NOTICIAS DE ACTUALIDAD
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Oración por Tierra Santa
Padre celestial, Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. Él ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. Él ha venido como Príncipe de la Paz.
Te damos gracias por todas las Iglesias y parroquias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.
Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abran a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.
Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.
Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.
Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.
Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.
Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.
Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.
(Oración de los responsables de las Iglesias en Jerusalén, en materiales de “Oración por la unidad de los cristianos 2011”)
Oramos por Tierra Santa sin olvidar a Ucrania y a otros tantos lugares de conflicto, sufrimiento y mal entre los pueblos y las familias
Oración por Tierra Santa
Padre celestial, Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. Él ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. Él ha venido como Príncipe de la Paz.
Te damos gracias por todas las Iglesias y parroquias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.
Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abran a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.
Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.
Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.
Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.
Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.
Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.
Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.
(Oración de los responsables de las Iglesias en Jerusalén, en materiales de “Oración por la unidad de los cristianos 2011”)
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SANTORAL DE HOY
Elogio: San
Alberto, llamado «Magno», obispo y doctor de la Iglesia, que ingresó en la
Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las
disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino,
uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y
naturales. Después se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona,
desde la cual se esforzó asiduamente en fortalecer la paz entre los pueblos,
aunque al cabo de un año prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de
honores, y murió santamente en Colonia, en la Lotaringia Germánica.
Patronazgos: patrono de
teólogos, filósofos, técnicos médicos, científicos de ciencias exactas y
naturales, estudiantes, escolares, mineros.
Refieren a
este santo: Beato Ambrosio Sansedoni, Beato Inocencio V,
Beato Jordán de Sajonia, Beato Juan de Vercelli, Santo Tomás de Aquino.
Santos Fidenciano, Valeriana, Victoria y diecisiete compañeros,
mártires
En Hipona Regia, de Numidia, los veinte santos mártires cuya fe
victoriosa celebró san Agustín y de los cuales solo se recuerdan los nombres
del obispo Fidenciano, de Valeriana y de Victoria.
Santos Gurias y Samonas, mártires
En Edesa, de la región de Osroene, santos mártires Gurias, asceta, y
Samonas, que bajo Diocleciano, después de prolongados y crueles tormentos,
fueron condenados a muerte por el prefecto Misiano y decapitados.
San
Félix de Nola, obispo
En Nola, de la Campania, san Félix, con cuyos cuidados pastorales y
devoción se honra la ciudad.
San
Maclovio de Alet, obispo
En Bretaña Menor, san Maclovio o Macuto, obispo de Alet, que, nacido en
Cambria, murió en Saintes.
San
Desiderio de Cahors, obispo
En Cahors, lugar de Aquitania, san Desiderio, obispo, que construyó
iglesias, monasterios y edificios para el bien común, sin olvidarse de preparar
las almas para su celeste Esposo, como verdaderos templos de Cristo.
San
Sidonio, abad
En Rouen, de Neustria, san Sidonio, abad, oriundo de Irlanda, que hizo
vida monástica primero en Jumièges, después en el monasterio de Herio, en la
isla de Noirmoutier, bajo la dirección de san Filiberto, y finalmente en el
monasterio de Saint-Saens, fundado por él mismo.
Santos Marino y Aniano, mártires
En el monte Irschenberg, en Baviera, santos Marino, obispo, y Aniano,
mártires.
San
Fintano, monje
En Rheinau, en la región de Helvecia, san Fintano, procedente de Irlanda,
que vivió mucho tiempo en un monasterio, pero se recluyó después en una pequeña
celda, junto a la iglesia, escondido por amor de Dios.
San
Leopoldo el Piadoso, laico
En el cenobio de Klosterneuburg, sepultura de san Leopoldo, príncipe de
ese territorio, a quien se honró, aún en vida, con el sobrenombre de «Piadoso»,
pues fue siempre portador de paz y amigo de los pobres y del clero.
Beatos Hugo Faringdon, Juan Eynon y Juan Rugg, mártires
En Reading, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Faringdon o Cook, abad de
la Orden de San Benito, Juan Eynon y Juan Rugg, presbíteros, los cuales
opusieron tenaz resistencia al rey Enrique VIII, que intentaba apropiarse de la
autoridad de la Iglesia, y por esa causa, acusados de traición, delante del
monasterio fueron ahorcados y descuartizados.
