PROGRAMA PARROQUIAL:DOMINGO, 13 DE ABRILPARROQUIA DEL CARMEN:
- Bendición de ramos y palmas, en la puerta de la Hermandad del Prendimiento, (a las 11.15 h).
- Eucaristía del Domingo de Ramos, en la Parroquia (aproximadamente, a las 12.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Bendición de ramos y palmas, en la puerta de los Salones Parroquiales, calle D. Bosco, 9, (a las 11.00 h).
- Eucaristía del Domingo de Ramos, en la Parroquia (aproximadamente, a las 12.30 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Bendición de ramos y palmas, en la puerta de la Hermandad del Prendimiento, (a las 11.15 h).
- Eucaristía del Domingo de Ramos, en la Parroquia (aproximadamente, a las 12.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Bendición de ramos y palmas, en la puerta de los Salones Parroquiales, calle D. Bosco, 9, (a las 11.00 h).
- Eucaristía del Domingo de Ramos, en la Parroquia (aproximadamente, a las 12.30 h.).
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ADORACIÓN PERPETUADEL STMO. SACRAMENTO EN VIVO
Parroquia Ntra. Sra. de la MercedInstituto del Verbo EncarnadoCapilla "San Ignacio de Loyola"(Manresa, España)
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(titular de la cuenta: Parroquia Nuestra Señora de los Dolores (Huelva)
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"Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna" (Mt 19,29)
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NOTICIAS DE ACTUALIDAD
NOTICIAS DE ACTUALIDAD
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ÚLTIMA HORA DEL PAPA
Otra salida no programada de Francisco, como la del domingo pasado, de Casa Santa Marta donde continúa su convalecencia y ha reanudado algunas reuniones. El Papa llegó a la Basílica alrededor de las 13.00 horas donde encontró a un centenar de fieles muy emocionados que acudieron a saludarlo y ser bendecidos.
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Homilía Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, por el P. Santiago Martín(13.04.2025)
Homilía del Domingo de Ramosen la Pasión del Señor(13.04.2025)
Portada
Munilla: «Santiago Cantera es el hombre que ha dado a España la lección moral que necesitaba»
Planned Parenthood secunda a los provida frente al régimen del aborto en casa: 6 horrores «posibles»
Milagros con las «monjas de rosa»: adoran sin pausa desde hace un siglo y combaten la crisis de fe
Los niños sanan a los soldados mutilados en Ucrania: más eficaces que los terapeutas
La Iglesia en Nigeria es de las más atacadas pero «crece de forma astronómica», dice el obispo Daboh
Sacerdotes chinos denuncian que la Iglesia tiene menos libertad tras 6 años de los acuerdos con Roma
Misas multitudinarias este domingo en el Valle de los Caídos en apoyo a la Cruz y a los benedictinos
Opinión
Carmen Cabeza
Gracias, Katerina, por enseñarme tanto.
Judío tibio, bebedor en la universidad, se reía de los cristianos hasta que investigó sobre Cristo
«Los jóvenes tienen una visión menos ideológica de la religión, es un terreno potencialmente fértil»
Vía Crucis recorre las calles de Madrid con cientos de jóvenes
Lucifer, exhibido e invocado en un estadio
Los tesoros del Santo Sepulcro: la Custodia y el corazón secreto de Europa
Santa Bárbara bendita, en el estadio del Molinón
VIVE DE CRISTO®Dominicas de Lerma
Hoy el reto del amor es que pidas un favor a alguien
Proyecto Amor Conyugal
¿Son mis genialidades? Comentario para Matrimonios: Juan 8, 21-30
Ignasi de Bofarull
La adolescencia en el laberinto
Yasmin Oré y Jesús Urones
Cinco claves para vivir el pudor en estos tiempos
Jesús María Silva Castignani
El Valle: ¿De quién es y quién decide?
Otras noticias
Viktoria, joven médico ucraniana: «No me he encontrado con ningún no creyente en el frente»
«Adiós woke, hola Jesús»: Silicon Valley abraza la fe cristiana y empieza a cuestionar el mundo ateo
José María Carrera Hurtado
Francisco reaparece en el Jubileo de los Enfermos: «En este momento comparto mucho con ustedes»
«No es cristiano»: el obispo Ginés y la «actitud» que le «entristece» de muchos católicos estos días
Helena Marcos, médico y enferma: «El dolor es un modo privilegiado de conocernos, es una gracia»
Un juez condena a una mujer por mostrar frente a un abortorio un cartel que invitaba a hablar
El bombero que se convirtió entre las llamas de Notre Dame: «De la cruz salía una luz que iluminaba»
5 sencillas enseñanzas de San Vicente Ferrer de gran utilidad para el hombre de hoy
Muere el antiguo cardenal Theodore McCarrick, condenado por abusos y expulsado del estado clerical
9 claves para afrontar el sufrimiento con un sentido cristiano: respuestas a grandes interrogantes
20 frases de 20 santos para el siglo XXI: Gema Galgani, Carlos de Foucauld, Faustina Kowalska...
Rezar lo que rezaba Jesús y otras 4 virtudes de la Sagrada Familia aplicables en un hogar cristiano
Del secularismo a la irreligiosidad
Angélica Barragán
Qué verde era mi valle y qué bella su cruz
Monseñor Jesús Sanz Montes
Rafael Sánchez Saus
Desde el santuario de Lord, en la montaña, «Hagan Lío» explora la fuerza de la oración
«Más Cinco»: la fuerza de los testimonios nos anima a mejorar
Por qué España es un caso único en el tema de abusos e Iglesia: son los políticos
Andrés Garrigó y algunas claves del buen audiovisual católico
Pablo J. Ginés
Ha entrevistado a más de 120 misioneros en 32 países
Pell y el fundador de los Caballeros de Colón, intercesores en la sorprendente salvación de un niño
C.L.
La 3ª Fiesta de la Resurrección presenta a los artistas y las novedades que se verán en Cibeles
Jesús M.C.
Cuatro condiciones del sacerdote del millón de seguidores para usar y evangelizar las redes sociales
José María Carrera
Crean una App que recoge todos los cantos del Camino Neocatecumenal: así puedes descargarla
Juan Cadarso
Los exorcistas se enfrentan al alcalde democristiano de Benevento por impulsar festivales de brujas
¿Qué es lo que más le llena al senador socialista y Gran Maestre masón que impide salvar bebés?
Francisco reaparece en el Jubileo de los Enfermos: «En este momento comparto mucho con ustedes»
La Comisión Teológica Internacional conmemora el Concilio de Nicea con un documento sobre Jesús
Refrendo «total y unánime» de los obispos españoles al acuerdo sobre el Valle de los Caídos
C.L.
