12 de noviembre - DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)




 DOMINGO DE LA XXXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
 Oficio del Domingo de la Semana IV del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas Laudes Tercia - 
 Sexta - Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 12 DE NOVIEMBRE

PARROQUIA DEL CARMEN:

- Eucaristía del Domingo de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Eucaristía del Domingo de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario (a las 12.30 h.).


NOTICIAS DE ACTUALIDAD


Oración por Tierra Santa

Padre celestial, Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. Él ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. Él ha venido como Príncipe de la Paz.

Te damos gracias por todas las Iglesias y parroquias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.

Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abran a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.

Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.

Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.

Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.

Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.

Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.

Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.

 

(Oración de los responsables de las Iglesias en Jerusalén, en materiales de “Oración por la unidad de los cristianos 2011”)


Oramos por Tierra Santa sin olvidar a Ucrania y a otros tantos lugares de conflicto, sufrimiento y mal entre los pueblos y las familias















PERSONAJES Radio María entrevistó a la hermana Ángela Fátima de Coelho, que también es médico
VIDA Y FAMILIA Los provida denuncian obstinación eutanásica en los jueces ingleses
CIENCIA Y FE Murió sin ver reconocida su labor, un decisivo experimento de casi una década
CULTURA Noelle Mering, creadora de la Teología del Hogar, da «la respuesta cristiana a la ideología de moda»
NUEVA EVANGELIZACIÓN Trapense y noruego, intervendrá en EncuentroMadrid: Pablo Cervera le entrevista para ReL
PERSONAJES El calvario judicial de Dean y Claire vivirá un momento decisivo este viernes
PERSONAJES Ha escrito libros de espiritualidad como «La paz interior» o «Si conocieras el don de Dios»
POLÉMICAS La psiquiatra Riittakerttu Kaltiala comprobó los daños y los denunció enseguida
ESPAÑA El cardenal arzobispo de Madrid, testigo de las palabras del alcalde Almeida
PERSONAJES Moana y Katia cuentan cómo sus prácticas esotéricas abrieron la puerta al demonio
VIDA Y FAMILIA Los voluntarios de la iniciativa mundial de oración relatan los frutos tras el fin de la campaña
POLÉMICAS La última «Biografía de Sor Patrocinio» refuta las «fake news» vertidas sobre la religiosa



SANTORAL DE HOY

Elogio: Memoria de san Josafat (Juan) Kuncewicz, obispo de Polotsk, en Rutenia, y mártir, que con ardor incesante impulsó a su pueblo hacia la unidad católica, cultivó con piadosa dedicación el rito bizantino-eslavo en Witebsk, que entonces estaba bajo la jurisdicción de Polonia, y, cruelmente perseguido por una chusma enemiga, murió por la unidad de la Iglesia y la defensa de la verdad católica.

Patronazgos: patrono de Ucrania y del movimiento ecuménico.

Oración

Aviva, Señor, en tu Iglesia, el Espíritu que impulsó a san Josafat, obispo y mártir, a dar la vida por su rebaño, y concédenos, por su intercesión, que ese mismo Espíritu nos de fuerza a nosotros para entregar la vida por nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

 

   San Nilo, abad  

En Ancira, de Galacia, san Nilo, abad, que, considerado discípulo de san Juan Crisóstomo, estuvo al frente de su monasterio durante largo tiempo y difundió en sus escritos la doctrina ascética.

   San Macario de Mull, obispo  

En la isla de Mull, en Escocia, san Macario, obispo, oriundo de Irlanda, a quien se considera discípulo de san Columba y fundador de esta Iglesia.

   San Hesiquio de Vienne, obispo

En Vienne, en Burgundia, san Hesiquio, obispo, promovido desde la dignidad de senador a la episcopal. Sus hijos fueron san Apolinar, obispo de la Iglesia de Balance, y Avito, que le sucedió en la sede de Vienne.

   San Millán de la Cogolla, monje y presbítero  

En los montes de la región de la Cogolla, no lejos de Logroño, en España, san Millán o Emiliano, presbítero, que después de llevar vida eremítica y clerical abrazó la monástica, y se hizo famoso por su generosidad para con los pobres y el don de profecía.

   San Cuniberto de Colonia, obispo  

En Colonia, en Austrasia, san Cuniberto, obispo, que después de las invasiones de los bárbaros renovó en la ciudad y en todos los pueblos la vida de la Iglesia y la piedad de los fieles.

   San Labuino, monje y presbítero  

En Daventer, de Frisia, san Labuino, presbítero y monje, procedente de Inglaterra, que se dedicó a procurar la paz y salvación de Cristo a todos los habitantes de la región.

