PROGRAMA PARROQUIAL:SÁBADO, 22 DE JULIOPARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XVI Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XVI Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Eucaristía I Vísperas del Domingo de la XVI Semana del Tiempo Ordinario (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
Las cartas del Padre Pio (para cada día):
SANTORAL DE HOY
Elogio: Memoria de santa
María Magdalena, que, liberada por el Señor de siete demonios, se convirtió en
su discípula, siguiéndole hasta el monte Calvario, y en la mañana de Pascua
mereció ser la primera en ver al Salvador retornado de la muerte y llevar a los
otros discípulos el anuncio de la resurrección.
Patronazgos: patrona de
las mujeres, de los pecadores arrepentidos, de los estudiantes, zapateros,
cesteros, fabricantes de peines, peluqueros, perfumistas, maquilladores,
fontaneros, bodegueros, toneleros; protectora de los niños con dificultades de
aprendizaje, de problemas en los ojos, las tormentas y las plagas.
Oración
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a
María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual;
concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta
celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el
reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén (oración litúrgica).
San Platón, mártir
En Ancira, de Galacia, san Platón, mártir.
Santos Mártires
Masilitanos, mártires
En África, santos mártires Masilitanos, acerca de los cuales san Agustín
predicó un sermón a los fieles en el aniversario de su muerte.
San Cirilo de
Antioquía, obispo y confesor
En Antioquía, ciudad de Siria, san Cirilo, obispo, que fue encarcelado y
desterrado en tiempo del emperador Diocleciano.
San Anastasio el
abad, monje confesor
En la fortaleza de Suania (Schemaris), en los montes del Cáucaso, san
Anastasio, monje, el cual, discípulo de san Máximo el Confesor, por defender la
fe ortodoxa sufrió con él cárcel y torturas, y habiendo partido hacia esta
fortaleza, en ella, o tal vez en camino, entregó su vida.
San
Vandregisilo, abad
En el monasterio de Fontenelle, en Neustria, san Vandregisilo, abad, que,
habiendo renunciado a vivir en la corte con el rey Dagoberto, hizo vida
monástica en varios lugares, y promovido al sacerdocio por san Audeno, obispo
de Rouen, en el bosque llamado Gemeticense fundó y rigió el monasterio de ese
mismo nombre.
San Meneleo,
abad
En Menat, en la Galia Arvernense, san Meneleo, abad.
San Jerónimo de
Pavia, obispo
En Pavía, ciudad de la Lombardía, san Jerónimo, obispo.
San Gualterio,
fundador
En Lodi, en la Lombardía también, san Gualterio, fundador de la Casa
Hospital de la Misericordia.
Beato Agustín de
Biella Fangi, religioso presbítero
En Venecia, beato Agustín de Biella Fangi, presbítero de la Orden de
Predicadores, que derramó grandes bondades en Soncino, en Viglebano y en la
misma Venecia.
San Lorenzo de
Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia
En Lisboa, en Portugal, san Lorenzo de Brindis, cuya memoria se celebró
ayer.
Santos Felipe
Evans y Juan Lloyd, presbíteros y mártires
En Cardiff, ciudad de Gales, santos Felipe Evans, de la Orden de la
Compañía de Jesús, y Juan Lloyd, presbíteros y mártires, que en tiempo del rey
Carlos II fueron ahorcados al descubrirse que ejercían el sacerdocio en su
patria.
Beato Jacobo
Lombardie, presbítero y mártir
Ante el litoral de Rochefort, en Francia, beato Jacobo Lombardie,
presbítero de Limoges, mártir, que en la terrible persecución desencadenada
contra la Iglesia durante la Revolución Francesa, por ser sacerdote fue
encarcelado en una pequeña nave, en condiciones insalubres, donde falleció
consumido por una enfermedad incurable.
Santos Ana Wang,
Lucía Wang Wangzhi y Andrés Wang Tianqing, mártires
En un lugar llamado Majiazhuang, cerca de Daining, en la provincia de
Hebei, en China, santos mártires Ana Wang, virgen, Lucía Wang Wangzhi y su hijo
Andrés Wang Tianqing, asesinados por el nombre de Cristo durante la persecución
desencadenada por los Yihetuan.
Santa María Wang
Lizhi, mártir
También cerca de Daining, igualmente en la provincia china de Hebei,
santa María Wang Lizhi, mártir, que en la misma persecución, cuando algunos
paganos intentaban salvarla pidiéndole que dijera no ser cristiana, ella afirmó
abiertamente ser sierva de Cristo Jesús y por esto fue ejecutada de inmediato.