Amar Siempre Más, el proyecto con base parroquial que da de comer y ofrece un gran sentido a la vida
Juan Cadarso
Mario de las Heras («El Debate»): «Los valores cristianos se encuentran en el tuétano de Occidente»
Luis Javier Moxó Soto
La Comisión Teológica Internacional conmemora el Concilio de Nicea con un documento sobre Jesús
«Casa de David», el «Juego de Tronos» bíblico: sin sexo ni dragones, pero con gigantes
Pablo J. Ginés
Un hombre intenta rescatar una forma de ser profanada durante la misa satánica de Kansas
Butch Wilmore vuelve tras 9 meses en el espacio: «Cristo obra en todas las cosas»
La Universidad de Puerto Rico cancela a Marcelo Gullo horas antes de su primera conferencia
José María Carrera Hurtado
Confirmado el segundo milagro de Carmen Rendiles: será santa con José Gregorio Hernández
Pablo J. Ginés
Chumel Torres, humorista: «No insultes mi fe, güey»
Niños de cuatro años, expulsados de clase en el Reino Unido por «tránsfobos»: JK Rowling les apoya
C.L.
Los exorcistas se enfrentan al alcalde democristiano de Benevento por impulsar festivales de brujas
C.L.
Hallan restos de un huerto en el Santo Sepulcro que confirman la precisión del Evangelio de San Juan
El eclipse de Sol, una maravilla que sugiere diseño
Mariano Urdiales Viedma
Butch Wilmore vuelve tras 9 meses en el espacio: «Cristo obra en todas las cosas»
8 consejos para educar hijos fuertes y a contracorriente
4 no-excusas para la infidelidad y cómo perdonarla
José María Carrera Hurtado
¿Dónde se conocen las parejas (1930-2024)?
Álvaro Ortega: la juventud provida, con «Más Cinco»
«Más Cinco» hace pensar y entretiene
El milagro de San José y los sacerdotes salvados del campo nazi de Dachau
Pablo J. Ginés
Mártires católicos de Inglaterra: su fe clandestina y su amor a los sacramentos
Pablo J. Ginés
«Adolescencia» arrasa en Netflix, desvela la trama incel y advierte a los padres: «No se dan cuenta»
José María Carrera Hurtado
Niños de cuatro años, expulsados de clase en el Reino Unido por «tránsfobos»: JK Rowling les apoya
C.L.
C.L.
Jesús, María y Pedro: los actores de «The Chosen» en la temporada más emotiva
Pablo J. Ginés
Chules, de Bocatas: ¡sal de la «supercápsula»!
Amar Siempre Más, el proyecto con base parroquial que da de comer y ofrece un gran sentido a la vida
Juan Cadarso
Una madre china les confió a sus hijos y no dudaron: hoy acogen y dan de comer a 98 niños en Madrid
J.C
SANTORAL DE HOY
El santo del día en 1 minuto:
Elogio: En Tarragona, ciudad de Hispania, san Hermenegildo, mártir, que, siendo hijo de Leovigildo, rey arriano de los visigodos, se convirtió a la fe católica por mediación de san Leandro, obispo de Sevilla. Recluido en la cárcel por disposición del rey, al haberse negado a recibir la comunión de manos de un obispo arriano, el día de la fiesta de Pascua fue degollado por mandato de su propio padre.
Refieren a este santo: San Leandro de Sevilla.
Oración
Oh Dios, que suscitaste en tu Iglesia a san Hermenegildo, mártir, como intrépido defensor de la fe, concédenos a cuantos veneramos hoy la memoria de su martirio la unidad en la confesión de tu nombre y la perseverancia en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Elogio: San Martín I, papa y mártir, que tras condenar la herejía de los monotelitas en el Concilio de Letrán, por orden del emperador Constante II fue arrancado de su sede por el exarca Calíopa, que entró por la fuerza en la Basílica de Letrán, y lo envió a Constantinopla, donde primero quedó encerró en una dura mazmorra bajo estrecha vigilancia y después fue desterrado al Quersoneso, lugar en el que, pasados unos dos años, concluyeron sus tribulaciones y alcanzó la corona eterna.
Refieren a este santo: San Eugenio I, San Mansueto de Milán.
Oración
Dios todopoderoso, tú has querido que san Martín primero, papa y mártir, no fuera vencido ni por las amenazas, ni por los sufrimientos; concédenos, a nosotros, soportar con fortaleza de espíritu las adversidades de este mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica)
Santos Carpo, Pápilo, Agatónica, y compañeros, mártires
En Pérgamo, en la provincia romana de Asia, santos mártires Carpo, obispo de Tiatira, Pápilo, diácono, Agatónica, hermana de Pápilo, y otros muchos que, por la dicha de expresar su confesión cristiana, fueron coronados con el martirio. († s. II-III)
San Urso de Ravena, obispo
En Ravena, de la Flaminia, san Urso, obispo, que trasladó la sede episcopal desde Classe a esta ciudad y dedicó la iglesia catedral en la fiesta de Pascua bajo el título de santa Anástasis. En este mismo día, pasados algunos años, emigró a la gloria de la resurrección. († c. 425)
Beata Ida de Boulogne, viuda
En el monasterio de Santa María de Capelle, cerca de Wast, en la región de Boulogne, en Francia, beata Ida, quien, viuda de Eustaquio, conde de Boulogne, brilló por su liberalidad hacia los pobres y por su celo en el decoro de la casa de Dios. († 1113)
San Carádoco, presbítero y eremita
En Saint-David, en el territorio de Cambria, en Gales, san Carádoco, presbítero y ermitaño, que siendo tañedor de arpa en el palacio real, al constatar que allí se quería más a los perros que a los hombres, decidió servir a Dios bajo la dirección del abad Teliavo. († 1124)
Beata Ida de Lovaina, virgen
En el monasterio cisterciense de Roosendaal, en Brabante, beata Ida, virgen, que desde joven sufrió por parte de su padre antes de entrar en la vida religiosa, y con la austeridad cotidiana imitó en su cuerpo a Cristo sufriente. († c. 1290)
Beato Albertino, abad
En el monasterio de Fonte Avellana, en la Umbría, beato Albertino, ermitaño y prior de un grupo de eremitas, que antepuso la soledad a los honores y procuró conciliar a las ciudades que estaban enemistadas entre sí. († 1294)
Beata Margarita de Cittá di Castello, virgen
En Cittá di Castello, de nuevo en Umbría, beata Margarita, virgen de las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, la cual, ciega de nacimiento, deforme y abandonada por sus progenitores, siempre confió en su corazón, sin embargo, en el nombre de Jesús. († 1320)
Beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires
En Rochester, en Inglaterra, beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires que, tras haberse formado en el Colegio de los Ingleses de Reims, regresaron a su patria para ejercer clandestinamente el ministerio sacerdotal, a causa de lo cual, durante el reinado de Isabel 1, ambos fueron condenados a la horca y después descuartizados. († 1590)
Beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires
En York, también en Inglaterra, beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires en tiempo del rey Carlos I. El primero, de ochenta y siete años, que ya había sido condenado dos veces a la pena capital por ser sacerdote, quiso preceder en el patíbulo a su compañero más joven, que estaba algo angustiado ante la muerte, para animarle a culminar el glorioso martirio. († 1642)
Beato Serafín Morazzone, presbítero
En Chiuso, de Lecco, en Italia, beato Serafín Morazzone, presbítero de la archidiócesis de Milán, cuyas virtudes fueron tales que las recogió el gran escritor italiano Alessandro Manzoni en su primera redacción de su obra maestra "Los novios". († 1822)
Beato Juan Bernardo Scubilión, religioso
En la isla de La Reunion, en el Océano Índico, beato Scubilión (Juan Bernardo) Rousseau, religioso del Instituto de las Escuelas Cristianas, el cual enseñó incansablemente a los niños y ofreció ayuda a los pobres y esperanza a los esclavos. († 1867)
San Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir
En la aldea de Totoclán, en la región de Guadalajara, en México, san Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir, que fue ejecutado durante la persecución mexicana por su fe en Cristo Sacerdote y Rey del Universo. († 1927)
Beato Rolando Rivi, mártir
En Piane di Monchio, Italia, beato Rolando Rivi, seminarista mártir, que con tan solo catorce años fue asesinado por mostrar abiertamente su piedad. († 1945)
Munilla: «Santiago Cantera es el hombre que ha dado a España la lección moral que necesitaba»
Planned Parenthood secunda a los provida frente al régimen del aborto en casa: 6 horrores «posibles»
Milagros con las «monjas de rosa»: adoran sin pausa desde hace un siglo y combaten la crisis de fe
Los niños sanan a los soldados mutilados en Ucrania: más eficaces que los terapeutas
La Iglesia en Nigeria es de las más atacadas pero «crece de forma astronómica», dice el obispo Daboh
Sacerdotes chinos denuncian que la Iglesia tiene menos libertad tras 6 años de los acuerdos con Roma
Misas multitudinarias este domingo en el Valle de los Caídos en apoyo a la Cruz y a los benedictinos
Opinión
Carmen Cabeza
Gracias, Katerina, por enseñarme tanto.