   Santos Benito, Juan, Mateo, Isaac y Cristiano, mártires  

En Kasimierz, junto al río Warta, en Polonia, santos Benito, Juan, Mateo e Isaac, mártires, que, enviados a propagar la fe en tierras de aquel país, fueron degollados una noche por los ladrones. Con ellos se conmemora también a Cristiano, su criado, ahorcado en los aledaños de la capilla.

   Beato Juan Cini, religioso  

En Pisa, de la Toscana, beato Juan Cini, llamado «de la Paz», que pasó del servicio militar al servicio de Dios en la Tercera Orden Regular de San Francisco.

   San Diego de Alcalá, religioso  

En Alcalá de Henares, en España, san Diego, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que se distinguió tanto en las islas Canarias como en la iglesia de Santa María de Araceli, en Roma, por su humildad y caridad en el cuidado de los enfermos.

   San Margarito Flores García, presbítero y mártir

En la ciudad de Tulimán, en México, san Margarito Flores García, presbítero y mártir, que, en la gran persecución contra la Iglesia, debido a su condición de sacerdote obtuvo la gloria del martirio al ser encarcelado y fusilado.

   Beato José Medes Ferris, mártir  

En la villa Alcudia de Carlet, en la región de Valencia, de España, beato José Medes Ferris, mártir, que durante la persecución contra la fe, por su valiente fidelidad, el Señor le concedió el premio eterno.


LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (verde).

MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. dominical.

LECC.: vol. I (A).

- Sab 6, 12-16. Quienes buscan la sabiduría la encuentran.

- Sal 62. R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

- 1 Tes 4, 13-18. Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.

- Mt 25, 1-13. ¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!

Estamos terminando las semanas año litúrgico y las lecturas nos van orientando hacia el final de la historia del mundo y la vuelta gloriosa del resucitado. El libro de la Sabiduría nos invita a buscar, encontrar y a poseer la auténtica sabiduría (1 Lect). Hoy, con la parábola de las doncellas, se nos invita a prepararnos para entrar en el banquete eterno. Jesús nos dice: «velad, porque no sabéis el día ni la hora» (Ev). Pablo presenta una catequesis sobre la suerte de los difuntos y los acontecimientos del fin del mundo (2 Lect).

- DÍA Y COLECTA DE LA IGLESIA DIOCESANA (dependiente de la CEE, optativa). Liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la oración universal, colecta. 

- Hoy no se permiten las misas de difuntos, excepto la exequial.

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 13 de noviembre, pág. 663.

CALENDARIOS: Familia de Misioneras del Divino Maestro y Cooperadores Seglares del Divino Maestro: Jesucristo, Divino Maestro (S).

Hijas de Santa María de la Providencia: María, Madre de la Divina Providencia (S).

Misioneros Oblatos de María Inmaculada: Dedicación de la propia iglesia (S). 


RITOS INICIALES

INTRODUCCIÓN

Jesús enseña a sus discípulos sobre la manera en que deben estar preparados para el fin de los tiempos. La condición más importante es la vigilancia, porque no se sabe el día ni la hora de la segunda venida de Cristo. La parábola de las vírgenes prudentes nos enseña a mantener encendida la luz de la fe y la gracia que recibimos en el día de nuestro bautismo. La Iglesia está siempre en espera vigilante de la venida de su esposo al final de los tiempos. Pablo en la carta a los Tesalonicenses explica la esperanzadora doctrina sobre los últimos tiempos y sobre la suerte de los difuntos. Pablo nos dice que todos tendremos la alegría de ir al encuentro de Cristo.

Antífona de entrada Sal 87, 3
Llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oído a mi clamor, Señor.

Oración colecta
DIOS de poder y misericordia,
aparta, propicio, de nosotros toda adversidad,
para que, bien dispuestos cuerpo y espíritu,
podamos aspirar libremente a lo que te pertenece.
Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA  

PRIMERA LECTURA
Quienes buscan la sabiduría la encuentran
Lectura del libro de la Sabiduría. 6, 12-16
RADIANTE e inmarcesible es la sabiduría,
la ven con facilidad los que la aman
y quienes la buscan la encuentran.
Se adelanta en manifestarse a los que la desean.
Quien madruga por ella no se cansa,
pues la encuentra sentada a su puerta.
Meditar sobre ella es prudencia consumada
y el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones.
Pues ella misma va de un lado a otro
buscando a los que son dignos de ella;
los aborda benigna por los caminos
y les sale al encuentro en cada pensamiento.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 7-8 (R: 2b)
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
V/. Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.
V/. ¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.
V/. Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
V/. En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo. R/.

SEGUNDA LECTURA
Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-18
NO QUEREMOS que ignoréis, hermanos, la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza.
Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual modo Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.
Esto es lo que os decimos apoyados en la palabra del Señor: nosotros, los que quedemos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que hayan muerto; pues el mismo Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar; después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos entre nubes al encuentro del Señor, por los aires.
Y así estaremos siempre con el Señor.
Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
Palabra de Dios.

