NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
PERSONAJES Del
sacerdote David Abernethy, director de «Ministerios Philokalia» y
especialista en ascética6 consejos sobre el ayuno de un sacerdote bizantino,
según los padres del desierto: transforma vidasCULTURA Llega
a España «Jeremías», la ignota obra del Juan Pablo II clandestino y defensor
del patriotismo«¿Qué puedo hacer para salvar mi país?»: lo pensó
Wojtyła en 1940 y su respuesta es global y vigenteCIENCIA
Y FE Descubridor de enfermedades genéticas, activista provida y
mediador con la URSS en la Guerra FríaEUROPA Dibujante
y enmarcador de cuadros... ha publicado libros de viñetas sobre el Papa y
CristoPERSONAJES José
Mª Borrallo recibió un «retiro de regalo»... y escuchó a Dios: «No estás solo»PERSONAJES El
Beato Bartolomé Longo fundó el santuario de PompeyaESPAÑA «Hakuna
es una realidad ecuménica; pero un ecumenismo hacia dentro», dice su iniciadorCULTURA El
noruego se hizo católico en 2012, tras leer durante años a Eckhart y a
HeideggerEl converso Fosse gana el Nobel de Literatura: del
alcohol a la mística... y «al poder de la gracia»CULTURA Todo
lo que debes saber del alzamiento de los católicos mexicanos en defensa de su
feCULTURA «Al
infierno solo van los criminales»... «Dios es el que condena»...POLÉMICAS Pablo
Pérez López, experto en Historia moderna, habla con ReL de la cultura wokeMUNDO «Me
llama mucho la atención el cardenal de Estocolmo; es converso y puede aportar
mucho»
SANTORAL DE HOY
Elogio: Santos Dionisio, obispo, y compañeros, mártires.
Según la tradición, Dionisio, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fue
el primer obispo de París, y allí, junto con el presbítero Rústico y el diácono
Eleuterio, padecieron todos en las afueras de la ciudad.
Patronazgos: patrono de los tiradores; protector contra los dolores
de cabeza, la rabia, el remordimiento y el sufrimiento mental, las mordeduras
de perro y la sífilis.
Refieren a este santo: San Dionisio Areopagita, San Eutropio de
Saintes, Santos Luciano, Maximiano y Juliano, San Marcial de Limoges, San Pablo
de Narbona, San Trófimo de Arlés.
Elogio: San Juan Leonardi, presbítero, que dejó la ciudad de
Lucca, en la región italiana de Toscana, donde ejercía como farmacéutico, para
llegar a ser sacerdote, y con el fin de enseñar a los niños la doctrina
cristiana, restaurar la vida apostólica del clero y propagar la fe católica,
instituyó la Orden de Clérigos Regulares, más tarde llamados de la Madre de
Dios, lo que le llevó a sufrir muchas contradicciones. También inició el
Colegio de Propaganda Fide, en Roma, donde, agotado por los trabajos, descansó
piadosamente.
Patronazgos: patrono de los farmacéuticos.
Refieren a este santo: Beato Pedro de la Natividad de Santa María
Virgen Casani.
San Abrahán,
santo del AT
Conmemoración de san Abrahán,
patriarca y padre de todos los creyentes, que, llamado por Dios, salió de su
patria, la ciudad de Ur de Caldea, y peregrinó por la tierra que el Altísimo le
había prometido a él y a sus descendientes. Manifestó toda su fe en Dios,
esperando contra toda esperanza al no negarse a ofrecer en sacrificio al hijo
unigénito, Isaac, que el Señor le había dado, ya anciano, de su esposa Sara.
Santos Diodoro,
Diomedes y Dídimo, mártires
En Laodicea, de Siria, pasión
de los santos Diodoro, Diomedes y Dídimo.
San Domino,
mártir
En la ciudad llamada Julia (hoy
Fidenza), en el territorio de Parma, en la vía Claudia, san Domino, mártir.
Santa Publia,
monja
En Antioquia de Siria,
conmemoración de santa Publia, quien, al morir su marido, entró en un
monasterio. En este lugar, mientras cantaba con sus compañeras vírgenes las
palabras del salmo «los ídolos de los gentiles son oro y plata» y «sean
semejantes los que los hacen», fueron escuchadas por el emperador Juliano el
Apóstata, que pasaba por allí, quien ordenó que la abofeteasen y reprendiesen
con aspereza.
San Sabino,
eremita
En la región de Bigorre, a los
pies de los Pirineos, san Sabino, eremita, que ilustró la vida monástica en
Aquitania.