Judío tibio, bebedor en la universidad, se reía de los cristianos hasta que investigó sobre Cristo
«Los jóvenes tienen una visión menos ideológica de la religión, es un terreno potencialmente fértil»
Vía Crucis recorre las calles de Madrid con cientos de jóvenes
Lucifer, exhibido e invocado en un estadio
Los tesoros del Santo Sepulcro: la Custodia y el corazón secreto de Europa
Santa Bárbara bendita, en el estadio del Molinón
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Hoy el reto del amor es que pidas un favor a alguien
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La adolescencia en el laberinto
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Cinco claves para vivir el pudor en estos tiempos
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El Valle: ¿De quién es y quién decide?
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José María Carrera Hurtado
Francisco reaparece en el Jubileo de los Enfermos: «En este momento comparto mucho con ustedes»
«No es cristiano»: el obispo Ginés y la «actitud» que le «entristece» de muchos católicos estos días
Helena Marcos, médico y enferma: «El dolor es un modo privilegiado de conocernos, es una gracia»
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El bombero que se convirtió entre las llamas de Notre Dame: «De la cruz salía una luz que iluminaba»
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20 frases de 20 santos para el siglo XXI: Gema Galgani, Carlos de Foucauld, Faustina Kowalska...
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Del secularismo a la irreligiosidad
Angélica Barragán
Qué verde era mi valle y qué bella su cruz
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Rafael Sánchez Saus
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Pablo J. Ginés
Ha entrevistado a más de 120 misioneros en 32 países
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Juan Cadarso
Los exorcistas se enfrentan al alcalde democristiano de Benevento por impulsar festivales de brujas
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C.L.
Amar Siempre Más, el proyecto con base parroquial que da de comer y ofrece un gran sentido a la vida
Juan Cadarso
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«Casa de David», el «Juego de Tronos» bíblico: sin sexo ni dragones, pero con gigantes
Pablo J. Ginés
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José María Carrera Hurtado
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Pablo J. Ginés
Chumel Torres, humorista: «No insultes mi fe, güey»
Niños de cuatro años, expulsados de clase en el Reino Unido por «tránsfobos»: JK Rowling les apoya
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Los exorcistas se enfrentan al alcalde democristiano de Benevento por impulsar festivales de brujas
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Hallan restos de un huerto en el Santo Sepulcro que confirman la precisión del Evangelio de San Juan
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Butch Wilmore vuelve tras 9 meses en el espacio: «Cristo obra en todas las cosas»
8 consejos para educar hijos fuertes y a contracorriente
4 no-excusas para la infidelidad y cómo perdonarla
José María Carrera Hurtado
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«Más Cinco» hace pensar y entretiene
El milagro de San José y los sacerdotes salvados del campo nazi de Dachau
Pablo J. Ginés
Mártires católicos de Inglaterra: su fe clandestina y su amor a los sacramentos
Pablo J. Ginés
«Adolescencia» arrasa en Netflix, desvela la trama incel y advierte a los padres: «No se dan cuenta»
José María Carrera Hurtado
Niños de cuatro años, expulsados de clase en el Reino Unido por «tránsfobos»: JK Rowling les apoya
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C.L.
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Chules, de Bocatas: ¡sal de la «supercápsula»!