Aleluya Mt 24, 42a. 44
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Estad en vela y preparados,
porque a la hora que menos penséis
viene el Hijo del hombre. R/.
EVANGELIO
¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13
EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis".
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».
Palabra del Señor.


DOMINGO DE LA XXXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
(CICLO A)

Anticipa ya lo que en estos últimos domingos del año litúrgico será un tema recurrente: la vuelta y el triunfo del Señor. (Domingos 33 y 34)

En el Evangelio, con una invitación a estar con las lámparas encendidas en espera del Señor que viene; y la carta de San Pablo haciéndonos preguntar aspectos del triunfo personal que nos espera si somos fieles al Señor.

La muerte, para quienes la miran sin la luz de la fe, es aflicción y desesperación. Para quienes la vemos con la fe es motivo de esperanza y consolación: consolaos mutuamente con estas palabras, al recordar lo que nos espera detrás de ella.

Vamos a hacer pues una reflexión sobre la muerte:

1º.- Una demostración clara que sólo Dios es. La muerte que entra en el mundo por el pecado es algo que repugna a nuestra vocación de vivir eternamente, pero también paso necesario para entrar precisamente en la vida eterna, para la que hemos sido creados.
Cristo ha vencido la muerte, pero ha querido que la experimentemos para curar el orgullo que fue la causa principal del pecado original.

Transcribo unos pensamientos de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, en su libro Frutos de oración, tantas veces citado:

1.169. La muerte es la rendición del hombre ante Dios, que, con la destrucción de su ser, le dice: Tú sólo eres de por ti, y lo que no eres Tú, no es más que lo que Tú quieres que sea, en tiempo, realidad y ser. (8-5-1970)

1.170. Un hombre muerto está diciendo a Dios con su destrucción, en demostración de su total impotencia: Tú sólo eres. (8-5-1970)

1.171. La soberbia del hombre termina con y en su destrucción el día de la muerte, sometiéndose al que Es, en manifestación de su nada ante el Todo, que para serlo todo, se es en sí, por sí y para sí mismo. (8-5-1970)

1.172. Gracias, Señor, por el descanso que me das, al saber que un día, con mi muerte, yo seré una demostración visible de que Tú sólo eres, y de que yo no soy. (8-5-1970)

1.173. El día que el hombre dijo a Dios que «no», murió; y con su muerte, en rendición total, clamó escalofriantemente: Tú sólo eres, y todo lo que no eres Tú, a ti te está sometido. Yo hoy lo demuestro con mi destrucción y fracaso total, pues, si Tú no me resucitas, ya nada soy capaz de ser ni hacer. (8-5-1970)

1.175. La muerte es la consecuencia del «NO TE SERVIRE», y la rendición del hombre, diciendo con su destrucción: «Tú sólo eres de por ti, y yo dependo total y exclusivamente de tu voluntad; lo reconozco, en ti espero». (8-5-1970)

2º.- Luz permanente para darnos cuenta que estamos de paso. La vida terrenal en este mundo -dice Julián Marías en Perspectiva cristiana- aparece como elección de la vida perdurable. Consiste en decidir ahora quién quiero ser eternamente...

Cuando valoramos de verdad lo que es la vida eterna, es cuando con más responsabilidad viviremos la vida terrena. El tiempo es cielo, dice la filosofía popular, que en este caso es teología popular.

Cuando al Señor le preguntan si son muchos los que se condenan, el no responde directamente, sino que nos dice esforzados para entrar por la puerta estrecha. Si nos esforzamos para ser fieles al Señor abrazando su voluntad, no tenemos por qué tener miedo a la muerte. Si vamos preguntando con fe viva lo que es la eternidad, como nos dice San Pablo en la lectura de hoy estad siempre con el Señor, no sólo no tendremos miedo sino que apeteceremos la muerte que nos abre de par en par la Vida Eterna.

Aunque es un poco larga, saboreemos lo que nos dice la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia en esta poesía:


LOS PORTONES DE LOS CIELOS

Cuando pienso en el momento delirante

en que se abran los Portones de tu Seno

y yo entre, tras la noche de la vida,

en la hondura misteriosa de tu encuentro;

¡es tan honda la alegría que en mí siento!,

que el momento espeluznante de la muerte

se convierte, en mis adentros,

en un gozo desbordante,

porque sabe que es el paso trascendente

que me lanza, como un rayo llameante,

al secreto de tu Pecho incandescente.

¡Oh Portones de los Cielos,

que me rasgáis, tras la entrada,

las cortinas suntuosas de aquel Templo,

tras las cuales está el Santo de los Santos

celebrando su misterio

en el gozo venturoso de los buenos...!

