Las cartas del Padre Pio (para cada día):
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Genial matemático, filósofo y místico del s.XVII... era paciente y tenaz con los no creyentes
Pascal seduce a Francisco: ¿por qué? 12 ideas de la carta papal «Sublimitas et miseria hominis»
Su borrado del pensamiento es «histórico»: «Lo dice todo sobre nuestra época»
Advertencia del filósofo Robert Redeker: la «abolición» del alma precede a la abolición del hombre
En Irak, Michael Monsoor iba a misa antes de cada combate, comulgaba a diario... y nunca dudaba
Tras impactarle una granada, podía correr, morir… o salvar vidas: un SEAL católico, «Medal of Honor»
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Astiz: cómo combatir la Agenda 2030
25 años formando matrimonios
Voz de alarma ante los tratamientos trans
Entendiendo las cartas del Apocalipsis
Los cuatro dogmas sobre la Virgen María
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Opinión
Inteligencia artificial y textos sagrados , por Albert Cortina
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¿Es el Taichi una práctica de la Nueva Era? , por Convertidos Católicos
Hoy el reto del amor es dar tu respuesta , por El Reto Del Amor
Esposos mansos. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 38-42 , por ProyectoAmorConyugal.es
QUE ME LO DEN TODO HECHO, por Por mí, que no quede
Dom. XI Tiempo Ordinario: Ovejas sin pastor , por Palabras para vivir
SANTORAL DE HOY
Elogio: Fiesta de
santa Brígida, religiosa, nacida en Suecia, que contrajo matrimonio con el
noble Ulfo, de quien tuvo ocho hijos, a todos los cuales educó piadosamente, y
consiguió al mismo tiempo, con sus consejos y su ejemplo, que su esposo llevase
una vida de piedad. Muerto éste, peregrinó a muchos santuarios y dejó varios
escritos, en los que habla de la necesidad de reforma, tanto de la cabeza como
de los miembros de la Iglesia. Puestos los fundamentos de la Orden del
Santísimo Salvador, en Roma pasó finalmente de este mundo al cielo.
Patronazgos: patrona de
Europa, de Suecia, de los peregrinos; para pedir una santa muerte.
Refieren a
este santo: San Brinolfo Algotsson, Santa Catalina de Suecia,
San Hemming de Abo, Beato Nicolás Hermansson, Beato Urbano V.
Oración
Señor, Dios nuestro, que has manifestado a santa Brígida secretos
celestiales mientras meditaba la pasión de tu Hijo, concédenos a nosotros, tus
siervos, gozarnos siempre en la manifestación de tu gloria. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
San Ezequiel, santo del AT
Conmemoración de san Ezequiel, profeta, hijo del sacerdote Buzi, que
elegido durante la visión de la gloria de Dios que tuvo en su exilio en el país
de los caldeos, y puesto como atalaya para vigilar a la casa de Israel, censuró
por su infidelidad al pueblo elegido y previó que la ciudad santa de Jerusalén
sería destruida y su pueblo deportado. Estando en medio de los cautivos, alentó
a estos a tener esperanza y les profetizó que sus áridos huesos resucitarían y
tendrían una nueva vida.
San Severo,
mártir
En Bizia (Wiza), en Tracia, san Severo, mártir en tiempo de los
emperadores Diocleciano y Maximiano, que, según cuenta la tradición, convirtió
al centurión san Memnón y fue martirizado después de él.
San Juan
Casiano, abad
En Marsella, ciudad de la Provenza, en la Galia, san Juan Casiano,
presbítero, que fundó un monasterio para varones y otro para mujeres, y como
fruto de su larga experiencia en la vida monástica escribió para los monjes dos
obras: Instituciones Cenobíticas y Conferencias de los Padres.
San Valeriano de
Cimiez, obispo
En Cimiez, también en la Provenza, san Valeriano, obispo, que, elevado
del monasterio de Lérins al episcopado, puso por escrito ejemplos de la vida de
varios santos para edificación de los monjes y del pueblo en general.
Beata Juana de
Orvieto, virgen
En Orvieto, ciudad de la Toscana, beata Juana, virgen, terciaria
dominica, ilustre por su caridad y su paciencia.
Beata Margarita
María López de Maturana, virgen y fundadora
En Bérriz, España, beata Margarita María López de Maturana, virgen,
fundadora del instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz.
Beatos Nicéforo
de Jesús y de María Díez Tejerina y cinco compañeros, religiosos mártires
En la localidad de Manzanares, en Castilla la Nueva, en España, beatos
Nicéforo de Jesús y de María (Vicente) Díez Tejerina, presbítero, y cinco
compañeros, miembros todos de la Congregación de la Pasión, que en tiempo de
persecución fueron fusilados por mantenerse fieles a su vocación religiosa, y
merecieron por ello la corona de los mártires. Son nombres son: beatos José de
los Sagrados Corazones Estalayo García, Epifanio de San Miguel Sierra Conde,
Abilio de la Cruz Ramos Ramos, Zacarías del Santísimo Sacramento Fernández
Crespo, Fulgencio del Corazón de María Calvo Sánchez, religiosos.
Beatos Germán de
Jesús y de María Pérez Giménez y ocho compañeros, religiosos mártires
En Carabanchel Bajo, en la provincia de Madrid, también en España y
durante la misma persecución, beatos mártires Germán de Jesús y de María
(Manuel) Pérez Giménez, presbítero, y ocho compañeros, religiosos de la misma
Congregación de la Pasión, que al morir por Cristo se convirtieron en
vencedores. Sus nombres son: beatos Felipe del Corazón de María Valcabado
Granado, presbítero; Maurilio del Niño Jesús Macho Rodríguez, José de Jesús y
María Osés Sáinz, Julio del Sagrado Corazón Mediavilla Concejero, José María de
Jesús Muriente Ruiz Martínez, Laurino de Jesús Crucificado Proaño Cuesta,
Anacario de la Inmaculada Benito Nozal, Felipe de San Miguel Ruiz Fraile,
religiosos.
Beatos Pedro
Ruiz de los Paños y José Sala Picó, presbíteros y mártires
En la ciudad de Toledo, igualmente en España, beatos mártires Pedro Ruiz
de los Paños y José Sala Picó, presbíteros de la Hermandad de Sacerdotes
Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús, asesinados durante la misma persecución.
Beato Cristino
Gondek, presbítero y mártir
En Dachau, cerca de la ciudad de Munich, en Alemania, beato Cristino
Gondek, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que desterrado
de Polonia, su patria, entonces oprimida por un régimen hostil a la dignidad
humana y a la religión, por su fe cristiana fue trasladado a un campo de
concentración, donde, sometido a toda clase de tormentos, alcanzó la gloriosa
corona de los mártires.
Beato Basilio
Hopko, obispo y mártir
En la ciudad de Presov, en Eslovaquia, beato Basilio Hopko, obispo
auxiliar de esta eparquía y mártir, que en tiempo de un régimen contrario a
Cristo y a la Iglesia, fue encarcelado por haber vuelto a su ministerio de
servicio a los fieles de rito bizantino y, soportando crueles tratos, contrajo
una cruel y larga enfermedad que le acompañó hasta la muerte, obteniendo así la
palma de la victoria.
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
Misa del Domingo (verde).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.
LECC.: vol. I (A).
- Sab 12, 13. 16-19. Concedes el arrepentimiento a los pecadores.- Sal 85. R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.- Rom 8, 26-27. El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.- Mt 13, 24-43. Dejadlos crecer juntos hasta la siega.
La primera lectura y el Evangelio de hoy —con la parábola de la cizaña— son una llamada de atención sobre la tentación de meternos a jueces de los demás, excluyéndolos del reino de los cielos. Nos olvidamos de que Dios en el pecado da lugar al arrepentimiento. Solo cuando vuelva el Señor al fin de los tiempos quedará claro quiénes son el trigo y quiénes la cizaña, y será él el que lo juzgará. Mientras, pidamos que nos conceda abandonar el pecado y pasar a una vida nueva, (De) sabiendo que Dios es clemente y misericordioso (Sal resp) y que el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos inefables (2 Lect).
- Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.
Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 24 de julio, pág. 439.
CALENDARIOS: Brígidas: Santa Brígida, religiosa (S).Santander: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Manuel Sánchez Monge, obispo (2005).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
y multiplica en nosotros los dones de tu gracia,
para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad,
perseveremos con asidua vigilancia
en el cumplimiento de tus mandamientos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
a quien tengas que demostrar que no juzgas injustamente.
Porque tu fuerza es el principio de la justicia
y tu señorío sobre todo te hace ser indulgente con todos.
Despliegas tu fuerza ante el que no cree en tu poder perfecto
y confundes la osadía de los que lo conocen.
Pero tú, dueño del poder, juzgas con moderación
y nos gobiernas con mucha indulgencia,
porque haces uso de tu poder cuando quieres.
Actuando así, enseñaste a tu pueblo
que el justo debe ser humano
y diste a tus hijos una buena esperanza,
pues concedes el arrepentimiento a los pecadores.
Salmo responsorial Sal 85, 5-6. 9-10. 15-16a (R: 5a)
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. R/.
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios». R/.
Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/.
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.
Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntan:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
Pero él les respondió:
“No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».
Les propuso otra parábola:
«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas».
Les dijo otra parábola:
«El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta».
Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas;
anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
«Explícanos la parábola de la cizaña en el campo».
Él Ies contestó:
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el final de los tiempos y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
DOMINGO DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
La parábola de la buena semilla y de la cizaña. A menudo nos preguntamos
por qué Dios permite el mal en el mundo y, con una expresión que nace de una
mirada superficial y orgullosa en el fondo, somos capaces más o menos
explícitamente de decir: si yo fuera Dios... arreglaría esto...