Amar Siempre Más, el proyecto con base parroquial que da de comer y ofrece un gran sentido a la vida
Juan Cadarso
Una madre china les confió a sus hijos y no dudaron: hoy acogen y dan de comer a 98 niños en Madrid
J.C
Santos Carpo, Pápilo, Agatónica, y compañeros, mártires
En Pérgamo, en la provincia romana de Asia, santos mártires Carpo, obispo de Tiatira, Pápilo, diácono, Agatónica, hermana de Pápilo, y otros muchos que, por la dicha de expresar su confesión cristiana, fueron coronados con el martirio. († s. II-III)
San Urso de Ravena, obispo
En Ravena, de la Flaminia, san Urso, obispo, que trasladó la sede episcopal desde Classe a esta ciudad y dedicó la iglesia catedral en la fiesta de Pascua bajo el título de santa Anástasis. En este mismo día, pasados algunos años, emigró a la gloria de la resurrección. († c. 425)
Beata Ida de Boulogne, viuda
En el monasterio de Santa María de Capelle, cerca de Wast, en la región de Boulogne, en Francia, beata Ida, quien, viuda de Eustaquio, conde de Boulogne, brilló por su liberalidad hacia los pobres y por su celo en el decoro de la casa de Dios. († 1113)
San Carádoco, presbítero y eremita
En Saint-David, en el territorio de Cambria, en Gales, san Carádoco, presbítero y ermitaño, que siendo tañedor de arpa en el palacio real, al constatar que allí se quería más a los perros que a los hombres, decidió servir a Dios bajo la dirección del abad Teliavo. († 1124)
Beata Ida de Lovaina, virgen
En el monasterio cisterciense de Roosendaal, en Brabante, beata Ida, virgen, que desde joven sufrió por parte de su padre antes de entrar en la vida religiosa, y con la austeridad cotidiana imitó en su cuerpo a Cristo sufriente. († c. 1290)
Beato Albertino, abad
En el monasterio de Fonte Avellana, en la Umbría, beato Albertino, ermitaño y prior de un grupo de eremitas, que antepuso la soledad a los honores y procuró conciliar a las ciudades que estaban enemistadas entre sí. († 1294)
Beata Margarita de Cittá di Castello, virgen
En Cittá di Castello, de nuevo en Umbría, beata Margarita, virgen de las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, la cual, ciega de nacimiento, deforme y abandonada por sus progenitores, siempre confió en su corazón, sin embargo, en el nombre de Jesús. († 1320)
Beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires
En Rochester, en Inglaterra, beatos Francisco Dickenson y Milón Gerard, presbíteros y mártires que, tras haberse formado en el Colegio de los Ingleses de Reims, regresaron a su patria para ejercer clandestinamente el ministerio sacerdotal, a causa de lo cual, durante el reinado de Isabel 1, ambos fueron condenados a la horca y después descuartizados. († 1590)
Beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires
En York, también en Inglaterra, beatos Juan Lockwood y Eduardo Catherick, presbíteros y mártires en tiempo del rey Carlos I. El primero, de ochenta y siete años, que ya había sido condenado dos veces a la pena capital por ser sacerdote, quiso preceder en el patíbulo a su compañero más joven, que estaba algo angustiado ante la muerte, para animarle a culminar el glorioso martirio. († 1642)
Beato Serafín Morazzone, presbítero
En Chiuso, de Lecco, en Italia, beato Serafín Morazzone, presbítero de la archidiócesis de Milán, cuyas virtudes fueron tales que las recogió el gran escritor italiano Alessandro Manzoni en su primera redacción de su obra maestra "Los novios". († 1822)
Beato Juan Bernardo Scubilión, religioso
En la isla de La Reunion, en el Océano Índico, beato Scubilión (Juan Bernardo) Rousseau, religioso del Instituto de las Escuelas Cristianas, el cual enseñó incansablemente a los niños y ofreció ayuda a los pobres y esperanza a los esclavos. († 1867)
San Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir
En la aldea de Totoclán, en la región de Guadalajara, en México, san Saba Reyes Salazar, presbítero y mártir, que fue ejecutado durante la persecución mexicana por su fe en Cristo Sacerdote y Rey del Universo. († 1927)
Beato Rolando Rivi, mártir
En Piane di Monchio, Italia, beato Rolando Rivi, seminarista mártir, que con tan solo catorce años fue asesinado por mostrar abiertamente su piedad. († 1945)
LITURGIA DE HOY
LITURGIA DE HOY
DIRECTORIO SOBRELA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIALa Semana Santa
138. "Durante la Semana Santa la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén".
Es muy intensa la participación del pueblo en los ritos de la Semana Santa. Algunos muestran todavía señales de su origen en el ámbito de la piedad popular. Sin embargo ha sucedido que, a lo largo de los siglos, se ha producido en los ritos de la Semana Santa una especie de paralelismo celebrativo, por lo cual se dan prácticamente dos ciclos con planteamiento diverso: uno rigurosamente litúrgico, otro caracterizado por ejercicios de piedad específicos, sobre todo las procesiones.
Esta diferencia se debería reconducir a una correcta armonización entre las celebraciones litúrgicas y los ejercicios de piedad. En relación con la Semana Santa, el amor y el cuidado de las manifestaciones de piedad tradicionalmente estimadas por el pueblo debe llevar necesariamente a valorar las acciones litúrgicas, sostenidas ciertamente por los actos de piedad popular.
Domingo de Ramos
Las palmas y los ramos de olivo o de otros árboles
139. "La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos "de la Pasión del Señor", que comprende a la vez el triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión".
La procesión que conmemora la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén tiene un carácter festivo y popular. A los fieles les gusta conservar en sus hogares, y a veces en el lugar de trabajo, los ramos de olivo o de otros árboles, que han sido bendecidos y llevados en la procesión.
Sin embargo es preciso instruir a los fieles sobre el significado de la celebración, para que entiendan su sentido. Será oportuno, por ejemplo, insistir en que lo verdaderamente importante es participar en la procesión y no simplemente procurarse una palma o ramo de olivo; que estos no se conserven como si fueran amuletos, con un fin curativo o para mantener alejados a los malos espíritus y evitar así, en las casas y los campos, los daños que causan, lo cual podría ser una forma de superstición.
La palma y el ramo de olivo se conservan, ante todo, como un testimonio de la fe en Cristo, rey mesiánico, y en su victoria pascual.
Introducción al Triduo pascual
140. Todos los años en el «sacratísimo triduo del Crucificado, del Sepultado y del Resucitado», o Triduo pascual, que se celebra desde la misa vespertina del Jueves en la cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección, la Iglesia celebra, «en íntima comunión con Cristo su Esposo», los grandes misterios de la redención humana.
Otras observaciones
- Es sagrado el ayuno pascual de los dos primeros días del Triduo, en los cuales, según la antigua tradición, la Iglesia ayuna «porque el Esposo le ha sido arrebatado». El Viernes Santo de la Pasión del Señor hay que observar en todas partes el ayuno y la abstinencia, y se recomienda que se observe también durante el Sábado Santo, a fin de que la Iglesia pue- da llegar con espíritu abierto a la alegría del Domingo de Resurrección (cf. PCFP, n. 39).
- Las celebraciones de la primera parte del Triduo (misa vespertina del Jueves Santo y celebraciones del Viernes y Sábado Santos durante el día) son intensamente sobrias; en cambio la Noche Santa de la Resurrección es una fiesta rebosante de alegría. El paso de la tristeza al gozo se expresa en la misma Vigilia pascual, celebración del tránsito de Cristo, de su muerte a su resurrección. Que se haga este paso en la liturgia es fundamental, para captar la realidad salvífica que se conmemora. La culminación del Triduo pascual es la Vigilia pascual, en la que hacemos memoria sacramental de la resurrección del Señor.
- Para la celebración adecuada del Triduo pascual se requiere un número conveniente de ministros y colaboradores, que han de ser instruidos cuidadosamente acerca de lo que han de hacer (PCFP, n. 41).
- No se celebren los oficios del Triduo pascual en aquellos lugares donde falte el número suficiente de participantes, ministros y cantores, y procúrese que los fieles se reúnan para participar en una iglesia más importante (PCFP, n. 43).
- Los pastores no dejen de explicar a los fieles, en el mejor modo posible, el significado y la estructura de las celebraciones, preparándoles a una participación activa y fructuosa (PCFP, n. 41).
- Tiene una importancia especial en las celebraciones de la Semana Santa, y especialmente durante el Triduo pascual, el canto del pueblo, de los ministros y del sacerdote celebrante, porque es concorde a la solemnidad de dichos días y, también, porque los textos adquieren toda su fuerza precisamente cuando son cantados (cf. PCFP, n. 42).
