10 de diciembre - DOMINGO DE LA II SEMANA DE ADVIENTO (CICLO B)



  DOMINGO II SEMANA DE ADVIENTO (CICLO B)
  Oficio del Domingo de la Semana II, del Salterio
  (Liturgia de las Horas, Tomo IV: Oficio de Lecturas Laudes Tercia - 
 Sexta - Nona Vísperas - Completas)
 



PROGRAMA PARROQUIAL:
DOMINGO, 10 DE DICIEMBRE

PARROQUIA DEL CARMEN:

- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Adviento (a las 11.00 h.).

PARROQUIA DE LOS DOLORES:

- Eucaristía del Domingo de la II Semana de Adviento (a las 12.30 h.).



NOTICIAS DE ACTUALIDAD


Oración por Tierra Santa

Padre celestial, Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. Él ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. Él ha venido como Príncipe de la Paz.

Te damos gracias por todas las Iglesias y parroquias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.

Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abran a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.

Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.

Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.

Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.

Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.

Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.

Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.

 

(Oración de los responsables de las Iglesias en Jerusalén, en materiales de “Oración por la unidad de los cristianos 2011”)


Oramos por Tierra Santa sin olvidar a Ucrania y a otros tantos lugares de conflicto, sufrimiento y mal entre los pueblos y las familias











Portada

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Bautista, cambió la fe por las drogas y tocó fondo en prisión: entre rejas, Dios le mandó un mensaje
PERSONAJES Tras una juventud de traumas, encontró en la fe y la gracia «una paz que nunca había sentido»
La fe, un «antes y un después» para Carracedo, delantero del Córdoba CF: «Estad orgullosos de Dios»PERSONAJES Es el segundo parque temático más visitado de Europa, con un «hermano» en ToledoNicolas de Villiers, de Puy du Fou: «Parece que debamos pedir perdón por tener un pasado cristiano»MUNDO Figuras como el obispo Kukah y el arzobispo Kaigama marcan una rutaLa violencia se extiende en Nigeria, y no es sólo el yihadismo: ¿cómo se puede construir la paz?ESPAÑA El Observatorio de la Libertad Religiosa presenta su informe con los datos de 2022Los políticos encabezan los ataques a la libertad religiosa en España: el 75% son contra católicosMUNDO La comunidad, con mil miembros, pertenece al Vicariato de Santiago: 20 jóvenes están combatiendo«Que nuestros soldados no olviden el Evangelio»: así viven los católicos de habla hebrea en IsraelCIENCIA Y FE El presidente de EWTN España analiza su reciente y ya exitoso libro sobre Dios y la cienciaGonzález-Hurtado, en Creo TV: «Cuanta más ciencia, más Dios. El ateísmo es una religión en negativo»VIDA Y FAMILIA Propuso la puesta en marcha de convenios con los COF o de sellos de compromiso con el matrimonioMunilla llama a las empresas a aliarse en defensa de la familia: cuatro anuncios que lo ilustranCULTURA Una interesante producción del canal Adjema del padre Álvaro García de MovellánLas pruebas de que los cuatro Evangelios son fiables como fuente histórica sobre JesucristoNUEVA EVANGELIZACIÓN Javier Segura Zariquiegui participa en el XXV Congreso Católicos y Vida Pública7 claves para evangelizar a la generación Z: «Cuando presentas a alguien a Dios, hay una revolución»NUEVA EVANGELIZACIÓN Hablan los expertos de Francia, Inglaterra y de toda EspañaRenovar parroquias gracias a Inspira Barcelona: conoce el modelo de Lyon y el de Divine RenovationEUROPA Peggy Deleray nació en París y se preparó para actriz en la escuela de Dustin HoffmanPrometedora actriz, la fe de su madre al morir cambió todo... volvió a Dios y se hizo carmelita


SANTORAL DE HOY 

Elogio: Santa Eulalia, virgen y mártir, que, según se cuenta, en Mérida, población de Lusitania, siendo aún joven no dudó en ofrecer su vida por confesar a Cristo.

Patronazgos: Patrona de las parturientas, los viajeros, y protectora contra la disentería y la infelicidad.