San Domnino,
eremita
En Tiferno, junto al Tíber, en
la Umbría, san Domnino, eremita.
San Gisleno,
monje
En la región de Hainaut, en
Austrasia, san Gisleno, que vivió como monje en una celda que él mismo se había
construido.
San Deusdedit,
abad y confesor
En el monasterio de
Montecasino, san Deusdedit, abad, que fue encarcelado por el tirano Sicardo y,
consumido por el hambre y las privaciones, entregó su espíritu a Dios.
San Guntero,
eremita
En el monasterio de Brevnov, en
Bohemia, san Guntero, eremita, que, abandonando los bienes de la tierra, abrazó
la vida monástica y luego se retiró a la soledad de los bosques entre Baviera y
Bohemia, donde vivió y murió desligado de todo, pero al mismo tiempo muy unido
a Dios y a los hombres.
San Bernardo de
Rodez, abad
En el monasterio de Montsalvy,
en Francia, san Bernardo de Rodez, abad de los canónigos regulares de ese
cenobio.
San Luis
Bertrán, religioso presbítero
En Valencia, en España, san
Luis Bertrán, presbítero de la Orden de Predicadores, que en América meridional
predicó el evangelio de Cristo y defendió a varios pueblos indígenas.
Santos
Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, y ocho compañeros,
mártires
En la localidad de Turón, en la
región española de Asturias, santos mártires Inocencio de la Inmaculada
(Manuel) Canoura Arnau, presbítero de la Congregación de la Pasión, y ocho
compañeros de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que durante la
revolución fueron asesinados sin juicio previo por quienes odiaban la fe, y
alcanzaron así la victoria. Sus nombres son: santos Cirilo Bertrán (José) Sanz
Tejidor. Marciano José (Filomeno) López López, Victoriano Pío (Claudio) Bernabé
Cano, Julián-Alfredo (Vilfrido) Fernández Zapico, Benjamín Julián (Vicente) Alonso
Andrés, Augusto Andrés (Román) Martín Fernández, Benito de Jesús (Héctor)
Valdivielso Sáez y Aniceto Adolfo (Manuel) Seco Gutiérrez.
Santa Sara,
Santa del AT
Conmemoración popular de Santa
Sara, esposa del patriarca Abraham, cuya celebración en el Martirologio Romano
ocurre hoy.
Elogio: Santos Dionisio, obispo, y compañeros, mártires. Según la tradición, Dionisio, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fue el primer obispo de París, y allí, junto con el presbítero Rústico y el diácono Eleuterio, padecieron todos en las afueras de la ciudad.
Patronazgos: patrono de los tiradores; protector contra los dolores de cabeza, la rabia, el remordimiento y el sufrimiento mental, las mordeduras de perro y la sífilis.
Refieren a este santo: San Dionisio Areopagita, San Eutropio de Saintes, Santos Luciano, Maximiano y Juliano, San Marcial de Limoges, San Pablo de Narbona, San Trófimo de Arlés.
Elogio: San Juan Leonardi, presbítero, que dejó la ciudad de Lucca, en la región italiana de Toscana, donde ejercía como farmacéutico, para llegar a ser sacerdote, y con el fin de enseñar a los niños la doctrina cristiana, restaurar la vida apostólica del clero y propagar la fe católica, instituyó la Orden de Clérigos Regulares, más tarde llamados de la Madre de Dios, lo que le llevó a sufrir muchas contradicciones. También inició el Colegio de Propaganda Fide, en Roma, donde, agotado por los trabajos, descansó piadosamente.
Patronazgos: patrono de los farmacéuticos.
Refieren a este santo: Beato Pedro de la Natividad de Santa María
Virgen Casani.
San Abrahán, santo del AT
Conmemoración de san Abrahán,
patriarca y padre de todos los creyentes, que, llamado por Dios, salió de su
patria, la ciudad de Ur de Caldea, y peregrinó por la tierra que el Altísimo le
había prometido a él y a sus descendientes. Manifestó toda su fe en Dios,
esperando contra toda esperanza al no negarse a ofrecer en sacrificio al hijo
unigénito, Isaac, que el Señor le había dado, ya anciano, de su esposa Sara.
Santos Diodoro,
Diomedes y Dídimo, mártires
En Laodicea, de Siria, pasión
de los santos Diodoro, Diomedes y Dídimo.
San Domino,
mártir
En la ciudad llamada Julia (hoy
Fidenza), en el territorio de Parma, en la vía Claudia, san Domino, mártir.
Santa Publia,
monja
En Antioquia de Siria,
conmemoración de santa Publia, quien, al morir su marido, entró en un
monasterio. En este lugar, mientras cantaba con sus compañeras vírgenes las
palabras del salmo «los ídolos de los gentiles son oro y plata» y «sean
semejantes los que los hacen», fueron escuchadas por el emperador Juliano el
Apóstata, que pasaba por allí, quien ordenó que la abofeteasen y reprendiesen
con aspereza.
San Sabino,
eremita
En la región de Bigorre, a los
pies de los Pirineos, san Sabino, eremita, que ilustró la vida monástica en
Aquitania.
San Domnino,
eremita
En Tiferno, junto al Tíber, en
la Umbría, san Domnino, eremita.
San Gisleno,
monje
En la región de Hainaut, en
Austrasia, san Gisleno, que vivió como monje en una celda que él mismo se había
construido.
San Deusdedit,
abad y confesor
En el monasterio de
Montecasino, san Deusdedit, abad, que fue encarcelado por el tirano Sicardo y,
consumido por el hambre y las privaciones, entregó su espíritu a Dios.
San Guntero,
eremita
En el monasterio de Brevnov, en
Bohemia, san Guntero, eremita, que, abandonando los bienes de la tierra, abrazó
la vida monástica y luego se retiró a la soledad de los bosques entre Baviera y
Bohemia, donde vivió y murió desligado de todo, pero al mismo tiempo muy unido
a Dios y a los hombres.
San Bernardo de
Rodez, abad
En el monasterio de Montsalvy,
en Francia, san Bernardo de Rodez, abad de los canónigos regulares de ese
cenobio.
San Luis
Bertrán, religioso presbítero
En Valencia, en España, san
Luis Bertrán, presbítero de la Orden de Predicadores, que en América meridional
predicó el evangelio de Cristo y defendió a varios pueblos indígenas.
Santos
Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, y ocho compañeros,
mártires
En la localidad de Turón, en la
región española de Asturias, santos mártires Inocencio de la Inmaculada
(Manuel) Canoura Arnau, presbítero de la Congregación de la Pasión, y ocho
compañeros de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que durante la
revolución fueron asesinados sin juicio previo por quienes odiaban la fe, y
alcanzaron así la victoria. Sus nombres son: santos Cirilo Bertrán (José) Sanz
Tejidor. Marciano José (Filomeno) López López, Victoriano Pío (Claudio) Bernabé
Cano, Julián-Alfredo (Vilfrido) Fernández Zapico, Benjamín Julián (Vicente) Alonso
Andrés, Augusto Andrés (Román) Martín Fernández, Benito de Jesús (Héctor)
Valdivielso Sáez y Aniceto Adolfo (Manuel) Seco Gutiérrez.
Santa Sara,
Santa del AT
Conmemoración popular de Santa
Sara, esposa del patriarca Abraham, cuya celebración en el Martirologio Romano
ocurre hoy.
LITURGIA DE HOY
Misa de feria (verde) o de la memoria de los santos Dionisio y comp. (rojo) o de la memoria de san Juan L. (blanco).
MISAL: para la feria cualquier formulario permitido (véase pág. 71, n. 5) / para la memoria de los santos Dionisio y comp. 1.ª orac. prop. y el resto del común de mártires (para vv. mártires), o de un domingo del T.O. / para la memoria de san Juan Leonardi 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para misioneros) o de santos (para santos que practicaron obras de misericordia), o de un domingo del T.O.; Pf. común o de la memoria.
- Jon 1, 1 — 2, 1. 11. Jonás se puso en marcha para huir lejos del Señor.
-
Salmo: Jon 2, 3-8. R. Tú, Señor, me sacaste vivo de la fosa.
- Lc
10, 25-37. ¿Quién es mi prójimo?
o
bien: cf. vol. IV.
Liturgia
de las Horas: oficio de feria o de una de las memorias.
Martirologio:
elogs. del 10 de octubre, pág. 603.
CALENDARIOS: Asidonia-Jerez, en la ciudad de Jerez: San Dionisio Areopagita, obispo y mártir: (F). Aniversario de la restauración del culto cristiano.
Valencia:
Dedicación de la iglesia-catedral (F).
León:
San Julián Alfredo, religioso y mártir (MO).
Dominicos:
San Luis Bertrán, presbítero (MO).
HH.
de las Escuelas Cristianas: Santos Cirilo Bertrán, Jaime Hilario y compañeros,
mártires (MO). Burgos: (ML).
Calahorra
y La Calzada-Logroño y Siervas de María, Ministras de los Enfermos:
Santo
Tomás de Villanueva, obispo (ML).
Oviedo: Santos Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbítero, Cirilo Beltrán Sanz Tejedor y compañeros, mártires (ML).
Sigüenza-Guadalajara:
Santos Marciano José López y compañeros, mártires (ML).
Agustinos:
Beato Antonio Patrizi, presbítero (ML).
O.
Cist.: Beato Vicente Kadlubek, obispo, cisterciense (ML).
Pasionistas: San Inocencio Canoura Arnau, presbítero, presbítero, mártir (ML).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Antífona de entrada Cf. Est 4, 17A tu poder, Señor, está sometido el mundo entero; nadie puede oponerse a ti. Tú creaste el cielo y la tierra y las maravillas todas que existen bajo el cielo. Tú eres Señor del universo.
Oración colectaDIOS todopoderoso y eterno,
que desbordas con la abundancia de tu amor
los méritos y los deseos
de los que te suplican,
derrama sobre nosotros tu misericordia,
para que perdones lo que pesa en la conciencia
y nos concedas aun aquello
que la oración no menciona.
Por nuestro Señor Jesucristo.
que desbordas con la abundancia de tu amor
los méritos y los deseos
de los que te suplican,
derrama sobre nosotros tu misericordia,
para que perdones lo que pesa en la conciencia
y nos concedas aun aquello
que la oración no menciona.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURAJonás se puso en marcha para huir lejos del Señor
Comienzo de la profecía de
Jonás 1, 1 — 2, 1. 11 EL SEÑOR dirigió su palabra a
Jonás, hijo de Amitai, en estos términos:
«Ponte en marcha, ve a Nínive, la gran ciudad, y llévale este mensaje contra
ella, pues me he enterado de sus crímenes».
Jonás se puso en marcha para
huir a Tarsis, lejos del Señor. Bajó a Jafa y encontró un barco que iba a
Tarsis; pagó el pasaje y embarcó para ir con ellos a Tarsis, lejos del Señor.
Pero el Señor envió un viento
recio y una fuerte tormenta en el mar, y el barco amenazaba con romperse.
Los marineros se atemorizaron y
se pusieron a rezar, cada uno a su dios. Después echaron al mar los objetos que
había en el barco, para aliviar la carga. Jonás bajó al fondo de la nave y se
quedó allí dormido.
El capitán se le acercó y le
dijo:
«¿Qué haces durmiendo? Levántate y reza a tu dios; quizá se ocupe ese dios de
nosotros y no muramos».
Se dijeron unos a otros:
«Echemos suertes para saber quién es el culpable de que nos haya caído esta
desgracia».
Echaron suertes y le tocó a
Jonás.
Entonces le dijeron:
«Dinos quién tiene la culpa de esta desgracia que nos ha sobrevenido, de qué se
trata, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres».
Jonás les respondió:
«Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra
firme».
Muchos de aquellos hombres se
asustaron y le preguntaron:
«¿Por qué has hecho eso?».
Pues se enteraron por el propio
Jonás de que iba huyendo del Señor.
Después le dijeron:
«¿Qué vamos a hacer contigo para que se calme el mar?».
Pues la tormenta arreciaba por
momentos.
Jonás les respondió:
«Agarradme, echadme al mar y se calmará. Bien sé que soy el culpable de que os
haya sobrevenido esta tormenta».
Aquellos hombres intentaron
remar hasta tierra firme, pero no lo consiguieron, pues la tormenta arreciaba.
Entonces rezaron así al Señor:
«¡Señor!, no nos hagas desaparecer por culpa de este hombre; no nos imputes
sangre inocente, pues tú, Señor, actúas como te gusta».
Después agarraron a Jonás y lo
echaron al mar. Y el mar se calmó.
Tras ver lo ocurrido, aquellos
hombres temieron profundamente al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron
votos.
El Señor envió un gran pez para
que se tragase a Jonás, y allí estuvo Jonás, en el vientre del pez, durante
tres días con sus noches.
Y el Señor habló al pez, que
vomitó a Jonás en tierra firme.Palabra de Dios.
Salmo responsorial Jon 2,
3. 4. 5. 8 (R: cf. 7de)R/. Tú, Señor, me sacaste vivo de la fosa.V/. Invoqué al Señor en mi
desgracia y me escuchó;
desde lo hondo del Abismo pedí
auxilio
y escuchaste mi llamada. R/.V/. Me arrojaste a las
profundidades de alta mar,
las corrientes me rodeaban,
todas tus olas y oleajes se
echaron sobre mí. R/.V/. Me dije: «Expulsado de tu
presencia,
¿cuándo volveré a contemplar tu
santa morada?». R/.V/. Cuando ya desfallecía mi
ánimo,
me acordé del Señor;
y mi oración llegó hasta ti,
hasta tu santa morada. R/.
