
Solo el Amor Infinito es Capaz de actuar de manera tan desconcertante con nosotros los hombres tan raquíticos en la entrega y tan poco responsables en aprovechar los regalos de Dios.
Medimos muchas veces a Dios con nuestros criterios rastreros y no entendemos. Lo que Dios hace no cabe en nuestros modos: La Cruz, la Eucaristía y la misma Encarnación del Verbo, desbordan nuestras maneras y en vez de entrar dentro de estas maneras de donación, nos entretenemos con nuestras cositas y miramos a otra parte.
Por eso, y termino, tomemos en serio la voz del Padre que nos dice: (Evangelio) Este es mi Hijo amado: escuchadlo.
Credo.
Oración de los fieles
Oremos,
hermanos, al Padre de la misericordia, árbitro de nuestros actos y Dios que escudriña lo profundo de nuestros corazones, y, con espíritu contrito,
pidámosle que escuche la oración de su pueblo penitente:
-
Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de Cuaresma con verdadero
espíritu de penitencia y prepararse a celebrar con fruto el sacramento del
perdón, roguemos al Señor.
-
Para que quienes se han apartado del camino del bien y han muerto a causa del
pecado escuchen en estos días de Cuaresma la voz del Hijo de Dios y vivan,
roguemos al Señor.
-
Para que Dios inspire sentimientos de caridad a los que tienen riquezas y
multiplique los bienes de la tierra en bien de todos, roguemos al Señor.
-
Para que la penitencia cuaresmal aleje de nosotros el amor desordenado a los
bienes visibles y sane nuestra aridez espiritual con el deseo de los bienes del
cielo, roguemos al Señor.
y a nosotros nos has concedido ser iluminados con la fe del Evangelio,
escucha nuestras oraciones y abre nuestros oídos,
para que, escuchando siempre la voz de tu Hijo
y aceptando en nuestra vida el misterio de la cruz,
podamos alcanzar la gloria de tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
y santifiquen el cuerpo y el alma de tus fieles,
para celebrar dignamente las fiestas pascuales.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℣. El Señor esté con
vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado
hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor,
nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
EN VERDAD es justo y
necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar;
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque él mismo,
después de anunciar su muerte a los discípulos,
les mostró en el monte santo el esplendor de su gloria,
para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas,
que la pasión es el camino de la resurrección.
así nosotros en la tierra te aclamamos,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona
de la comunión Mt 17, 5
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadlo.
Oración
después de la comunión
AL RECIBIR, Señor, este
glorioso sacramento,
queremos darte gracias de todo corazón
porque así nos permites, desde este mundo,
participar ya de los bienes del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración
sobre el pueblo
BENDICE, Señor, a tus
fieles con una bendición perpetua, y haz que de
tal manera acojan el Evangelio de tu Hijo, que puedan debida y
felizmente desear y alcanzar la gloria que El manifestó a los apóstoles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario