PROGRAMA PARROQUIAL:VIERNES, 26 DE ENEROPARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Viernes de la Semana III del T. O., en la Parroquia, (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía del Viernes de la Semana III del T. O., en la Parroquia, (a las 19.30 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Celebración de la Palabra del Viernes de la Semana III del T. O., en la Parroquia, (a las 18.30 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Eucaristía del Viernes de la Semana III del T. O., en la Parroquia, (a las 19.30 h.).
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Portada
PERSONAJES El
testimonio de fe de Yih-Teen Lee, profesor de temas empresariales en BarcelonaDe origen budista, le dio
una oportunidad a Dios: en el IESE vio católicos «como con una luz dentro»PERSONAJES El
padre Wattson, episcopaliano, se pasó a la Iglesia católica en 1909 junto con
toda su comunidadNOTICIAS «Habla»
a través de las circunstancias, la música, la oración... o los sueñosNUEVA
EVANGELIZACIÓN Documental de testimonios, sus iniciadores y parejas
transformadas allíVATICANO El
Papa aprueba el milagro de la beata Marie-Léonie y las virtudes heroicas de
cinco siervos de DiosPERSONAJES Raúl
Zorrilla charla con ReL y desvela detalles de fe del que fuera su gran amigo y
compañeroCULTURA Ha
traducido la monumental biografía del santo de Francis TrochuCULTURA El
obispo de Segovia, César Franco, acaba de publicar «La vida de Jesús según
Juan»PERSONAJES Pablo
Cervera entrevista a Santiago Calvo, su secretario durante 43 añosEUROPA La
abadía de Munkeby, en la descreída Noruega, acaba de consagrar su nuevo temploESPAÑA No
es un cambio terminológico: el art. 49 de la Constitución ha sido rehecho y
suscita críticasCULTURA Qué
le impulsó a escribirla, cómo la sacó de la Unión Soviética, cuál fue su
impacto...
Santos Timoteo y Tito, obispos
Para ver el video, pincha aquí (II)
Para ver el video, pincha aquí (III)
Elogio: Memoria de san Timoteo
y san Tito, obispos, que, discípulos del apóstol san Pablo y colaboradores
suyos en el ministerio, presidieron las Iglesias de Éfeso, el primero, y de
Creta, el segundo. Su maestro les dirigió cartas con sabias advertencias para
la formación de los pastores y de los fieles.
Patronazgos: (Timoteo): protector contra los
dolores de estómago (seguramente por 1Tim 5,23)
Refieren a este santo: Santos Pedro y Pablo.
San Teógenes, mártir
En la
ciudad de Hipona, en Numidia, san Teógenes, mártir, acerca del cual san Agustín
predicó un sermón.
Santa Paula,
viuda
En
Belén de Judea, muerte de santa Paula, viuda, que pertenecía a una noble
familia senatorial. Renunció a todo, distribuyó sus bienes entre los pobres y
se retiró con la beata virgen Eustoquio, su hija, junto al pesebre del Señor.
Santos Jenofonte, María, Juan y Arcadio, monjes
En
Jerusalén, santos Jenofonte y María, con sus hijos Juan y Arcadio, los cuales,
renunciando a la dignidad senatorial y a sus posesiones, abrazaron todos con
gran devoción la vida monástica en la Ciudad Santa.
San Alberico,
abad
En
Citeaux, en Borgoña, en la actual Francia, san Alberico, abad, que, siendo
monje en Molesmes, fue uno de los primeros religiosos que fundaron el nuevo
cenobio. Ya abad del monasterio, sobresalió por su celo en procurar la
formación de sus monjes, como verdadero amante de la Regla y de los hermanos.
San Agustín
Erlandsön, obispo
En
Trondheim, en Noruega, san Agustín (Eystein) Erlandssön, obispo, que rigió la
Iglesia que le había sido encomendada como primer pastor, procuró su
crecimiento y la defendió ante los príncipes.
Beata María de
la Dive, mártir
En la
región de Angers, en Francia, beata María de la Dive, mártir, que, siendo
viuda, fue guillotinada durante la Revolución Francesa por su fidelidad a la
Iglesia.
San José
Gabriel del Rosario Brochero, presbítero
En
Villa del Transito, Córdoba, Argentina, san José Gabriel del Rosario Brochero,
llamado cariñosamente «Cura Brochero» o «Cura gaucho», presbítero.
Beato Miguel
Kozal, obispo y mártir
Cerca
de la ciudad de Munich, en Alemania, beato Miguel Kozal, mártir, obispo
auxiliar de Wloclawek, en Polonia, quien, bajo el régimen nazi, por defender la
fe y la libertad de la Iglesia, pasó con gran paciencia tres años en el campo
de concentración de Dachau, hasta consumar su martirio en aquel lugar.
Beato Gabriel
María Allegra, religioso presbítero
En
Hong Kong, China, beato Juan Esteban Allegra, en religión Gabriel María,
presbítero de la Orden de los Hermanos Menores de San Francisco, misionero en
China, para cuyo idioma realizó la primera versión completa de las Sagradas
Escrituras.