Quiero ilustrar esta postura con una anécdota: al principio de La Obra de
la Iglesia, la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia solía presidir una
convivencia en los días de retiro del plan de Dios, en nuestras casas. Un
sacerdote, a raíz de un hecho sucedido en el que habían perecido muchos
inocentes, le preguntaba a la Madre: ¿si usted fuera Dios habría permitido
esto? Ella, respondiendo a esta pregunta capciosa, le dijo: Si fuera
Dios, ciertamente lo habría permitido, pues Dios hace las cosas infinitamente
bien..., si fuera usted o yo misma con sólo el poder sin las otras perfecciones
de Dios a lo mejor no...
Olvidamos con frecuencia que Dios, infinitamente perfecto, lo que quiere
o permite lo quiere o permite infinitamente bien... un día veremos las
razones...
La presencia del mal, debido muchas veces al mal uso de la libertad y
también al dominio sobre las leyes materiales que el hombre ha perdido por el
pecado, nos desconcierta, pero la providencia está por encima y nada escapa al
control divino a pesar de las limitaciones humanas. Sigue siendo verdad que el
Señor que permite el mal, lo hace porque sabe sacar bienes.
Algunas pautas las tenemos en las mismas lecturas de hoy: diste a
tus hijos la dulce esperanza de que en el pecado, das lugar al
arrepentimiento (primera lectura). O tú, Señor, eres bueno y
clemente (Salmo responsorial).
Un aspecto que Jesús subraya en la explicación de la parábola: la
cosecha es el fin del tiempo.
Es muy consolador pensar que al fin de los tiempos (para cada uno el fin de su
tiempo) el Señor dará a cada uno según sus obras. Al fin Dios hará justicia. En
un mundo donde todos los días se falsea la justicia, al final brillará la
justicia: entonces los justos brillaran como el sol en el reino de su
Padre.
Seguir a Jesús supone esfuerzo y fidelidad. Bien claramente nos lo
dijo: quien quiera venir en pos de Mí tome su cruz y sígame.
El domingo pasado nos lo recordaba San Pablo: sostengo que los
sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos
descubrirá (Domingo XV, segunda lectura).
Merece la pena superar con buena voluntad y con la gracia de Dios las dificultades que quisieran apartarnos del cumplimiento de la voluntad de Dios.
Oración de los fielesPidamos, hermanos, al Dios de misericordia que auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea:
Por la paz y concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor.Por nuestra comunidad, reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor.
Que nos sostenga, Señor,
la fuerza y la paciencia de tu amor,
para que la palabra evangélica,
semilla sembrada y levadura escondida en la Iglesia, fructifique en nosotros,
y se refuerce nuestra esperanza en ver nacer una humanidad nueva
que Cristo, con su retorno glorioso, hará brillar como el sol.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
la fuerza y la paciencia de tu amor,
para que la palabra evangélica,
semilla sembrada y levadura escondida en la Iglesia, fructifique en nosotros,
y se refuerce nuestra esperanza en ver nacer una humanidad nueva
que Cristo, con su retorno glorioso, hará brillar como el sol.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasPadre Santo, por el sacrificio único de tu Hijo
levaste a la perfección las ofrendas de la antigua ley;
te pedimos que recibas la oblación de tus fieles y la santifiques
como lo hiciste con la ofrenda de Abel,
para que los dones presentados en honor de tu nombre
sirvan para la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
levaste a la perfección las ofrendas de la antigua ley;
te pedimos que recibas la oblación de tus fieles y la santifiques
como lo hiciste con la ofrenda de Abel,
para que los dones presentados en honor de tu nombre
sirvan para la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
El misterio de la salvación en CristoEn verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.Por él, que es tu palabra, hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.Por eso,
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:Santo, Santo, Santo...
El misterio de la salvación en Cristo
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
Antífona de comunión Sal 110, 4-5 El Señor hizo portentos memorables, es bondadoso y compasivo; dio alimento a sus fieles.
Oración después de la comuniónPadre, ayuda con bondad a tu pueblo, que has alimentado con los sacramentos celestiales; concédele apartarse del pecado y comenzar una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Pues es Cristo el que da a la levadura esa virtud. Que nadie se queje, pues, de su pequeñez, pues el dinamismo de la predicación es enorme, y lo que una vez ha fermentado, se convierte en fermento para los demás» (San Juan Crisóstomo).
«El mal no tiene ni la primera ni la última palabra. Ante la cizaña presente en el mundo, el discípulo del Señor está llamado a imitar la paciencia de Dios, alimentar la esperanza con el apoyo de una firme confianza en la victoria final del bien, es decir de Dios» (Francisco).
«‘La Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación y busca sin cesar la conversión y la renovación’ (Concilio Vaticano II). Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 827).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Pues es Cristo el que da a la levadura esa virtud. Que nadie se queje, pues, de su pequeñez, pues el dinamismo de la predicación es enorme, y lo que una vez ha fermentado, se convierte en fermento para los demás» (San Juan Crisóstomo).
«El mal no tiene ni la primera ni la última palabra. Ante la cizaña presente en el mundo, el discípulo del Señor está llamado a imitar la paciencia de Dios, alimentar la esperanza con el apoyo de una firme confianza en la victoria final del bien, es decir de Dios» (Francisco).
«‘La Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación y busca sin cesar la conversión y la renovación’ (Concilio Vaticano II). Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 827).
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