26 de noviembre - DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO, Solemnidad de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO



  DOMINGO DE LA XXXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
  NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,  REY DEL UNIVERSO, Solemnidad
  Oficio de la Solemnidad, del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas Laudes Tercia - 
 Sexta - Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 26 DE NOVIEMBRE

PARROQUIA DEL CARMEN:

- Eucaristía del Domingo de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Eucaristía del Domingo de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (a las 12.30 h.).

Hoy no tendremos la transmisión

NOTICIAS DE ACTUALIDAD


Oración por Tierra Santa

Padre celestial, Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. Él ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. Él ha venido como Príncipe de la Paz.

Te damos gracias por todas las Iglesias y parroquias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.

Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abran a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.

Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.

Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.

Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.

Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.

Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.

Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.

 

(Oración de los responsables de las Iglesias en Jerusalén, en materiales de “Oración por la unidad de los cristianos 2011”)


Oramos por Tierra Santa sin olvidar a Ucrania y a otros tantos lugares de conflicto, sufrimiento y mal entre los pueblos y las familias













Portada 

ESPAÑA Sevilla acoge este sábado la beatificación de unos hombres y mujeres que «murieron por odio a la fe»
ESPAÑA Silva, Bronchalo y Domenech analizan el vínculo entre tiempo libre y vocación
ESPAÑA El Papa recibe a los participantes en el congreso internacional sobre esta gran mística española
CULTURA La película sobre Carlo Acutis se estrena este viernes 17 en toda España
VIDA Y FAMILIA La propuesta de un benedictino: no es muy difícil
PERSONAJES Pablo Cervera le entrevista sobre su último libro, «Para santificar el mundo»
ESPAÑA María Vázquez, CEO de GFED: «El ahorro, como los talentos, hay que ponerlos a trabajar»
NUEVA EVANGELIZACIÓN Veterano misionero redentorista español en Perú, ahora publica sin cesar en Internet
NUEVA EVANGELIZACIÓN Las plantea John G. Stackhouse Jr. en su «invitación a los titubeantes»
PERSONAJES El ateísmo y el TikTok no salvarán Occidente del totalitarismo, el islamismo y lo woke, advierte
CIENCIA Y FE Llega a los cines españoles una película en la que el joven beato nos guía por esos fenómenos
CULTURA Bulos frecuentes en Internet para crear desconfianza

SANTORAL DE HOY

Nació en Diest, Flandes. Hijo primogénito de Juan Berchmans, artesano, zapatero, e hijo de Isabel der Hove, cuyo padre fue burgomaestre de la ciudad de Diest.

En 1616 ingresó al Noviciado de los jesuitas en Malinas y en 1618 hizo los votos de castidad, pobreza y obediencia.

El general Mucio Vitelleschi lo envió al Colegio Romano para que terminara su noviciado. Allí hizo un voto para defender la doctrina de la Inmaculada Concepción.

Por una enfermedad pulmonar falleció en Roma el 13 de agosto de 1621, con gran pesar de toda la comunidad del Colegio Romano, quienes ya lo consideraban un santo.

Beatificado por Pío IX en 1865 y canonizado por el papa León XIII en 1888, el mismo día que San Alonso Rodríguez, San Pedro Claver y los siete fundadores de los Siervos de María. Juan Berchmans constituye, junto con Estanislao Kostka (1550-1568) y Luis Gonzaga (1568-1591), un trío de jóvenes considerados santos por la Iglesia católica que ejerció influencia en la espiritualidad jesuítica juvenil.

 

Elogio: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó por entero a poner al servicio de la sociedad los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, e instauró, además, la Pía Sociedad de San Pablo.

 

   San Siricio, papa

En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva, en Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres y los confirmó con su autoridad apostólica.

   San Alipio, diácono y monje

En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario.

   San Conrado de Constanza, obispo

En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres.

   San Nicón «Metanoeite», monje

En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya.

   San Belino de Padua, obispo y mártir

En los bosques cercanos a Fratta, en el territorio de Rovigo, pasión de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio de la Iglesia, que, cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas.

   Beato Poncio de Faucigny, religioso

En el monasterio de Sixt, de Canónigos Regulares, en Saboya, hoy Francia, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso.

   San Silvestre Gozzolini, abad y fundador

Junto a Fabriano, en el Piceno, san Silvestre Gozzolini, abad, que, habiendo calado a fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo fallecido poco antes, se retiró al eremo, donde cambió varias veces de lugar para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en un lugar apartado próximo a Montefano, trazó las bases de la Orden de Monjes Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito.

   Beata Delfina, viuda

En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Elzear de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración.

   Beatos Hugo Taylor y Marmaduco Bowes, mártires

En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, que en tiempo de la reina Isabel I fueron llevados al suplicio del patíbulo, acusados, el primero, joven aún, de haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio ya anciano, por haberle ayudado.