Beata María Inés
Teresa del Santísimo Sacramento, fundadora
En Roma, beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, que fundó en
México las congregaciones de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de
Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal.
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
o bien: 2 Cor 5, 14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
- Sal 62. R. Mi alma está sedienta de ti, Dios mío.
- Jn 20, 1-2. 11-18. Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Santa María Magdalena
a María Magdalena la misión de anunciar la alegría pascual;
concédenos, por su ejemplo e intercesión,
predicar a Cristo resucitado y verlo reinar en tu gloria.
Que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
╬ Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 1-2. 11-18
EL PRIMER DÍA de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a
quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se
asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la
cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis
hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios
vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Palabra del Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasRECIBE, Señor, los dones que te presentamos
en la fiesta de santa María Magdalena,
cuya ofrenda de amor aceptó con tanta misericordia
tu Hijo Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de siglos.
en la fiesta de santa María Magdalena,
cuya ofrenda de amor aceptó con tanta misericordia
tu Hijo Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de siglos.
PrefacioApóstol de los apóstoles
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre,
Padre todopoderoso,
de quien la misericordia
no es menor que el poder,
por Cristo, Señor nuestro.El cual se apareció visiblemente en el huerto
a María Magdalena,
pues ella lo había amado en vida,
lo había visto morir en la cruz,
lo buscaba yacente en el sepulcro,
y fue la primera en adorarlo
resucitado de entre los muertos;
y él la honró ante los apóstoles
con el oficio del apostolado
para que la buena noticia de la vida nueva
llegase hasta los confines del mundo.Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:Santo, Santo, Santo...
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre,
Padre todopoderoso,
de quien la misericordia
no es menor que el poder,
por Cristo, Señor nuestro.
a María Magdalena,
pues ella lo había amado en vida,
lo había visto morir en la cruz,
lo buscaba yacente en el sepulcro,
y fue la primera en adorarlo
resucitado de entre los muertos;
y él la honró ante los apóstoles
con el oficio del apostolado
para que la buena noticia de la vida nueva
llegase hasta los confines del mundo.
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Antífona de comunión 2 Cor 5, 14-15 El amor de Cristo nos apremia, a fin de que los que viven, no vivan más para sí mismos, sino para aquél que murió y resucitó por ellos.
Oración después de la comuniónQUE la participación en tus misterios, Señor,
infunda en nosotros aquel amor
que impulsó a santa María Magdalena
a entregarse por siempre a Cristo, su Maestro.
Él, que vive y reina por los siglos de siglos.
infunda en nosotros aquel amor
que impulsó a santa María Magdalena
a entregarse por siempre a Cristo, su Maestro.
Él, que vive y reina por los siglos de siglos.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Lo que hay que considerar en estos hechos es la intensidad del amor que ardía en el corazón de aquella mujer, que no se apartaba del sepulcro, aunque los discípulos se habían marchado de allí» (San Gregorio Magno).
«¡Qué bonito es pensar que la primera aparición del Resucitado —según los Evangelios— sucedió de una forma tan personal! Que hay alguien que nos conoce, que ve nuestro sufrimiento y desilusión, que se conmueve por nosotros, y nos llama por nuestro nombre» (Francisco).
«El carácter velado de la gloria del Resucitado durante este tiempo se transparenta en sus palabras misteriosas a María Magdalena: ‘Todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios’ (Jn 20,17). Esto indica una diferencia de manifestación entre la gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. El acontecimiento a la vez histórico y trascendente de la Ascensión marca la transición de una a otra» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 660).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Lo que hay que considerar en estos hechos es la intensidad del amor que ardía en el corazón de aquella mujer, que no se apartaba del sepulcro, aunque los discípulos se habían marchado de allí» (San Gregorio Magno).
«¡Qué bonito es pensar que la primera aparición del Resucitado —según los Evangelios— sucedió de una forma tan personal! Que hay alguien que nos conoce, que ve nuestro sufrimiento y desilusión, que se conmueve por nosotros, y nos llama por nuestro nombre» (Francisco).
«El carácter velado de la gloria del Resucitado durante este tiempo se transparenta en sus palabras misteriosas a María Magdalena: ‘Todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios’ (Jn 20,17). Esto indica una diferencia de manifestación entre la gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. El acontecimiento a la vez histórico y trascendente de la Ascensión marca la transición de una a otra» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 660).
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