Refieren a este santo: Santa Eulalia de Barcelona.

Oración

Oh Dios, fuente de todos los bienes, que para llevarnos a la confesión de tu nombre te has servido incluso del martirio de los niños, haz que tu Iglesia, alentada por el ejemplo de Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir, no tema sufrir por ti y desee ardientemente la gloria del premio eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

 

   San Mauro, mártir

En Roma, en el cementerio de Trasón, en la vía Salaria Nueva, san Mauro, mártir, a quien el papa san Dámaso celebra como un niño inocente, al que los tormentos no lograron apartar de la fe.

   San Gemelo, mártir

En Ancira, de Galacia, san Gemelo, mártir.

   San Gregorio III, papa   

En Roma, en la basílica de San Pedro, san Gregorio III, papa, que procuró la predicación del Evangelio a los germanos y, en contra de los iconoclastas de la Urbe, adornó las iglesias con sagradas imágenes.

   San Lucas de Insula, obispo   

En el monasterio de San Nicolás de Viotorito, en Calabria, san Lucas, obispo de Insula, que trabajó con insistencia en favor de los pobres y en la formación de los monjes.

   Santos Edmundo Gennings y Suintino Wells, mártires   

En Londres, en Inglaterra, santos mártires Edmundo Gennings, presbítero, y Suintino Wells, los cuales, en tiempo de la cruel persecución durante el reinado de Isabel I, fueron condenados a la pena capital, el primero por ser sacerdote, y el segundo por haberle hospedado, y los ahorcaron, colgados en la puerta de su casa, y martirizaron hasta la muerte.

   Santos Poliodoro Plasden y Eustacio White y beatos Brian Lacy, Juan Mason y Sidney Hogdson, mártires   

También en Londres, santos Poliodoro Plasden y Eustacio White, presbíteros, y también los beatos Brian Lacy, Juan Mason y Sidney Hogdson, todos ellos mártires, que en el mismo año sufrieron idéntico tormento en Tyburn, los primeros porque, siendo sacerdotes, habían entrado en Inglaterra, y los otros por haberles prestado ayuda.

   San Juan Roberts y beato Tomás Somers, presbíteros y mártires   

Igualmente en Tyburn, diecinueve años después, san Juan Roberts, de la Orden de San Benito, y beato Tomás Somers, presbíteros y mártires, que en tiempo del rey Jaime I, condenados a causa de su sacerdocio, fueron colgados en el patíbulo junto con dieciséis ladrones.

   Beato Marco Antonio Durando, presbítero y fundador   

En Turín, del Piamonte, en Italia, beato Marco Antonio Durando, presbítero de la Congregación de la Misión, que fundó las Hermanas de la Compañía de la Pasión de Jesús Nazareno, para cuidar enfermos y jóvenes abandonadas.

   Beato Arsenio de Trigolo, presbítero y fundador   

En Bérgamo, Italia, beato Arsenio de Trigolo, de nacimiento José Antonio Migliavacca, presbítero y religioso franciscano, fundador de las Hermanas de María Santísima Consoladora.

   Beato Gonzalo Viñes Masip, presbítero y mártir

En el pueblo llamado Vallés, de Valencia, en España, beato Gonzalo Viñes Masip, presbítero y mártir, el cual, en tiempo de persecución, libró un insigne combate por Cristo.

   Beatos Antonio Martín Hernández y Agustín García Calvo, religiosos mártires

En el Picadero de Paterna, en la misma región de Valencia, en España, beatos mártires Antonio Martín Hernández, presbítero, y Agustín García Calvo, religiosos de la Sociedad Salesiana, los cuales, en la misma persecución, por la fe de Cristo recibieron el vestido de la gloria.

   Beato Marcelino Martín Rubio, monje mártir 

En Santander, en el monasterio trapense de Viaceli, beato Marcelino Martín Rubio, novicio y mártir de la fe en la persecución religiosa durante la Guerra Civil.

   Beata María Emilia Riquelme Zayas, virgen y fundadora   

En Granada, España, beata María Emilia Riquelme Zayas, religiosa, fundadora de la Congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada.


LITURGIA DE HOY

Misa del Domingo (morado).