LITURGIA DE HOY
Misa de la memoria
(blanco).
LITURGIA DE HOY
MISAL: ants. y oracs. props., Pf.
común o de la memoria.
LECC.: vol. IV para
la 1.ª lectura y vol. III-par para el Evangelio.
- 2 Tim 1, 1-8. Evoco el recuerdo
de tu fe sincera.
o
bien: Tit 1, 1-5. A Tito, verdadero hijo en la
fe que compartimos.
- Sal 95. R. Contad las
maravillas del Señor a todas las naciones.
- Mc 4, 1-20. Salió el sembrador
a sembrar.
o
bien: cf.
vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de la
memoria.
Martirologio: elogs. del 27 de enero, pág.
130.
CALENDARIOS: Jerónimos: Santa Paula
(S).
O. Cist. y OCSO: San Roberto, san
Alberico y san Esteban, abades de Citeaux (S). Benedictinos: (ML).
HH. de las Escuelas Cristianas: Traslación de las reliquias de san Juan Bautista de La Salle (ML).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
a los santos Timoteo y Tito,
concédenos, por su intercesión,
que, viviendo en este mundo con piedad y justicia,
merezcamos llegar a la patria celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
Evoco el recuerdo de tu fe sincera
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 1-8
PABLO, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido; te deseo la gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día.
Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y que estoy seguro que tienes también tú.
Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mi, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito 1, 1-5
PABLO, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para suscitar la fe de los elegidos de Dios y el conocimiento de la verdad, que, de acuerdo con la piedad, lleva a la esperanza de la vida eterna; esta fue prometida antes de los siglos por Dios, que nunca miente; al llegar el tiempo apropiado, él manifestó su palabra por la predicación que me fue confiada según el mandato de Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Salvador nuestro.
Mi intención al dejarte en Creta era que acabaras de organizar lo que aún faltaba por hacer y constituyeses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di.
Palabra de Dios.
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
o bien, las lecturas propias de la feria del Viernes de la III Semana del Tiempo Ordinario
PABLO, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, para
anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido:
gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor
nuestro.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo como mis antepasados, con
conciencia limpia, porque te tengo siempre presente en mis oraciones noche y
día.
Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de
alegría. Evoco el recuerdo de tu fe sincera, la que arraigó primero en tu
abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy seguro que también en ti.
Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios que
hay en ti por imposición de mis manos porque, pues Dios no nos ha dado un
espíritu cobardía, sino de fortaleza, amor y de templanza.
Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor
ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el
Evangelio, según la fuerza de Dios.
Palabra de Dios.
Sal 95, 1-2a. 2b-3, 7-8a.10
R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe,
y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente». R.
Aleluya
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 4, 26-34
EN AQUEL TIEMPO, Jesús decía al gentío: «El reino de Dios se
parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se
levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La
tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después
el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la
siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? con un
grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña: pero
después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa
ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra,
acomodándose a su entender. Todo se lo expondría con parábolas, pero a sus
discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra del Señor.
Papa Francisco, Audiencia general 31 enero 2018
¿Cómo podremos afrontar nuestra peregrinación terrena, con sus cansancios y sus pruebas, sin ser regularmente nutridos e iluminados por la Palabra de Dios que resuena en la liturgia? Ciertamente no basta con escuchar con los oídos, sin acoger en el corazón la semilla de la divina Palabra, permitiéndole dar fruto. Recordemos la parábola del sembrador y de los diferentes resultados según los distintos tipos de terreno (cf. Mc 4, 14-20). La acción del Espíritu, que hace eficaz la respuesta, necesita de corazón que se dejen trabajar y cultivar, de forma que lo escuchado en misa pase en la vida cotidiana, según la advertencia del apóstol Santiago: «Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos» (St 1, 22). La Palabra de Dios hace un camino dentro de nosotros. La escuchamos con las oídos y pasa al corazón; no permanece en los oídos, debe ir al corazón; y del corazón pasa a las manos, a las buenas obras. Este es el recorrido que hace la Palabra de Dios: de los oídos al corazón y a las manos. Aprendamos estas cosas.
que nos tienes un lugar reservado
en el seno de tu familia,
guarda con amor a tu pueblo
y concédele vivir siempre
llevando a cabo tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
ofrecidos en la festividad de tus santos Timoteo y Tito
y concédenos agradarte
con sincero corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
70. Este prefacio se dice en las solemnidades y fiestas de los santos Pastores. Se puede decir también en las memorias de los mismos.
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
de celebrar hoy la fiesta de los santos N. y N.,
fortaleciendo a tu Iglesia
con el ejemplo de su vida,
instruyéndola con su palabra
y protegiéndola con su intercesión.
con los ángeles y los santos,
te cantamos el himno de alabanza
diciendo sin cesar:
Antífona de comunión Cf. Mc 16, 15; Mt 28, 20
que los sacramentos que hemos recibido
alimenten en nosotros aquella fe
que nos enseñó la predicación apostólica
y conservaron celosamente los santos Timoteo y Tito.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, M R, p. 616 (611).
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