- En la celebración del matrimonio se advertirá a los esposos que tengan en cuenta la naturaleza peculiar de este tiempo litúrgico. En ningún caso se celebrará el matrimonio el Viernes Santo ni el Sábado Santo (cf. Ritual del matrimonio, n. 32).
- La práctica de organizar en una misma comunidad parroquial dos vigilias pascuales, una abreviada y otra muy desarrollada, es incorrecta, como contraria a los más elementales principios de la celebración pascual, que requieren una única asamblea, signo de la única Iglesia que se renueva en la celebración de los Misterios pascuales. Hay que favorecer el hecho de que los grupos particulares tomen parte en la celebración común de la Vigilia pascual, de suerte que todos los fieles, formando una única asamblea, puedan experimentar más profundamente el sentido de pertenencia a la comunidad eclesial.
Introducción al Triduo pascual
140. Todos los años en el «sacratísimo triduo del Crucificado, del Sepultado y del Resucitado», o Triduo pascual, que se celebra desde la misa vespertina del Jueves en la cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección, la Iglesia celebra, «en íntima comunión con Cristo su Esposo», los grandes misterios de la redención humana.
Otras observaciones
- Es sagrado el ayuno pascual de los dos primeros días del Triduo, en los cuales, según la antigua tradición, la Iglesia ayuna «porque el Esposo le ha sido arrebatado». El Viernes Santo de la Pasión del Señor hay que observar en todas partes el ayuno y la abstinencia, y se recomienda que se observe también durante el Sábado Santo, a fin de que la Iglesia pue- da llegar con espíritu abierto a la alegría del Domingo de Resurrección (cf. PCFP, n. 39).
- Las celebraciones de la primera parte del Triduo (misa vespertina del Jueves Santo y celebraciones del Viernes y Sábado Santos durante el día) son intensamente sobrias; en cambio la Noche Santa de la Resurrección es una fiesta rebosante de alegría. El paso de la tristeza al gozo se expresa en la misma Vigilia pascual, celebración del tránsito de Cristo, de su muerte a su resurrección. Que se haga este paso en la liturgia es fundamental, para captar la realidad salvífica que se conmemora. La culminación del Triduo pascual es la Vigilia pascual, en la que hacemos memoria sacramental de la resurrección del Señor.
- Para la celebración adecuada del Triduo pascual se requiere un número conveniente de ministros y colaboradores, que han de ser instruidos cuidadosamente acerca de lo que han de hacer (PCFP, n. 41).
- No se celebren los oficios del Triduo pascual en aquellos lugares donde falte el número suficiente de participantes, ministros y cantores, y procúrese que los fieles se reúnan para participar en una iglesia más importante (PCFP, n. 43).
- Los pastores no dejen de explicar a los fieles, en el mejor modo posible, el significado y la estructura de las celebraciones, preparándoles a una participación activa y fructuosa (PCFP, n. 41).
- Tiene una importancia especial en las celebraciones de la Semana Santa, y especialmente durante el Triduo pascual, el canto del pueblo, de los ministros y del sacerdote celebrante, porque es concorde a la solemnidad de dichos días y, también, porque los textos adquieren toda su fuerza precisamente cuando son cantados (cf. PCFP, n. 42).
- En la celebración del matrimonio se advertirá a los esposos que tengan en cuenta la naturaleza peculiar de este tiempo litúrgico. En ningún caso se celebrará el matrimonio el Viernes Santo ni el Sábado Santo (cf. Ritual del matrimonio, n. 32).
- La práctica de organizar en una misma comunidad parroquial dos vigilias pascuales, una abreviada y otra muy desarrollada, es incorrecta, como contraria a los más elementales principios de la celebración pascual, que requieren una única asamblea, signo de la única Iglesia que se renueva en la celebración de los Misterios pascuales. Hay que favorecer el hecho de que los grupos particulares tomen parte en la celebración común de la Vigilia pascual, de suerte que todos los fieles, formando una única asamblea, puedan experimentar más profundamente el sentido de pertenencia a la comunidad eclesial.
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, cuando nuestro Señor Jesucristo, como indica la profecía de Zacarías, entró en Jerusalén sentado sobre un pollino de borrica, y a su encuentro salió la multitud con ramos de olivos (elog. del Martirologio Romano).
Misa del Domingo (rojo).
MISAL: ants. y oracs. props., sin Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. I (C).
Procesión:
- Lc 19, 28-40. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Misa:
- Is 50, 4-7. No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado.
- Sal 21. R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
- Flp 2, 6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
- Lc 22, 14 — 23, 56. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Jesús decide cómo quiere entrar en Jerusalén, como un Mesías humilde y pacífico, defensor de los pobres y desvalidos, de aquellos que no tienen «rey» que los defienda. Tal como había profetizado Zacarías. En las horas de la pasión se muestra como el siervo de Dios entregado y pacíficamente sufriente de Isaías. Y en la cruz, se expresa como el siervo sufriente del salmo que clama con una infinita confianza a Dios Padre que guarda silencio, a su Abba de Getsemaní. Acompañando a Jesús en su pasión comprendemos que Dios está presente en medio de nuestros sufrimientos cuando entrevemos la esperanza de entrar con él en la Jerusalén del cielo.
® En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo, el Señor, en Jerusalén para consumar su Misterio pascual. Por esta razón, en todas las misas se hace memoria de la entrada del Señor en la ciudad santa; esta memoria se hace o bien por la procesión o entrada solemne antes de la misa principal, o bien por la entrada simple antes de las restantes misas. La entrada solemne, no así la procesión, puede repetirse antes de aquellas misas que se celebran con gran asistencia de fieles. Cuando no se pueda hacer ni la procesión ni la entrada solemne, es conveniente que se haga una celebración de la palabra de Dios con relación a la entrada mesiánica y a la pasión del Señor, ya sea el sábado al atardecer, ya sea el domingo a la hora más oportuna.
® Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio dominical. No se dice Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 14 de abril, pág. 255.
Celebración penitencial: Es muy conveniente que el tiempo de la Cuaresma termine, tanto para cada uno de los fieles como para toda la comunidad cristiana, con alguna celebración penitencial que prepare a una más plena participación en el Misterio pascual (Carta circular sobre las fiestas pascuales, n. 37).
RITOS INICIALES
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, cuando nuestro Señor Jesucristo, como indica la profecía de Zacarías, entró en Jerusalén sentado sobre un pollino de borrica, y a su encuentro salió la multitud con ramos de olivos (elog. del Martirologio Romano).
Misa del Domingo (rojo).
MISAL: ants. y oracs. props., sin Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV.
LECC.: vol. I (C).
Procesión:
- Lc 19, 28-40. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Misa:
- Is 50, 4-7. No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado.
- Sal 21. R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
- Flp 2, 6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
- Lc 22, 14 — 23, 56. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Jesús decide cómo quiere entrar en Jerusalén, como un Mesías humilde y pacífico, defensor de los pobres y desvalidos, de aquellos que no tienen «rey» que los defienda. Tal como había profetizado Zacarías. En las horas de la pasión se muestra como el siervo de Dios entregado y pacíficamente sufriente de Isaías. Y en la cruz, se expresa como el siervo sufriente del salmo que clama con una infinita confianza a Dios Padre que guarda silencio, a su Abba de Getsemaní. Acompañando a Jesús en su pasión comprendemos que Dios está presente en medio de nuestros sufrimientos cuando entrevemos la esperanza de entrar con él en la Jerusalén del cielo.