MISAL: ants. y oracs. props., sin Gl., Cr., Pf. I o III Adv. LECC.: vol. I (B).

- Is 40, 1-5. 9-11. Preparadle un camino al Señor.

- Sal 84. R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

- 2 Pe 3, 8-14. Esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva.

- Mc 1, 1-8. Enderezad los senderos del Señor.

El desierto de la primera lectura y del Evangelio no es un desierto de arena. Es el desierto en el que se encuentra la gente, son los desiertos interiores que provocaban una situación de desierto exterior. Era el desierto de la pérdida de la fe de tantos que se preguntaban dónde estaba el Dios que otras veces se había manifestado. Era el desierto de la idolatría, pues cuando se dejaba de creer en Dios se comenzaba a poner la confianza en cualquier cosa. En este desierto el profeta Isaías y Juan el Bautista abren un camino de parte de Dios y anuncian el consuelo y la salvación.

La segunda lectura nos invita a vivir esta salvación que nos ha llegado con Jesucristo, esta sabiduría celestial, trabajando por la justicia y siendo intachables e irreprochables.

- Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la misa exequial.

Liturgia de las Horas: oficio dominical. Te Deum. Comp. Dom. II.

Martirologio: elogs. del 11 de diciembre, pág. 714.


RITOS INICIALES

INTRODUCCIÓN
Jerusalén, que en la tradición cristiana, es la imagen de la Iglesia, es invitada por el profeta a alegrarse en el acoger la luz y la gloria de Dios, que obra paz, misericordia y justicia en medio de su pueblo. Para tener un corazón en fiesta, es necesario cubrirse con el manto de la justicia de Dios.
Juan anuncia que hay que prepararle un camino al Señor. La necesidad de la conversión es urgente, porque el Señor está a la puerta. Las quebradas de nuestro corazón deben ser emparejadas para que transite por él Aquel que viene. Lo que está torcido en nuestra vida tiene que ser enderezado, para que conozcamos la salvación que se manifiesta en Jesucristo.
En este tiempo de Adviento, estemos alertas a las invitaciones que nos hace el Señor. Este es un tiempo propicio de conversión. El Señor está dispuesto, Él ya viene, preparémonos.

Antífona de entrada Cf. Is 30, 19. 30 
Pueblo de Sion: el Señor vendrá a salvar a los pueblos y hará resonar la majestad de su voz con alegría en vuestro corazón.

No se dice Gloria.


Oración colecta
DIOS todopoderoso, rico en misericordia,
no permitas que,
cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo,
lo impidan los afanes terrenales,
para que, aprendiendo la sabiduría celestial,
podamos participar plenamente de su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo.


LITURGIA DE LA PALABRA  

PRIMERA LECTURA
Preparadle un camino al Señor
Lectura del libro de Isaías 40, 1-5. 9-11
«Consolad, consolad a mi pueblo, -dice vuestro Dios-; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y verán todos juntos - ha hablado la boca del Señor- »
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, reúne con su brazo los corderos y los lleva sobre el pecho; cuida él mismo a las ovejas que crían.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
V/.El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R/.

SEGUNDA LECTURA
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva

Lectura de la segunda carta del apóstol San Pedro 3, 8-14
Queridos hermanos:
No olvidéis una cosa, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día.
El Señor no retrasa su promesa, como piensan algunos, sino que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda sino que todos accedan a la conversión.
Pero el Día del Señor llegará como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán estrepitosamente, los elementos se disolverán abrasados y la tierra con cuantas obras hay en ella quedará al descubierto.
Puesto que todas estas cosas van a disolverse de este modo, ¡qué santa y piadosa debe ser vuestra conducta, mientras esperáis y apresuráis la llegada del Día de Dios!
Ese día los cielos se disolverán incendiados y los elementos se derretirán abrasados.
Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia.
Por eso, queridos míos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, intachables e irreprochables.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Allanad los senderos del Señor
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1,1-8
Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Como está escrito en el profeta Isaías:
-«Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino; una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”»; se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
- «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Palabra del Señor.