Beatos Ricardo Whiting, Rogelio James y Juan Thorne, mártires
En Glastonbury, también en Inglaterra, beatos mártires Ricardo Whiting,
abad, Rogelio James y Juan Thorne, presbíteros de la Orden de San Benito, que,
acusados falsamente de traición y sacrilegio, durante el mismo reinado fueron
ahorcados también y descuartizados.
Beata Lucía Brocadelli, religiosa
En Ferrara, de la Emilia, beata Lucía Broccadelli, religiosa, que tanto
en el matrimonio como en el monasterio de la Tercera Orden Dominicana
sobrellevó con paciencia muchos dolores y vejaciones.
Beato Cayo Coreano, catequista mártir
En Nagasaki, del Japón, beato Cayo Coreano, mártir, que, siendo
catequista, por confesar a Cristo fue condenado a la hoguera.
Santos Roque González y Alfonso Rodríguez, presbíteros y mártires
En Caaró, del Paraguay, santos Roque González y Alfonso Rodríguez,
presbíteros de la Orden de la Compañía de Jesús y mártires, que ganaron para
Cristo a los pueblos indígenas abandonados, fundando las llamadas
«reducciones», donde el trabajo y la vida social se compaginaban libremente con
los valores del cristianismo, y por esto fueron asesinados a traición por el
sicario de un personaje adicto a las artes mágicas.
San
José Pignatelli, religioso presbítero
En Roma, san José Pignatelli, presbítero de la Orden de la Compañía de
Jesús, que trabajó mucho para reforzarla en un momento peligroso de extinción,
y se significó por su caridad e integridad de costumbres, siempre con las miras
puestas en la mayor gloria de Dios.
San
José Mkasa Balikuddembé, mártir
En Mengo, lugar de Uganda, san José Mkasa Balikuddembé, mártir, que, estando
al frente del palacio real, una vez recibido el bautismo ganó a muchos jóvenes
para Cristo y defendió a los niños de la corte de las pasiones viciosas del rey
Mwenga, por lo que el rey, enfurecido, ordenó decapitarle a los veinticinco
años de edad.
Beata
María de la Pasión de Chappotin de Neuville, virgen y fundadora
En San Remo, de la Liguria, en Italia, beata María de la Pasión (Helena)
de Chappotin de Neuville, virgen, que, enamorada de la humildad y sencillez de
san Francisco, fundó las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, para el
servicio de la mujer en tierras de misión.
San
Rafael de San José Kalinowski, religioso presbítero
En Wadowice, en Polonia, san Rafael de San José (José) Kalinowski,
presbítero, que durante la guerra, en la insurrección del pueblo contra el
opresor, fue hecho prisionero por los enemigos y deportado a Siberia; después
de sufrir muchas calamidades, por fin recuperada la libertad, ingresó en la
Orden de Carmelitas Descalzos, que promovió notablemente.
Beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero y mártir
En Almansa, Albacete, España, beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero
diocesano y mártir.
Elogio: San
Alberto, llamado «Magno», obispo y doctor de la Iglesia, que ingresó en la
Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las
disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino,
uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y
naturales. Después se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona,
desde la cual se esforzó asiduamente en fortalecer la paz entre los pueblos,
aunque al cabo de un año prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de
honores, y murió santamente en Colonia, en la Lotaringia Germánica.
Patronazgos: patrono de
teólogos, filósofos, técnicos médicos, científicos de ciencias exactas y
naturales, estudiantes, escolares, mineros.
Refieren a
este santo: Beato Ambrosio Sansedoni, Beato Inocencio V,
Beato Jordán de Sajonia, Beato Juan de Vercelli, Santo Tomás de Aquino.
Santos Fidenciano, Valeriana, Victoria y diecisiete compañeros, mártires
En Hipona Regia, de Numidia, los veinte santos mártires cuya fe
victoriosa celebró san Agustín y de los cuales solo se recuerdan los nombres
del obispo Fidenciano, de Valeriana y de Victoria.
Santos Gurias y Samonas, mártires
En Edesa, de la región de Osroene, santos mártires Gurias, asceta, y
Samonas, que bajo Diocleciano, después de prolongados y crueles tormentos,
fueron condenados a muerte por el prefecto Misiano y decapitados.
San
Félix de Nola, obispo
En Nola, de la Campania, san Félix, con cuyos cuidados pastorales y
devoción se honra la ciudad.
San
Maclovio de Alet, obispo
En Bretaña Menor, san Maclovio o Macuto, obispo de Alet, que, nacido en
Cambria, murió en Saintes.
San
Desiderio de Cahors, obispo
En Cahors, lugar de Aquitania, san Desiderio, obispo, que construyó
iglesias, monasterios y edificios para el bien común, sin olvidarse de preparar
las almas para su celeste Esposo, como verdaderos templos de Cristo.
San
Sidonio, abad
En Rouen, de Neustria, san Sidonio, abad, oriundo de Irlanda, que hizo
vida monástica primero en Jumièges, después en el monasterio de Herio, en la
isla de Noirmoutier, bajo la dirección de san Filiberto, y finalmente en el
monasterio de Saint-Saens, fundado por él mismo.
Santos Marino y Aniano, mártires
En el monte Irschenberg, en Baviera, santos Marino, obispo, y Aniano,
mártires.
San
Fintano, monje
En Rheinau, en la región de Helvecia, san Fintano, procedente de Irlanda,
que vivió mucho tiempo en un monasterio, pero se recluyó después en una pequeña
celda, junto a la iglesia, escondido por amor de Dios.
San
Leopoldo el Piadoso, laico
En el cenobio de Klosterneuburg, sepultura de san Leopoldo, príncipe de
ese territorio, a quien se honró, aún en vida, con el sobrenombre de «Piadoso»,
pues fue siempre portador de paz y amigo de los pobres y del clero.
Beatos Hugo Faringdon, Juan Eynon y Juan Rugg, mártires
En Reading, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Faringdon o Cook, abad de
la Orden de San Benito, Juan Eynon y Juan Rugg, presbíteros, los cuales
opusieron tenaz resistencia al rey Enrique VIII, que intentaba apropiarse de la
autoridad de la Iglesia, y por esa causa, acusados de traición, delante del
monasterio fueron ahorcados y descuartizados.
Beatos Ricardo Whiting, Rogelio James y Juan Thorne, mártires
En Glastonbury, también en Inglaterra, beatos mártires Ricardo Whiting,
abad, Rogelio James y Juan Thorne, presbíteros de la Orden de San Benito, que,
acusados falsamente de traición y sacrilegio, durante el mismo reinado fueron
ahorcados también y descuartizados.
Beata Lucía Brocadelli, religiosa
En Ferrara, de la Emilia, beata Lucía Broccadelli, religiosa, que tanto
en el matrimonio como en el monasterio de la Tercera Orden Dominicana
sobrellevó con paciencia muchos dolores y vejaciones.
Beato Cayo Coreano, catequista mártir
En Nagasaki, del Japón, beato Cayo Coreano, mártir, que, siendo
catequista, por confesar a Cristo fue condenado a la hoguera.
Santos Roque González y Alfonso Rodríguez, presbíteros y mártires
En Caaró, del Paraguay, santos Roque González y Alfonso Rodríguez,
presbíteros de la Orden de la Compañía de Jesús y mártires, que ganaron para
Cristo a los pueblos indígenas abandonados, fundando las llamadas
«reducciones», donde el trabajo y la vida social se compaginaban libremente con
los valores del cristianismo, y por esto fueron asesinados a traición por el
sicario de un personaje adicto a las artes mágicas.
San
José Pignatelli, religioso presbítero
En Roma, san José Pignatelli, presbítero de la Orden de la Compañía de
Jesús, que trabajó mucho para reforzarla en un momento peligroso de extinción,
y se significó por su caridad e integridad de costumbres, siempre con las miras
puestas en la mayor gloria de Dios.
San
José Mkasa Balikuddembé, mártir
En Mengo, lugar de Uganda, san José Mkasa Balikuddembé, mártir, que, estando
al frente del palacio real, una vez recibido el bautismo ganó a muchos jóvenes
para Cristo y defendió a los niños de la corte de las pasiones viciosas del rey
Mwenga, por lo que el rey, enfurecido, ordenó decapitarle a los veinticinco
años de edad.
Beata
María de la Pasión de Chappotin de Neuville, virgen y fundadora
En San Remo, de la Liguria, en Italia, beata María de la Pasión (Helena)
de Chappotin de Neuville, virgen, que, enamorada de la humildad y sencillez de
san Francisco, fundó las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, para el
servicio de la mujer en tierras de misión.
San
Rafael de San José Kalinowski, religioso presbítero
En Wadowice, en Polonia, san Rafael de San José (José) Kalinowski,
presbítero, que durante la guerra, en la insurrección del pueblo contra el
opresor, fue hecho prisionero por los enemigos y deportado a Siberia; después
de sufrir muchas calamidades, por fin recuperada la libertad, ingresó en la
Orden de Carmelitas Descalzos, que promovió notablemente.
Beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero y mártir
En Almansa, Albacete, España, beato Miguel Díaz Sánchez, presbítero diocesano y mártir.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 71, n. 5) / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de
pastores (para un obispo) o de doctores, o de un domingo del T.O.; Pf. común o
de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Sab 6, 1-11. Escuchad, reyes, para que aprendáis sabiduría.
- Sal 81. R. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.
- Lc 17, 11-19. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 16 de noviembre, pág. 670.
CALENDARIOS: Bernabitas y HH. Angélicas de San Pablo: Santa María Virgen, Madre de la Divina Providencia (S). Monfortianos: (MO).
Toledo: San Eugenio de Toledo, obispo (F).
Dominicos: San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia (F).
Franciscanas Misioneros de María: Beata María de la Pasión, virgen (F).
Hijos de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, Pequeñas Hermanas Misioneras
de la Caridad y Hermanas Sacramentinas Ciegas: Nuestra Señora de la Divina Providencia (F).
Salesianas: Beata Magdalena Morano, virgen (MO). Salesianos: (ML).
Jesuitas: San Leandro, obispo (ML).
Carmelitas: Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.
Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 71, n. 5) / para la memoria 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un obispo) o de doctores, o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
LECC.: vol. III-impar.
- Sab 6, 1-11. Escuchad, reyes, para que aprendáis sabiduría.
- Sal 81. R. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.
- Lc 17, 11-19. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
o bien: cf. vol. IV.
Liturgia de las Horas: oficio de feria o de la memoria.
Martirologio: elogs. del 16 de noviembre, pág. 670.
CALENDARIOS: Bernabitas y HH. Angélicas de San Pablo: Santa María Virgen, Madre de la Divina Providencia (S). Monfortianos: (MO).
Toledo: San Eugenio de Toledo, obispo (F).
Dominicos: San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia (F).
Franciscanas Misioneros de María: Beata María de la Pasión, virgen (F). Hijos de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad y Hermanas Sacramentinas Ciegas: Nuestra Señora de la Divina Providencia (F).
Salesianas: Beata Magdalena Morano, virgen (MO). Salesianos: (ML).
Jesuitas: San Leandro, obispo (ML).
Carmelitas: Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Memoria libre
Alberto Magno (1206-1280), dominico de Baviera, nació en Launbinge. En 1223 ingreso a la Orden de Predicadores. Siendo profesor en París y Colonia, tuvo a Tomás de Aquino como alumno. Su episcopado en Ratisbona fue sólo un paréntesis en su vida de profesor y de investigador, preocupado por descubrir las leyes de las ciencias físicas y buscando en ellas la intervención del Creador. Murió en Colonia, el 15 de Noviembre de 1280. El Papa Pío XI lo nombró “Doctor universal de la Iglesia”, en 1931, y Pío XII, “Patrono de los estudios de ciencias naturales”, en 1941.
Fue canonizado el 16 de Diciembre en 1931.
Antífona de entrada Cf. 1Sam 2, 35
Me suscitaré un sacerdote fiel, que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor.
por conciliar el saber humano con la fe divina;
concédenos que, siguiendo sus enseñanzas,
por el progreso de las ciencias
lleguemos a conocerte y amarte más profundamente.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURAEscuchad, reyes, para que aprendáis sabiduríaLectura del libro de la Sabiduría 6, 1-11 ESCUCHAD, reyes, y entended;
aprended, gobernantes de los confínes de la tierra.
Prestad atención, los que domináis multitudes
y os sentís orgullosos de tener muchos súbditos:
el poder os viene del Señor
y la soberanía del Altísimo.
Él examinará vuestras acciones
y sondeará vuestras intenciones.
Porque, siendo ministros de su reino,
no gobernasteis rectamente, ni guardasteis la ley,
ni actuasteis según la voluntad de Dios.
Terrible y repentino caerá sobre vosotros,
porque un juicio implacable espera a los grandes.
Al más pequeño se le perdona por piedad,
pero los poderosos serán examinados con rigor.
El Dios de todo no teme a nadie,
ni lo intimida la grandeza,
pues él hizo al pequeño y al grande
y de todos cuida por igual,
pero a los poderosos les espera un control riguroso.
A vosotros, soberanos, dirijo mis palabras,
para que aprendáis sabiduría y no pequéis.
Los que cumplen santamente las leyes divinas serán santificados,
y los que se instruyen en ellas encontrarán en ellas su defensa.
Así, pues, desead mis palabras;
anheladlas y recibiréis instrucción.Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 81, 3-4. 6-7 (R: 8a)R/. Levántate, oh, Dios, y juzga la tierra.V/. Proteged al desvalido y al huérfano,
haced justicia al humilde y al necesitado,
defended al pobre y al indigente,
sacándolos de las manos del culpable. R/.V/. Yo declaro: «Aunque seáis dioses,
e hijos del Altísimo todos,
moriréis como cualquier hombre,
caeréis, príncipes, como uno de tantos». R/.
Aleluya 1 Tes 5, 18R/. Aleluya, aleluya, aleluya.V/. Dad gracias en toda ocasión:esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. R/.
EVANGELIO¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?✠Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19 UNA VEZ, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».Palabra del Señor.
aprended, gobernantes de los confínes de la tierra.
Prestad atención, los que domináis multitudes
y os sentís orgullosos de tener muchos súbditos:
el poder os viene del Señor
y la soberanía del Altísimo.
Él examinará vuestras acciones
y sondeará vuestras intenciones.
Porque, siendo ministros de su reino,
no gobernasteis rectamente, ni guardasteis la ley,
ni actuasteis según la voluntad de Dios.
Terrible y repentino caerá sobre vosotros,
porque un juicio implacable espera a los grandes.
Al más pequeño se le perdona por piedad,
pero los poderosos serán examinados con rigor.
El Dios de todo no teme a nadie,
ni lo intimida la grandeza,
pues él hizo al pequeño y al grande
y de todos cuida por igual,
pero a los poderosos les espera un control riguroso.
A vosotros, soberanos, dirijo mis palabras,
para que aprendáis sabiduría y no pequéis.
Los que cumplen santamente las leyes divinas serán santificados,
y los que se instruyen en ellas encontrarán en ellas su defensa.
Así, pues, desead mis palabras;
anheladlas y recibiréis instrucción.
haced justicia al humilde y al necesitado,
defended al pobre y al indigente,
sacándolos de las manos del culpable. R/.
e hijos del Altísimo todos,
moriréis como cualquier hombre,
caeréis, príncipes, como uno de tantos». R/.
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Audio y comentario del Evangelio de hoy (I)
Audio y comentario del Evangelio de hoy (II)
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasTe pedimos, Señor, que recibas las ofrendas de tu pueblo
en la fiesta de san Alberto, y que, por él,
nos concedas la ayuda de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
en la fiesta de san Alberto, y que, por él,
nos concedas la ayuda de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los santos pastoresLa presencia de los santos pastores en la Iglesia
V/. El Señor esté con vosotros. R/.V/. Levantemos el corazón. R/.V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvacióndarte gracias siempre y en todo lugar,Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,por Cristo, Señor nuestro.
Porque nos concedes la alegríade celebrar hoy la fiesta de san N.,fortaleciendo a tu Iglesiacon el ejemplo de su vida santa,instruyéndola con su palabray protegiéndola con su intercesión.
Por eso,con los ángeles y la multitud de los santos,te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Dice el Señor: Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
te suplicamos, Señor Dios nuestro,
que al celebrar con fervor estos misterios
se acreciente en nosotros tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¿Cómo pagaremos al Señor todo el bien que nos ha hecho? Dios es tan bueno que la única paga que exige es que lo amemos por todo lo que nos ha dado» (San Basilio Magno).
«Es preciso que el hombre dé honor al Creador ofreciendo, en una acción de gracias y de alabanza, todo lo que de Él ha recibido. El hombre no puede perder el sentido de esta deuda, que solamente él puede reconocer y saldar como criatura hecha a imagen y semejanza de Dios» (San Juan Pablo II).
«Puesto que Cristo mismo está presente en el Sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.418).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«¿Cómo pagaremos al Señor todo el bien que nos ha hecho? Dios es tan bueno que la única paga que exige es que lo amemos por todo lo que nos ha dado» (San Basilio Magno).
«Es preciso que el hombre dé honor al Creador ofreciendo, en una acción de gracias y de alabanza, todo lo que de Él ha recibido. El hombre no puede perder el sentido de esta deuda, que solamente él puede reconocer y saldar como criatura hecha a imagen y semejanza de Dios» (San Juan Pablo II).
«Puesto que Cristo mismo está presente en el Sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.418).
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