   San Humilde Pirozzo, religioso

En Bisignano, lugar de Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzo, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, famoso por su espíritu de profecía y frecuentes éxtasis.

   San Leonardo de Porto Maurizio, religioso presbítero

En Roma, en el convento de San Buenaventura, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la publicación de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional.

   Santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros y mártires   

En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viet Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron decapitados al mismo tiempo.

   Beata Cayetana Sterni, viuda y fundadora

En Bassano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, y fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Voluntad para atender a los menesterosos y enfermos.


LITURGIA DE HOY

Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. A él el poder, la gloria y la majestad para siempre, por los siglos de los siglos (elog. del Martirologio Romano).
Misa de la solemnidad (blanco).
MISAL: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. I (A).
- Ez 34, 11-12. 15-17. A vosotros, mi rebaño, yo voy a juzgar entre oveja y oveja.
- Sal 22. R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
- 1 Cor 15, 20-26. 28. Entregará el reino a Dios Padre, y así Dios será todo
en todos.
- Mt 25, 31-46. Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros.
Jesucristo es Rey. Y el suyo es un «reino eterno y universal: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz» (Pf). Un reino que va creciendo hasta que sean aniquilados sus enemigos, el pecado y la muerte (2 Lect). Cristo es Rey y Pastor que quiere que todas sus ovejas se salven (1 Lect). «El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar» (Sal resp). Y Cristo vendrá al fin de los tiempos y separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras y, entonces, al atardecer de nuestras vidas seremos examinados sobre el amor (Ev).
- Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio de la solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 27 de noviembre, pág. 691.
CALENDARIOS: Barbastro-Monzón: Aniversario de la muerte de Mons. Alfonso Milián Sorribas, obispo, emérito (2020).
Getafe: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. José María Avendaño Perea, obispo, auxiliar (2022).


RITOS INICIALES

Último domingo del tiempo ordinario
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
Solemnidad

INTRODUCCIÓN

Jesús en el Evangelio, se presenta como el rey y pastor, que en su venida gloriosa ejercerá el juicio sobre todos. La materia de este juicio es el comportamiento de cada uno durante nuestra vida terrena. Comportamiento que debe ser de amor hacia Dios y al prójimo. Amor que tiene gestos concretos con todo aquel que tiene necesidad de nosotros. Los necesitados son el rostro de Cristo sufriente, por lo tanto, no se trata sólo de gestos humanitarios, sino que estos tienen que ser animados por el mandamiento de la caridad. La pobreza, la marginación y la injusticia tienen su origen profundo en el mal radical: el pecado, con la incomprensión y el rechazo del amor universal de Dios. El criterio de la salvación será el trato que le dimos al prójimo en esta vida. Cristo comenzó su reinado junto al Padre como verdadero Dios y hombre, a partir de su resurrección. Al final de los tiempos, incorporará a su reino a todos los justos, con su alma y su cuerpo glorificados.

Antífona de entrada Ap 5, 12; 1, 6
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria.

Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,
que quisiste recapitular todas las cosas
en tu Hijo muy amado, Rey del Universo,
haz que la creación entera,
liberada de la esclavitud,
sirva a tu majestad y te glorifique sin fin.
Él, que vive y reina contigo.

LITURGIA DE LA PALABRA  

PRIMERA LECTURA
A vosotros, mi rebaño, yo voy a juzgar entre oveja y oveja
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12. 15-17
ESTO dice el Señor Dios:
«Yo mismo buscaré mi rebaño
y lo cuidaré.
Como cuida un pastor de su grey dispersa,
así cuidaré yo de mi rebaño
y lo libraré,
sacándolo de los lugares por donde se había dispersado
un día de oscuros nubarrones.
Yo mismo apacentaré mis ovejas
y las haré reposar
—oráculo del Señor Dios—.
Buscaré la oveja perdida,
recogeré a la descarriada;
vendaré a las heridas;
fortaleceré a la enferma;
pero a la que está fuerte y robusta la guardaré:
la apacentaré con justicia».
En cuanto a vosotros, mi rebaño,
esto dice el Señor Dios:
«Yo voy a juzgar entre oveja y oveja,
entre carnero y macho cabrío».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 22, 1b-2a. 2b-3. 5. 6 (R: 1b)
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R/.
V/. Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R/.
V/. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.
V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

SEGUNDA LECTURA
Entregará el reino a Dios Padre, y así Dios será todo en todos
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28
HERMANOS:
Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo, en su venida; después el final, cuando Cristo entregue el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la muerte.
Y, cuando le haya sometido todo, entonces también el mismo Hijo se someterá al que se lo había sometido todo.
Así Dios será todo en todos.
Palabra de Dios.

Aleluya  Mc 11, 9. 10
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! R/.

EVANGELIO
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 31-46

EN AQUEL TIEMPO, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestísteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestísteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».
Palabra del Señor.

SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

Los hombres quieren hoy negarle a Jesús hasta su presencia a través de su imagen de crucificado.