DOMINGO DE LA II SEMANA DE ADVIENTO (CICLO B)
Preparad el Camino del Señor:
Vemos todavía como trasfondo la última venida del Señor: Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡que santa y piadosa ha de ser nuestra vida! (2ª lectura).
En cambio en la Primera lectura leemos el poema maravilloso de la consolación: consolad, consolad a mi pueblo...
La certeza de que el Señor va a venir a salvarnos, es una auténtica consolación para el pueblo judío y lo es para nosotros. Cada uno en el tiempo en que nos toca vivir, sabemos que nuestro auxilio está en el Señor.
Lo que nos toca a cada uno es facilitarle el camino al Señor, para aprovechar su paso a través de la liturgia. El Señor pasa, se posa y te quiere poseer (Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia) Él llegara hasta donde nosotros le permitamos entrar...
La imagen de la primera lectura y del evangelio refleja una situación frecuente en Oriente. No había autopistas ni caminos fácilmente practicables y por esto, cuando iba a venir un personaje importante; un heraldo hacía un llamamiento especial para que la gente saliera a preparar el camino. Esta imagen lo mismo Isaías que Juan el Bautista la usan aplicándola a la llegada del Señor, en visión profética o en la inmediatez de su llegada.
¿Cómo podemos preparar el camino?
Leemos de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, en su libro Frutos de oración:
1.380. «Cuando un alma se pone en mis manos limpia de cosas, Yo le doy mi sabiduría, mi entender, mi expresar, mi amar y mi vida para que la viva y la dé; y entonces, a través de ella, obro maravillas». (12-9-1963)
En la vida espiritual lo más importante no es hacer sino dejar que el Señor actúe en el alma. Hay que quitar estorbos y Él hará su obra.
Vayamos a lo esencial. Logremos centrar nuestra atención en los grandes acontecimientos que se avecinan y no nos dejemos aturdir por lo que nos viene del mundo. Jesús se acerca, y que no nos pase como entonces:
627. No había lugar en la posada para ellos... no había posada en nuestro corazón para Jesús... [...]. (22-4-1975)
626. En el Portal, María, José, los ángeles, los pastores, en silencio, atónitos, adoran al Dios hecho hombre; en la ciudad, alocados en ruidos, los hombres corren a la perdición; ¡no saben de Dios!, [...]. (27-12-1959)
Aunque María tiene su puesto en la Liturgia en el cuarto domingo y el 8 de diciembre la veremos en su fiesta de la Inmaculada; invitémosla ya desde ahora a que nos ayude ella a preparar el camino para el encuentro con el Señor.

Se dice Credo.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oración sobre las ofrendas
QUE los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza
te conmuevan, Señor,
y al vernos desvalidos y sin méritos propios
acude, compasivo, en nuestra vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de Adviento
Las dos venidas de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Quien al venir por vez primera
en la humildad de nuestra carne,
realizó el plan de redención trazado desde antiguo
y nos abrió el camino de la salvación;
para que cuando venga de nuevo
en la majestad de su gloria,
revelando así la plenitud de su obra,
podamos recibir los bienes prometidos
que ahora, en vigilante espera,
confiamos alcanzar.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de comunión Bar 5, 5; 4, 36

En pie, Jerusalén, sube a la altura, contempla la alegría que Dios te envía.


Oración después de la comunión

SACIADOS con el alimento espiritual,
te pedimos, Señor,
que, por la participación en este sacramento,
nos enseñes a sopesar con sabiduría los bienes de la tierra
y amar intensamente los del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede usar la fórmula de bendición solemne (n. 1).

Pensamientos para el Evangelio de hoy

«Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Esta venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo» (San Bernardo).

«Uno de los rasgos característicos de Dios es que es el “Dios-que-viene”. No es un Dios que está en el cielo, desinteresándose de nosotros y de nuestra historia, sino que es el “Dios-que-viene”. Es un Padre que nunca deja de pensar en nosotros» (Benedicto XVI).

«Con Juan Bautista, el Espíritu Santo, inaugura, prefigurándolo, lo que realizará con y en Cristo: volver a dar al hombre la “semejanza” divina. El bautismo de Juan era para el arrepentimiento, el del agua y del Espíritu será un nuevo nacimiento» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 720).


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