PROGRAMA PARROQUIAL:SÁBADO, 15 DE JULIOPARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XV Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XV Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XV Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
Las cartas del Padre Pio (para cada día):
Portada
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De «la misa es un rollo» al «ya no voy»: 7 consejos para que tus hijos no dejen de practicar su fe
Yuki Kohmo decidió abrazar la fe donde, siglos antes, miles de cristianos fueron martirizados
Un viaje de 1.500 kilómetros en busca de la fe: «En la oscuridad total», fue atraído por una Biblia
«La ideología alemana» vio la luz 65 años después de «El capital»
Marx fundó la ideología de género: no se evidenció por la tardía publicación de su obra clave
Vídeos
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La Madonna del Parto, restaurada
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SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de
la inhumación de san Buenaventura, obispo de Albano, en Italia, y doctor de la
Iglesia, celebérrimo por su doctrina, por la santidad de su vida y por las
preclaras obras que realizó en favor de la Iglesia. Como ministro general rigió
con gran prudencia la Orden de los Hermanos Menores, siendo siempre fiel al
espíritu de san Francisco, y en sus numerosos escritos unió suma erudición y
ardiente piedad. Cuando estaba prestando un gran servicio al II Concilio
Ecuménico de Lyon, mereció pasar a la visión beatífica de Dios.
Patronazgos: patrono de
Lyon, de los teólogos, los niños, los trabajadores, los porteadores y los
fabricantes de jabón.
Refieren a este santo: Beato Inocencio V.
Santos Eutropio, Zósima y Bonosa, mártires
En Porto Romano (Fiumicino), santos Eutropio, Zósima y Bonosa, mártires.
San Félix de
Tibiuca, obispo y mártir
En Cartago, en la vía llamada de los Escilitanos, en la basílica de
Fausto, inhumación de san Félix, obispo de Tibiuca y mártir, que ante la orden
del procurador Magniliano de que se arrojasen al fuego los libros de la Biblia,
respondió que prefería ser abrasado él antes que quemar las Sagradas
Escrituras, y por esta respuesta el procurador Anulino le atravesó con la
espada.
Santos Catulino
y compañeros, mártires
También en Cartago, conmemoración de los santos Catulino, diácono y
mártir, alabado por san Agustín en un sermón al pueblo, y otros mártires, que
reposan en la basílica de Fausto.
Santos Felipe y
diez niños, mártires
En Alejandría, ciudad de Egipto, santos mártires Felipe y diez niños.
San Abudemio,
mártir
En la isla de Ténedo, en el mar Egeo, ante la costa del Helesponto, san
Abudemio, mártir.
San Jacobo de
Nísibe, obispo
En Nísibe, en Mesopotamia, san Jacobo, primer obispo de esta ciudad, que
intervino en el Concilio de Nicea y dirigió su rebaño en paz, alimentándolo
espiritualmente y defendiéndolo con energía de los enemigos de la fe.
San Plequelmo,
obispo
Cerca de Roermond, en la ribera del Mosa, san Plequelmo, obispo, oriundo
de Northumbría, que dedicó su vida a anunciar a muchos las riquezas de la fe en
Cristo.
San Gumberto,
abad
En Ansbach, en Franconia, san Gumberto, abad, que fundó este monasterio
en una casa de campo de su propiedad.
San José de
Tesalónica, obispo y mártir
En Tesalia, tránsito de san José, obispo de Tesalónica, hermano de san
Teodoro Studita, que durante su vida de monje compuso numerosos himnos y,
promovido después al episcopado, pronto tuvo que sufrir muchas y ásperas
dificultades por defender la disciplina eclesiástica y el culto de las sagradas
imágenes, tras lo cual fue relegado al exilio en Tesalia, donde murió de
hambre.
San Atanasio de
Nápoles, obispo y confesor
En Nápoles, ciudad de la Campania, san Atanasio, obispo, quien, después
de haber sufrido mucho por las insidias de su impío sobrino Sergio, fue
expulsado de su sede episcopal y, sumido en las tribulaciones, voló al cielo en
Véroli, país de los hérnicos.
San Vladimiro
Basilio, rey
En Kiev, ciudad de Rusia, san Vladimiro, príncipe, bautizado con el
nombre de Basilio, que se preocupó en propagar la fe ortodoxa entre los pueblos
que gobernaba.
Santos Ansuero y
veintiocho compañeros, monjes y mártires
En Ratzeburg, de Schleswig-Hostein, en Germania, san Ansuero, abad y
mártir, lapidado junto con otros veintiocho monjes de Wendes, por paganos
contrarios a quienes predicaban el Evangelio.