Sus contemporáneos gritaban: ¡crucifícale, crucifícale! Y hoy, nuestros contemporáneos quieren incluso quitar su imagen... Es otra manera de gritar lo mismo: ¡que desaparezca de nuestra vista lo que Dios ha hecho por nosotros...! Aceptar a Dios y aceptar lo que Él hizo a través de la Encarnación, vida, muerte y resurrección, nos compromete demasiado, queremos ser agnósticos, es decir, queremos ser ignorantes de lo que Él es, y de lo que hizo, para vivir tranquilamente sin tener que dar cuentas a nadie...

¡Qué bien nos viene en medio de un mundo que no quiere enterarse, vivir lo que leemos en el prefacio de la fiesta de Cristo Rey: Cristo ha consumado la redención humana y ha sometido a su poder la creación entera y ofrece al Padre un reino eterno y universal...

Quieran o no quieran los hombres tendrán un día que reconocer lo que Dios es y lo que ha hecho a través de Cristo. Nosotros hoy nos gozamos viendo, a través de la fe, lo que ya es una realidad independientemente del tiempo. Los planes de Dios, a través de su providencia que ha guiado la historia, llegan finalmente a su cumplimiento. La Iglesia por medio de su liturgia nos invita a saborearlo, poniendo esta fiesta de Cristo Rey como colofón del Año litúrgico que estamos terminando.

¡Gracias, Madre Iglesia, por lo que nos has dado en este año litúrgico que hoy termina y por lo que nos darás en el año que vamos a empezar con el Adviento!

Se dice Credo.


Oración de los Fieles
Dirijamos, llenos de confianza, nuestras súplicas a Cristo, supremo señor de la vida y de la muerte y rey de todas las criaturas del cielo y de la tierra:
- Para que los pastores y fieles de la Iglesia se esfuercen con celo para reconciliar al universo con Dios y en pacificar por la sangre de la cruz de Jesucristo a todas las criaturas, roguemos al Señor.
- Para que la semilla evangélica, escondida en las diversas religiones y culturas, germine y se manifieste, y todos los hombres reconozcan con gozo que Cristo es Señor, para gloria de Dios Padre, roguemos al Señor
- Para que quienes aún viven bajo el dominio de la ignorancia, el pecado o la angustia sean trasladados al reino de Cristo y encuentren el fin de sus penas, roguemos al Señor.
- Para que los que hoy celebramos la solemnidad de Cristo, Señor supremo del universo, a quien están destinadas todas las cosas, participemos también un día en la herencia del pueblo santo, en el reino de la luz, roguemos al Señor.

Dios todopoderoso y eterno,
que, para edificar tu reino
en medio de los avatares y dificultades de la historia,
has constituido a tu Hijo rey único
y pastor universal de todos los hombres,
escucha nuestras oraciones y afianza en nosotros la certeza
de que llegará el día en que, aniquilado el último enemigo, la muerte,
Cristo, tu Hijo, someterá a ti tu reino, y tú lo serás todo para todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas
AL ofrecerte, Señor,
el sacrificio de la reconciliación humana,
pedimos humildemente que tu Hijo
conceda a todos los pueblos
los dones de la paz y de la unidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio
Jesucristo, Rey del universo

℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del Universo
a tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
ungiéndolo con óleo de alegría,
para que ofreciéndose a si mismo,
como víctima perfecta y pacificadora
en el altar de la cruz,
consumara el misterio de la redención humana
y sometiendo a su poder la creación entera,
entregara a tu majestad infinita
un reino eterno y universal:
el reino de la verdad y de la vida,
el reino de la santidad y la gracia,
el reino de la justicia, el amor y la paz.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles,
tronos y dominaciones,
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de comunión Sal 28, 10-11
El Señor se sienta como Rey eterno, el Señor bendice a su pueblo con la paz.

Oración después de la comunión
DESPUÉS de recibir el alimento de la inmortalidad,
te pedimos, Señor,
que, quienes nos gloriamos de obedecer los mandatos
de Cristo, Rey del Universo,
podamos vivir eternamente con él
en el reino del cielo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 


Pensamientos para el Evangelio de hoy

«El alma tiene su puerta a la que viene Cristo y llama. Ábrele, pues; quiere entrar, quiere hallar en vela a su Esposa» (San Ambrosio).

«Verdadera sabiduría es aprovechar la vida mortal para realizar obras de misericordia, porque, tras la muerte, eso ya no será posible» (Benedicto XVI).

«‘Todos estos frutos buenos de nuestra naturaleza y de nuestra diligencia, tras haberlos propagado por la tierra en el Espíritu del Señor y según su mandato, los encontramos después de nuevo, limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal’ (Concilio Vaticano II). Dios será entonces ‘todo en todos’ (1Cor 15,22), en la vida eterna» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.050).


No hay comentarios:

Publicar un comentario