Aleluya Jn 13,
34R/. Aleluya, aleluya, aleluya.V/. Os doy un mandamiento nuevo
—dice el Señor—:que os améis unos a otros, como yo os he amado. R/.
EVANGELIO¿Quién es mi prójimo?
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas 10, 25-37
╬ EN AQUEL TIEMPO, se levantó un
maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
Él respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda
tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la ley,
queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo
desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por
casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y
pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio
un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de
viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le
vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia
cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos
denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de
más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
¿Cuál de estos tres te parece
que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».Palabra del Señor.
«Ponte en marcha, ve a Nínive, la gran ciudad, y llévale este mensaje contra ella, pues me he enterado de sus crímenes».
Jonás se puso en marcha para huir a Tarsis, lejos del Señor. Bajó a Jafa y encontró un barco que iba a Tarsis; pagó el pasaje y embarcó para ir con ellos a Tarsis, lejos del Señor.
Pero el Señor envió un viento recio y una fuerte tormenta en el mar, y el barco amenazaba con romperse.
Los marineros se atemorizaron y se pusieron a rezar, cada uno a su dios. Después echaron al mar los objetos que había en el barco, para aliviar la carga. Jonás bajó al fondo de la nave y se quedó allí dormido.
El capitán se le acercó y le dijo:
«¿Qué haces durmiendo? Levántate y reza a tu dios; quizá se ocupe ese dios de nosotros y no muramos».
Se dijeron unos a otros:
«Echemos suertes para saber quién es el culpable de que nos haya caído esta desgracia».
Echaron suertes y le tocó a Jonás.
Entonces le dijeron:
«Dinos quién tiene la culpa de esta desgracia que nos ha sobrevenido, de qué se trata, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres».
Jonás les respondió:
«Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme».
Muchos de aquellos hombres se asustaron y le preguntaron:
«¿Por qué has hecho eso?».
Pues se enteraron por el propio Jonás de que iba huyendo del Señor.
Después le dijeron:
«¿Qué vamos a hacer contigo para que se calme el mar?».
Pues la tormenta arreciaba por momentos.
Jonás les respondió:
«Agarradme, echadme al mar y se calmará. Bien sé que soy el culpable de que os haya sobrevenido esta tormenta».
Aquellos hombres intentaron remar hasta tierra firme, pero no lo consiguieron, pues la tormenta arreciaba. Entonces rezaron así al Señor:
«¡Señor!, no nos hagas desaparecer por culpa de este hombre; no nos imputes sangre inocente, pues tú, Señor, actúas como te gusta».
Después agarraron a Jonás y lo echaron al mar. Y el mar se calmó.
Tras ver lo ocurrido, aquellos hombres temieron profundamente al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos.
El Señor envió un gran pez para que se tragase a Jonás, y allí estuvo Jonás, en el vientre del pez, durante tres días con sus noches.
Y el Señor habló al pez, que vomitó a Jonás en tierra firme.
Salmo responsorial Jon 2, 3. 4. 5. 8 (R: cf. 7de)
desde lo hondo del Abismo pedí auxilio
y escuchaste mi llamada. R/.
las corrientes me rodeaban,
todas tus olas y oleajes se echaron sobre mí. R/.
¿cuándo volveré a contemplar tu santa morada?». R/.
me acordé del Señor;
y mi oración llegó hasta ti,
hasta tu santa morada. R/.
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
Él respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
y, por estos santos misterios
que celebramos en razón de nuestro ministerio,
perfecciona en nosotros como conviene
la obra santificadora de tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
El misterio de la salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.Por él, que es tu palabra, hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.Por eso,
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:Santo, Santo, Santo...
El misterio de la salvación en Cristo
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo
y nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
Oración después de la comunión
que nos alimentemos y saciemos en los sacramentos recibidos,
hasta que nos transformemos en lo que hemos tomado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Porque la meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la vida eterna» (San Cirilo de Jerusalén).
«En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo» (San Juan Pablo II).
«(…) No podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: ‘Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él’ (1Jn 3,15) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.033).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Porque la meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la vida eterna» (San Cirilo de Jerusalén).
«En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo» (San Juan Pablo II).
«(…) No podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: ‘Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él’ (1Jn 3,15) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.033).
No hay comentarios:
Publicar un comentario