San David de
Västeras, abad y obispo
En Västeras, en Suecia, san David, obispo, el cual, originario de
Inglaterra, después de abrazar la vida de monje cluniacense fue a predicar la
fe cristiana a los suecos y, ya anciano, murió piadosamente en el monasterio
que él mismo había fundado.
Beato Ceslas,
religioso presbítero
En Breslau, en Silesia, beato Ceslas, uno de los primeros presbíteros de
la Orden de Predicadores que trabajó por el reino de Dios en Silesia y en otras
regiones cercanas.
Beato Bernardo
de Baden, laico
En Montcallier, pueblo del Piamonte, beato Bernardo, marqués de Baden, a
quien le sorprendió la muerte mientras se dirigía a Oriente para defender a la
población cristiana, después de la conquista de Constantinopla por los
enemigos.
Beatos Ignacio
de Acevedo y treinta y ocho compañeros, religiosos mártires
Pasión de los mártires beatos Ignacio de Acevedo, presbítero, y treinta y
ocho compañeros religiosos de la Orden de la Compañía de Jesús, que cuando se
dirigían a las misiones del Brasil en una nave llamada «San Jacobo», fueron
asaltados por piratas y, en odio a la religión católica, traspasados todos
ellos con espadas y lanzas. Sus nombres son: Diego de Andrade, presbítero;
Gonzalo Henriques, diácono; Antonio Soares, Benito de Castro, Juan Fernandes,
Manuel Álvares, Francisco Álvares, Juan de Mayorga, Esteban de Zudaire, Alfonso
de Baena, Domingo Fernandes, otro Juan Fernandes, Alejo Delgado, Luis Correia,
Manuel Rodrigues, Simón Lopes, Manuel Fernandes, Álvaro Mendes, Pedro Nunes, Luis
Rodrigues, Francisco de Magalhaes, Nicolás Dinis, Gaspar Álvares, Blas Ribeiro,
Antonio Fernandes, Manuel Pacheco, Pedro de Fontoura, Andrés Gonçalves, Mauro
Vaz, Diego Pires, Marco Caldeira, Antonio Correia, Fernando Sánchez, Gregorio
Escribano, Francisco Pérez Godoy, Juan de Zafra, Juan de San Martín,
religiosos, y Juan, que se unió a ellos.
San Pompilio
María Pirrotti, religioso presbítero
En Campi Salentina, en la Apulia, san Pompilio María Pirrotti, presbítero
de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, célebre por la
austeridad de su vida.
Beato Miguel
Bernardo Marchand, presbítero y mártir
En el mar, ante la costa de Rochefort, beato Miguel Bernardo Marchand,
presbítero y mártir, que durante la Revolución Francesa fue encarcelado en Rouen
por ser sacerdote, siendo trasladado después a una vieja nave, en la que
enfermó y murió.
San Pedro Nguyen
Bá Tuân, presbítero y mártir
En la ciudad de Nam Dinh, en Tonkín, san Pedro Nguyen Bá Tuân, presbítero
y mártir, que, en tiempo del emperador Minh Mang, fue encarcelado por ser
cristiano y falleció de hambre en prisión.
Beata Ana María
Javouhey, virgen y fundadora
En París, en Francia, beata Ana María Javouhey, virgen, fundadora de la
Congregación de Religiosas Misioneras de San José de Cluny, dedicadas al
cuidado de enfermos y a la instrucción cristiana de la juventud femenina, obra
que la beata consiguió difundir también en tierras de misión.
San Andrés
Nguyên Kim Thông Nam, catequista mártir
En la provincia de My Tho, en Cochinchina, actualmente Vietnam, san
Andrés Nguyên Kim Thông Nam (Nam Thuông), mártir, el cual, en tiempo del
emperador Tu Duc, por ser catequista fue primero encarcelado y después
desterrado, obligándole a caminar hacia el exilio encadenado y cargado con un
madero, por lo que murió durante el viaje como auténtico mártir.
Beato Antonio
Beszta-Borowski, presbítero y mártir
En el pueblo de Bielsk Podlaski, en Polonia, beato Antonio
Beszta-Borowski, presbítero y mártir, que en tiempo de guerra fue hecho
prisionero por los enemigos de la fe y descansó en la paz de Cristo tras ser
fusilado.
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
Liturgia de las Horas: oficio de la memoria.
Martirologio: elogs. del 16 de julio, pág. 422.