® En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo, el Señor, en Jerusalén para consumar su Misterio pascual. Por esta razón, en todas las misas se hace memoria de la entrada del Señor en la ciudad santa; esta memoria se hace o bien por la procesión o entrada solemne antes de la misa principal, o bien por la entrada simple antes de las restantes misas. La entrada solemne, no así la procesión, puede repetirse antes de aquellas misas que se celebran con gran asistencia de fieles. Cuando no se pueda hacer ni la procesión ni la entrada solemne, es conveniente que se haga una celebración de la palabra de Dios con relación a la entrada mesiánica y a la pasión del Señor, ya sea el sábado al atardecer, ya sea el domingo a la hora más oportuna.
® Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio dominical. No se dice Te Deum. Comp. Dom. II.
Martirologio: elogs. del 14 de abril, pág. 255.
Celebración penitencial: Es muy conveniente que el tiempo de la Cuaresma termine, tanto para cada uno de los fieles como para toda la comunidad cristiana, con alguna celebración penitencial que prepare a una más plena participación en el Misterio pascual (Carta circular sobre las fiestas pascuales, n. 37).
SEMANA SANTA
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
1. En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo, el Señor, en Jerusalén para consumar su Misterio pascual. Por esta razón, en todas las misas se hace memoria de la entrada del Señor en la ciudad santa; esta memoria se hace o bien por la procesión o entrada solemne antes de la misa principal, o bien por la entrada simple antes de las restantes misas. La entrada solemne, no así la procesión, puede repetirse antes de aquellas misas que se celebran con gran asistencia de fieles.
Cuando no se pueda hacer ni la procesión ni la entrada solemne, es conveniente que se haga una celebración de la palabra de Dios con relación a la entrada mesiánica y a la pasión del Señor, ya sea el sábado al atardecer, ya sea el domingo a la hora más oportuna.
Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén
PROCESIÓN
Forma primera: Procesión
2. A la hora señalada se reúnen todos en una iglesia menor o en otro lugar apto fuera de la iglesia a la que se va a ir en procesión. Los fieles tienen en sus manos los ramos.
3. El sacerdote y el diácono, revestidos con las vestiduras rojas que se requieren para la celebración de la misa, se dirigen al lugar donde se ha congregado el pueblo. El sacerdote, en lugar de casulla, puede llevar capa pluvial, que se quitará una vez acabada la procesión.
4. Mientras los ministros llegan al lugar de la reunión, se canta la siguiente antífona u otro canto apropiado:
Antífona Cf. Mt 21, 9
Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.
5. El sacerdote y el pueblo se signan, mientras el sacerdote dice: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Después saluda al pueblo como de costumbre, y hace una breve monición, en la que invita a los fieles a participar activa y conscientemente en la celebración de este día, con estas palabras u otras semejantes:
Queridos hermanos: Ya desde el principio de la Cuaresma nos venimos preparando con obras de penitencia y caridad. Hoy nos disponemos a inaugurar, en comunión con toda la Iglesia, la celebración anual del Misterio pascual de la pasión y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo quien, para llevarlo a cabo, hizo la entrada en la ciudad santa de Jerusalén.
Por este motivo, recordando con fe y devoción esta entrada salvadora, acompañemos al Señor para que, participando de su cruz por la gracia, merezcamos un día tener parte en su resurrección y vida.
6. Después de la monición, el sacerdote dice una de las siguientes oraciones, con las manos juntas:
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu + bendición estos ramos, y, a cuantos vamos a acompañar a Cristo Rey aclamándolo con cantos, concédenos, por medio de él, entrar en la Jerusalén del cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
O bien:
Aumenta, oh Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha las plegarias de los que te invocan, para que, al levantar hoy los ramos en honor de Cristo vencedor, seamos portadores, apoyados en él, del fruto de las buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
A continuación asperja con agua bendita los ramos sin decir nada.
7. Seguidamente, el diácono, o en su defecto, el sacerdote proclama, en la forma habitual, el evangelio de la entrada del Señor, según uno de los cuatro Evangelios. puede utilizarse incienso, si se juzga oportuno.
Bendito el que viene en nombre del Señor
✠
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 28-40
EN AQUEL TIEMPO, Jesús caminaba delante de sus discípulos, subiendo hacia Jerusalén.
Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles:
«Id a la aldea de enfrente; al entrar en ella, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado nunca. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: “¿Por qué lo desatáis?”, le diréis así: “El Señor lo necesita”».
Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el pollino, los dueños les dijeron:
«¿Por qué desatáis el pollino?».
Ellos dijeron:
«El Señor lo necesita».
Se lo llevaron a Jesús y, después de poner sus mantos sobre el pollino, ayudaron a Jesús a montar sobre él.
Mientras él iba avanzando, extendían sus mantos por el camino. Y, cuando se acercaba ya a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto, diciendo:
«¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas».
Algunos fariseos de entre la gente le dijeron:
«Maestro, reprende a tus discípulos».
Y respondiendo, dijo:
«Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras».
Palabra del Señor.
8. Después del evangelio, se puede hacer una breve homilía. Antes de comenzar la procesión, el sacerdote, el diácono o un ministro laico, dice con estas u otras palabras:
Queridos hermanos, imitemos a la muchedumbre que aclamaba a Jesús, y vayamos en paz.
O bien:
Vayamos en paz.
En este caso todos responden:
En el nombre de Cristo. Amén.
9. Y comienza la procesión hacia la iglesia donde se va a celebrar la misa. Si se emplea el incienso, va delante el turiferario con el incensario humeante, seguidamente el acólito u otro ministro que porta la cruz adornada con ramos o palmas según las costumbres del lugar, en medio de dos ministros con velas encendidas. A continuación, el diácono llevando el libro de los Evangelios, el sacerdote con los ministros y, detrás de ellos, los fieles, que llevan los ramos en las manos.
Durante la procesión, los cantores, junto con el pueblo, cantan los siguientes cantos u otros apropiados en honor de Cristo Rey:
Antífona 1
Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, aclamando: Hosanna en el cielo.
Esta antífona se puede repetir entre los versículos de este salmo.
Salmo 23
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares, / él la afianzó sobre los ríos. [R]
¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes /
y puro corazón, que no confía en los ídolos / ni jura contra el prójimo en falso. [R]
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Ésta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob. [R]
¡Portones!, alzad los dinteles, /
que se alcen las puertas eternales: va a entrar el Rey de la gloria. / ¿Quién ese Rey de la gloria? El Señor, héroe valeroso, / el Señor valeroso en la batalla. [R]
¡Portones!, alzad los dinteles, / que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo:
él es el Rey de la gloria. [R]
Antífona 2
Los niños hebreos extendían mantos por el camino y aclamaban: Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor.