¡Oh Portones luminosos, tras los cuales se aperciben

las eternas melodías en inéditos conciertos,

y se escucha el recrujido, en volcanes encendidos

por las llamas llameantes de sus fuegos...!

¡Oh sonido palpitante

con que exhala dulcemente,

en su hálito silente,

el Eterno,

la Palabra explicativa

que Él expresa en su misterio...!

¡Qué momento trascendente,

cuando el alma reverente

se introduzca en lo profundo de aquel Seno...!;

¡y contemple, con su vuelo, al Amor que los envuelve

con la aurora arrulladora del abrazo de su Beso...!

¡Qué misterio tan sublime...!

¡Qué momento!,

cuando se abran los Portones suntuosos de aquel Templo;

y se corran las cortinas,

y se descubra el Misterio;

y los Soles luminosos resplandezcan refulgentes

de aquel Pecho palpitante del Excelso...

¡Qué momento el de la muerte!,

que desgarra con su noche lastimera

las angustias del destierro,

y despide tras el grito de su hielo

las cadenas de este cuerpo,

para dar paso a las almas que se lanzan,

como en misterioso vuelo,

a las puertas suntuosas y magníficas del Cielo.

¡Qué momento el de la muerte!,

cuando el cuerpo quede yerto,

cuando el alma se remonte velozmente,

como un águila triunfante,

tras la brisa de su vuelo,

a cruzar los hondos senos del abismo

que separan a la vida de la muerte,

a la tierra de los Cielos,

a los hombres de los Ángeles,

a la Gloria y al destierro,

en un vuelo deslumbrante

hacia el seno venturoso del Dios Bueno;

Y cual águila imperial, liberada del cadáver,

vuele el alma victoriosa hacia los Cielos

a saciar las resecuras de las ansias de sus hambres

en los claros Manantiales de las aguas del Eterno,

donde brota a borbotones un torrente cristalino,

para saciar los sedientos

que traspasan los umbrales del destino...

¡Oh portones de los Cielos

con sus cortinas triunfales

que ocultan, tras su misterio,

el “Sanctorum” que es velado

por las ráfagas candentes de sus fuegos,

y al Inmenso que se oculta

con su gloria tras el velo...!

¡Oh Portones suntuosos!,

cuando corráis las cortinas y yo entre tras mi vuelo...

¡Oh Portones de la Gloria!,

abrid paso, que ya llego.

(29-1-1973)

Credo.

Oración de los Fieles
Oremos, hermanos, a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar por él al hombre caído, y pidámosle que se compadezca de quienes ha querido que fueran sus hermanos:
- Para que Cristo, el Siervo de Dios, en quien el Padre se complace, mire con amor a todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación o preparan el bautismo de sus hijos, roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Elegido de Dios para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón, les haga oír la voz potente y magnífica del Padre, que los llama a escuchar a su Hijo amado, y los conduzca hacia el bautismo, roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña cascada ni apaga el pabilo vacilante, conceda la salud a los que viven oprimidos por el diablo, roguemos al Señor.
- Para que Cristo, el Hijo amado, que quiso ser bautizado en el Jordán para dar fuerza a nuestro bautismo nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo cristiano, don del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.

Padre todopoderoso,
que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo
y en la unción de la confirmación,
escucha nuestras oraciones y concede a los bautizados
cumplir fielmente las promesas de su bautismo
y ser testigos valientes de la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas
MIRA con bondad, Señor,
los sacrificios que te presentamos,
para que alcancemos con piadoso afecto
lo que actualizamos sacramentalmente de la pasión de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio
El misterio de la salvación en Cristo

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu palabra, hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso,
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
Santo, Santo, Santo...


Antífona de comunión Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
 O bien: Cf. Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús al partir el pan.

Oración después de la comunión
ALIMENTADOS con este don sagrado,
te damos gracias, Señor,
invocando tu misericordia,
para que, mediante la acción de tu Espíritu,
permanezca la gracia de la verdad
en quienes penetró la fuerza del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El alma tiene su puerta a la que viene Cristo y llama. Ábrele, pues; quiere entrar, quiere hallar en vela a su Esposa» (San Ambrosio).

«Verdadera sabiduría es aprovechar la vida mortal para realizar obras de misericordia, porque, tras la muerte, eso ya no será posible» (Benedicto XVI).

«‘Todos estos frutos buenos de nuestra naturaleza y de nuestra diligencia, tras haberlos propagado por la tierra en el Espíritu del Señor y según su mandato, los encontramos después de nuevo, limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal’ (Concilio Vaticano II). Dios será entonces ‘todo en todos’ (1Cor 15,22), en la vida eterna» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.050).


No hay comentarios:

Publicar un comentario