CALENDARIOS: Canarias-Fuerteventura: San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia (S). Franciscanos: (F).Canarias y Tenerife: Beatos Ignacio de Acevedo, y compañeros, mártires (MO).Escolapios: San Pompilio María Pirrotti, presbítero (MO).Toledo: Beatos Alfonso de Baena, Juan de san Martín Rodríguez, Francisco Pérez Godoy y compañeros, religiosos y mártires (ML).Cuenca: Aniversario de la muerte de Mons. José Guerra Campos, obispo, emérito (1997).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria obligatoria
Buenaventura (1218-1274) fue hijo espiritual de san Francisco de Asís. Como ministro general de la Orden de los Menores, trabajó por su organización.
Por la sublimidad de su doctrina teológica –enseñó, en la escuela de san Agustín, el “Itinerario del alma hacia Dios”- y por la intensidad de su vida de fe, mereció ser llamado el “Doctor seráfico”.
Designado Obispo-cardenal de Albano, murió durante el Concilio de Lyon.
Antífona de entrada Cf. Dan 12, 3
Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, lucirán como las estrellas, por toda la eternidad.
que al celebrar la conmemoración del obispo san Buenaventura
aprovechemos sus admirables enseñanzas
e imitemos el ardor de su caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
«Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela frente a Mambré, en la tierra de Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas».
Cuando los hermanos de José vieron que había muerto su padre, se dijeron:
«A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos todo el mal que le hicimos».
Y mandaron decir a José:
«Antes de morir tu padre nos encargó: “Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron. Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre”».
José al oírlo se echó a llorar. Entonces vinieron sus hermanos, se postraron ante él y le dijeron:
«Aquí nos tienes, somos tus siervos».
Pero José les respondió:
«No temáis, ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos».
y los consoló hablándoles al corazón.
José habitó en Egipto con la familia de su padre; y vivió ciento diez años. José llegó a conocer a los descendientes de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, que nacieron sobre sus rodillas.
Más adelante, José dijo a sus hermanos:
«Yo voy a morir, pero Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que juró dar a Abrahán, Isaac y Jacob».
Luego José hizo jurar a los hijos de Israel:
«Cuando Dios os visite, os llevaréis mis huesos de aquí».
José murió a los ciento diez años.
y revivirá vuestro corazón.
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.
«Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse.
Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones.
A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor.
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasAl celebrar estos misterios divinos, te pedimos, Señor,
que el Espíritu Santo infunda en nosotros
aquella misma luz de la fe que iluminó a san Buenaventura,
y lo impulsó a la propagación de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
que el Espíritu Santo infunda en nosotros
aquella misma luz de la fe que iluminó a san Buenaventura,
y lo impulsó a la propagación de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de los santosEficacia de la acción de los santos
En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque mediante el testimonio admirable de tus santos
fecundas sin cesar a tu Iglesia
con vitalidad siempre nueva,
dándonos así pruebas evidentes de tu amor.
Ellos nos estimulan con su ejemplo
en el camino de la vida
y nos ayudan con su intercesión.
Por eso,
ahora, nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y los santos
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque mediante el testimonio admirable de tus santos
fecundas sin cesar a tu Iglesia
con vitalidad siempre nueva,
dándonos así pruebas evidentes de tu amor.
Ellos nos estimulan con su ejemplo
en el camino de la vida
y nos ayudan con su intercesión.
Por eso,
ahora, nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y los santos
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Cf. 1 Cor 1, 23-24 Nosotros predicamos a Cristo crucificado, fuerza y sabiduría de Dios.
Oración después de la comuniónTe pedimos, Padre, por este alimento celestial recibido,
que, siguiendo las enseñanzas de san Buenaventura,
vivamos en continua acción de gracias.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
que, siguiendo las enseñanzas de san Buenaventura,
vivamos en continua acción de gracias.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Oh Señor, haz que resplandezca en nosotros tu rostro por el bien de la paz; protégenos con tu mano poderosa… Te damos gracias, a través del sumo Sacerdote y protector de nuestras almas, Jesucristo, por el cual sea la gloria y alabanza a ti, ahora y de generación en generación. Amén» (San Clemente de Roma).
«Quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza» (Benedicto XVI).
«El término alma designa (…) lo que hay de más íntimo en el hombre y de más valor en él, aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: ‘alma’ significa el principio espiritual en el hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 363).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Oh Señor, haz que resplandezca en nosotros tu rostro por el bien de la paz; protégenos con tu mano poderosa… Te damos gracias, a través del sumo Sacerdote y protector de nuestras almas, Jesucristo, por el cual sea la gloria y alabanza a ti, ahora y de generación en generación. Amén» (San Clemente de Roma).
«Quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza» (Benedicto XVI).
«El término alma designa (…) lo que hay de más íntimo en el hombre y de más valor en él, aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: ‘alma’ significa el principio espiritual en el hombre» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 363).
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