Esta antífona se puede repetir entre los versículos de este salmo.
Salmo 46
Pueblos todos, batid palmas, /
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible, / emperador de toda la tierra. [R]
Él nos somete los pueblos / y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió por heredad suya: / gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones; / el Señor, al son de trompetas: [R]
tocad para Dios, tocad, / tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo: / tocad con maestría. [R]
Dios reina sobre las naciones, / Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, / y él es excelso. [R]
Himno a Cristo Rey
Pueblo:
¡Gloria, alabanza y honor!
¡Gritad Hosanna,
y haceos como los niños hebreos
al paso del Redentor!
¡Gloria y honor al que viene en el nombre del Señor!
Cantores:
1. Como Jerusalén con su traje festivo, vestida de palmeras, coronada de olivos, viene la cristiandad en son de romería a inaugurar tu Pascua con himnos de alegría. R.
2. Ibas como va el sol a un ocaso de gloria; cantaban ya tu muerte al cantar tu victoria; Pero tú eres el Rey, el Señor, el Dios Fuerte, la Vida que renace del fondo de la Muerte. R.
3. Tú, que amas a Israel y bendices sus cantos, complácete en nosotros, el pueblo de los santos; Dios de toda bondad que acoges en tu seno cuanto hay entre los hombres sencillamente bueno. R.
10. Al entrar la procesión en la iglesia se canta el siguiente responsorio u otro canto que haga alusión a la entrada del Señor:
V. Al entrar el Señor en la ciudad santa, los niños hebreos profetizaban la resurrección de Cristo, proclamando, con ramos de palmas: «Hosanna en el cielo».
R. Hosanna en el cielo.
V. Como el pueblo oyese que Jesús llegaba a Jerusalén, salió a su encuentro, proclamando con ramos de palmas: «Hosanna en el cielo».
R. Hosanna en el cielo.
11. El sacerdote, al llegar al altar, lo venera y, silo juzga oportuno, lo inciensa. Después va a la sede, se quita la capa pluvial si la ha usado, y se pone la casulla y, omitidos los demás ritos iniciales de la misa y, según la oportunidad, el Señor ten piedad, dice la oración colecta de la misa y continúa como de costumbre.
Forma segunda: Entrada solemne
12. Cuando no es posible hacer la procesión fuera de la iglesia, la entrada del Señor se celebra dentro de la iglesia, por medio de una entrada solemne antes de la misa principal.
13. Los fieles se reúnen o en la puerta de la iglesia o en la misma iglesia, teniendo los ramos en las manos. El sacerdote, los ministros y una representación de fieles se dirigen a un lugar apto de la iglesia, fuera del presbiterio, donde por la mayor parte de los fieles pueda ver el rito.
14. Mientras el sacerdote se dirige al lugar indicado, se canta la antífona: Hosanna u otro canto adecuado. En este lugar se bendicen los ramos y se proclama el evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, como se ha indicado más arriba (nn. 5-7). Después del evangelio, el sacerdote con los ministros y algunos fieles se dirigen al presbiterio por la iglesia; mientras tanto se canta el responsorio: Al entrar el Señor (n. 10), u otro canto apto.
15. Cuando ha llegado al altar, el sacerdote lo venera, después va a la sede, y, omitiendo los ritos iniciales de la misa y, según la oportunidad, el Señor ten piedad, dice la oración colecta. Después la misa continúa como de costumbre.
Forma tercera: Entrada simple
16. En las restantes misas de este domingo en las que no se hace la entrada solemne, se hace memoria de la entrada del Señor en Jerusalén como entrada simple.
17. Mientras el sacerdote se dirige al altar, se canta la antífona de entrada con el salmo (n. 18), u otro canto que haga alusión a la entrada del Señor. El sacerdote, llegado al altar, lo venera y se dirige a la sede. Después de hacer la señal de la cruz, saluda al pueblo y la misa prosigue como de costumbre.
En otras misas, en las que no es posible cantar una antífona de entrada, el sacerdote, inmediatamente después de llegar al altar y venerarlo, saluda al pueblo, lee la antífona de entrada y prosigue la misa como de costumbre.
18. Antífona de entrada Cf. Jn 12, 1. 12, 12-13; Sal 23, 9-10
Seis días antes de la solemnidad de la Pascua, cuando Jesús iba a la ciudad de Jerusalén, salieron a su encuentro los niños: en las manos tomaron ramos y aclamaban gritando:
Hosanna en las alturas:
Bendito tú que viniste
con abundante misericordia.
Portones, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria.
Hosanna en las alturas:
Bendito tú que viniste
con abundante misericordia.
MISA
19. Después de la procesión o de la entrada solemne, el sacerdote comienza la misa con la oración colecta.
20. Oración colecta
que hiciste que nuestro Salvador se encamase
y soportara la cruz para que imitemos su ejemplo de humildad,
concédenos, propicio, aprender las enseñanzas de la pasión
y participar de la resurrección gloriosa.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes ni salivazos.
El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 21,2a.8-9.17-18a.19-20.23-24)
hacen visajes, menean la cabeza:
«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
que lo libre si tanto lo quiere».
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.
Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
en medio de la asamblea te alabaré.
«Los que teméis al Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel».
Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
+ «Basta».
C. Y enseguida, estando todavía él hablando, cantó un gallo. El Señor, volviéndose, le echó una mirada a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho: «Antes de que cante hoy el gallo, me negarás tres veces».
Y, saliendo afuera, lloró amargamente.
C. Y levantándose toda la asamblea, lo llevaron a presencia de Pilato.
Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que le reclamaban (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su voluntad.
Todos se arrodillan, y se hace una pausa.
C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo:
✠
Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo soltar a Jesús, pero ellos seguían gritando:
C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo:
22. Después de la lectura de la historia de la Pasión téngase, oportunamente, una breve homilía. También puede observarse algún espacio de silencio.
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Plaza de San Pedro. XXXIV Jornada Mundial de la Juventud
Domingo, 14 de abril de 2019
Las aclamaciones de la entrada en Jerusalén y la humillación de Jesús. Los gritos de fiesta y el ensañamiento feroz. Este doble misterio acompaña cada año la entrada en la Semana Santa, en los dos momentos característicos de esta celebración: la procesión con las palmas y los ramos de olivo, al principio, y luego la lectura solemne de la narración de la Pasión.
Dejemos que esta acción animada por el Espíritu Santo nos envuelva, para obtener lo que hemos pedido en la oración: acompañar con fe a nuestro Salvador en su camino y tener siempre presente la gran enseñanza de su Pasión como modelo de vida y de victoria contra el espíritu del mal.
Jesús nos muestra cómo hemos de afrontar los momentos difíciles y las tentaciones más insidiosas, cultivando en nuestros corazones una paz que no es distanciamiento, no es impasividad o creerse un superhombre, sino que es un abandono confiado en el Padre y en su voluntad de salvación, de vida, de misericordia; y, en toda su misión, pasó por la tentación de “hacer su trabajo” decidiendo él el modo y desligándose de la obediencia al Padre. Desde el comienzo, en la lucha de los cuarenta días en el desierto, hasta el final en la Pasión, Jesús rechaza esta tentación mediante la confianza obediente en el Padre.
También hoy, en su entrada en Jerusalén, nos muestra el camino. Porque en ese evento el maligno, el Príncipe de este mundo, tenía una carta por jugar: la carta del triunfalismo, y el Señor respondió permaneciendo fiel a su camino, el camino de la humildad.
El triunfalismo trata de llegar a la meta mediante atajos, compromisos falsos. Busca subirse al carro del ganador. El triunfalismo vive de gestos y palabras que, sin embargo, no han pasado por el crisol de la cruz; se alimenta de la comparación con los demás, juzgándolos siempre como peores, con defectos, fracasados... Una forma sutil de triunfalismo es la mundanidad espiritual, que es el mayor peligro, la tentación más pérfida que amenaza a la Iglesia (De Lubac). Jesús destruyó el triunfalismo con su Pasión.
El Señor realmente compartió y se regocijó con el pueblo, con los jóvenes que gritaban su nombre aclamándolo como Rey y Mesías. Su corazón gozaba viendo el entusiasmo y la fiesta de los pobres de Israel. Hasta el punto que, a los fariseos que le pedían que reprochara a sus discípulos por sus escandalosas aclamaciones, él les respondió: «Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras» (Lc 19,40). Humildad no significa negar la realidad, y Jesús es realmente el Mesías, el Rey.
Pero al mismo tiempo, el corazón de Cristo está en otro camino, en el camino santo que solo él y el Padre conocen: el que va de la «condición de Dios» a la «condición de esclavo», el camino de la humillación en la obediencia «hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2,6-8). Él sabe que para lograr el verdadero triunfo debe dejar espacio a Dios; y para dejar espacio a Dios solo hay un modo: el despojarse, el vaciarse de sí mismo. Callar, rezar, humillarse. Con la cruz no se puede negociar, o se abraza o se rechaza. Y con su humillación, Jesús quiso abrirnos el camino de la fe y precedernos en él.
Tras él, la primera que lo ha recorrido fue su madre, María, la primera discípula. La Virgen y los santos han tenido que sufrir para caminar en la fe y en la voluntad de Dios. Ante los duros y dolorosos acontecimientos de la vida, responder con fe cuesta «una particular fatiga del corazón» (cf. S. Juan Pablo II, Carta enc. Redemptoris Mater, 17). Es la noche de la fe. Pero solo de esta noche despunta el alba de la resurrección. Al pie de la cruz, María volvió a pensar en las palabras con las que el Ángel le anunció a su Hijo: «Será grande [...]; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (Lc 1,32-33). En el Gólgota, María se enfrenta a la negación total de esa promesa: su Hijo agoniza sobre una cruz como un criminal. Así, el triunfalismo, destruido por la humillación de Jesús, fue igualmente destruido en el corazón de la Madre; ambos supieron callar.
Precedidos por María, innumerables santos y santas han seguido a Jesús por el camino de la humildad y la obediencia. Hoy, Jornada Mundial de la Juventud, quiero recordar a tantos santos y santas jóvenes, especialmente a aquellos “de la puerta de al lado”, que solo Dios conoce, y que a veces a él le gusta revelarnos por sorpresa. Queridos jóvenes, no os avergoncéis de mostrar vuestro entusiasmo por Jesús, de gritar que él vive, que es vuestra vida. Pero al mismo tiempo, no tengáis miedo de seguirlo por el camino de la cruz. Y cuando sintáis que os pide que renunciéis a vosotros mismos, que os despojéis de vuestras seguridades, que os confiéis por completo al Padre que está en los cielos, entonces alegraos y regocijaos. Estáis en el camino del Reino de Dios.
Aclamaciones de fiesta y furia feroz; el silencio de Jesús en su Pasión es impresionante. Vence también a la tentación de responder, de ser “mediático”. En los momentos de oscuridad y de gran tribulación hay que callar, tener el valor de callar, siempre que sea un callar manso y no rencoroso. La mansedumbre del silencio hará que parezcamos aún más débiles, más humillados, y entonces el demonio, animándose, saldrá a la luz. Será necesario resistirlo en silencio, “manteniendo la posición”, pero con la misma actitud que Jesús. Él sabe que la guerra es entre Dios y el Príncipe de este mundo, y que no se trata de poner la mano en la espada, sino de mantener la calma, firmes en la fe. Es la hora de Dios. Y en la hora en que Dios baja a la batalla, hay que dejarlo hacer. Nuestro puesto seguro estará bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Y mientras esperamos que el Señor venga y calme la tormenta (cf. Mc 4,37-41), con nuestro silencioso testimonio en oración, nos damos a nosotros mismos y a los demás razón de nuestra esperanza (cf. 1 P 3,15). Esto nos ayudará a vivir en la santa tensión entre la memoria de las promesas, la realidad del ensañamiento presente en la cruz y la esperanza de la resurrección.
Se dice el Credo y se hace la oración universal.
Oración de los fieles
Oremos a Dios Padre, que por nosotros entregó a su Hijo Jesús a la muerte y lo levantó sobre todo, como Mediador nuestro.
- Por la Iglesia, que sufre en sus miembros y se solidariza con el sufrimiento de toda la humanidad, para que sepa decir al abatido una palabra de aliento. Roguemos al Señor.
- Por la unidad de todos los cristianos, para que el sacrificio de Cristo nos reúna en la unidad a los hijos de Dios dispersos. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos, los moribundos y todos los que sufren, para que, participando del cáliz de la pasión, a semejanza de Cristo, tengan la firme esperanza de participar con El en su gloria. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, que nos disponemos a celebrar la Pascua del Señor Jesús, para que su muerte y resurrección se realicen en nuestra vida de cristianos. Roguemos al Señor.
que conmemora la pasión de Jesucristo, tu Hijo,
para que, siguiendo su ejemplo, cumpla siempre tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
se extienda sobre nosotros tu misericordia
y, aunque no la merecen nuestras obras,
que con la ayuda de tu compasión
podamos recibirla en este sacrificio único.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
24. Prefacio de la Pasión del Señor
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
y ser condenado injustamente en lugar de los malhechores.
De esta forma, al morir, borró nuestros delitos,
y, al resucitar, logró nuestra salvación.
aclamándote llenos de alegría:
25. Antífona de comunión Mt 26, 42
Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
26. Oración después de la comunión
que, así como nos has hecho esperar
lo que creemos por la muerte de tu Hijo,
podamos alcanzar, por su resurrección,
la plena posesión de lo que anhelamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
27. Oración sobre el pueblo
V. El Señor esté con vosotros. R.
V. Inclinaos para recibir la bendición.
por la que nuestro Señor Jesucristo no dudó
en entregarse a los verdugos y padecer el tormento de la cruz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
V. Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
R. Amén.
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