PROGRAMA PARROQUIAL:JUEVES, 25 DE MAYOPARROQUIA DEL CARMEN:
- Rezo del Santo Rosario (18.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la VII Semana de Pascua (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
- Rezo del Santo Rosario (19.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la VII Semana de Pascua (a las 20.00 h.).
PARROQUIA DEL CARMEN:
- Rezo del Santo Rosario (18.30 h.) y Eucaristía del Jueves de la VII Semana de Pascua (a las 19.00 h.).
PARROQUIA DE LOS DOLORES:
NUEVA SECCIÓN:
NUEVA SECCIÓN:
Las cartas del Padre Pio (para cada día):
Las cartas del Padre Pio (para cada día):
SANTORAL DE HOY
San Canión de Atela, obispo y mártir
En Atela, en la Campania, san Canión, obispo y mártir. († s. III/IV)
San Dionisio de Milán, obispo y mártir
En Milán, de la Lombardía, conmemoración de san Dionisio, obispo, el cual, habiendo sido desterrado a Armenia por el emperador arriano Constancio a causa de su fe católica, murió allí, por lo que mereció el título propio de los mártires. († c. 361)
San Zenobio de Florencia, obispo
En Florencia, de la Toscana, san Zenobio, obispo. († s. IV/V)
San León, abad
En el cenobio de Mantenay-sur-Seine, junto a Troyes, en la Galia, san León, abad. († s. VII)
San Aldelmo de Sherborne, obispo
En Inglaterra, san Aldelmo, obispo, varón célebre por su doctrina y escritos, que había sido abad de Malmesbury y después fue nombrado primer obispo de Sherborne, entre los sajones occidentales. († 709)
San Genadio de Astorga, monje y obispo
En Peñalba, en la región de Astorga, en el reino hispánico de León, san Genadio, obispo, primero abad y después obispo del mismo lugar. Prestó su consejo a los reyes, pero, movido por el deseo del claustro, renunció a la dignidad episcopal para pasar el resto de su vida como monje y eremita. († c. 925)
Beato Gerardo Mecatti, eremita
En Villamagna, cerca de Florencia, en Toscana, conmemoración del beato Gerardo Mecatti, quien, siguiendo las huellas de san Francisco, distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró a un lugar desierto, donde, por amor de Cristo, se dedicó a acoger a peregrinos y a ayudar a enfermos. († c. 1245)
Beato Gerio, eremita
Cerca de Montesanto, en el Piceno, tránsito del beato Gerio, que, habiendo sido antes conde de Lunel, llevó vida de ermitaño y murió en el transcurso de una santa peregrinación. († c. 1270)
Beato Jacobo Felipe Bertoni, religioso presbítero
En Faenza, en Flaminia, beato Jacobo Felipe (Andrés) Bertoni, presbítero de la Orden de los Siervos de María, insigne por el don de las lágrimas y su extraordinaria humildad. († 1483)
San Pedro Doan Van Van, catequista mártir
En Tonquín, san Pedro Doan Van Van, mártir, que, siendo catequista y administrador de la parroquia de Bau No, en tiempo del emperador Tu Duc, ya octogenario, confirmó con su sangre la perseverancia en la fe. († 1857)
Santa Magdalena Sofía Barat, virgen y fundadora
En París, en Francia, santa Magdalena Sofía Barat, virgen, que fundó la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús y trabajó con gran entrega por la formación cristiana de las jóvenes. († 1865)
San Dionisio Ssebuggwawo, mártir
En el lugar de Munyonyo, en Uganda, san Dionisio Ssebuggwawo, mártir, el cual, a los dieciséis años de edad, al reconocer ante el rey Mwanga que había enseñado los rudimentos de la fe cristiana a dos personas de su corte, fue traspasado con una lanza por el mismo soberano. († 1886)
Santos Cristóbal Magallanes Jara y Agustin Caloca Cortés, presbíteros y mártires
En la ciudad de Catatlán, en el territorio de Guadalajara en México, santos Cristóbal Magallanes Jara y Agustin Caloca Cortés, presbíteros y mártires, que durante la persecución mexicana, confiando valerosamente en Cristo Rey, obtuvieron la corona del martirio. († 1927)
Beato Nicolás Cehelskij, presbítero y mártir
En el campo de concentración de la ciudad de Javas, en Moldavia, beato Nicolás Cehelskij, presbítero y mártir, el cual, bajo un régimen perseguidor de la religión, superó con la fuerza de su fe los tormentos del martirio. († 1951)
LITURGIA DE HOY
san Gregorio 1.ª orac. prop. y el resto del común de pastores (para un papa), o de la feria; / para la memoria de santa Mª. M. de Pazzi 1.ª orac. prop. y el resto del común de vírgenes (para una virgen) o de santos (para religiosos), o de la feria; Pf. Pasc. o de la memoria.
- Sal 15. R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
- Jn 17, 20-26. ¡Que sean completamente uno!
RR. del Sagrado Corazón: Santa Magdalena Sofía Barat, virgen (S).
Carmelitas: Santa María Magdalena de Pazzi, virgen (F). Carmelitas Descalzos: (MO).
Benedictinos, O. Cist. y OCSO: San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia (MO).
Canónigos Regulares de Letrán y Orden Premonstratense: San Gregorio VII, papa (MO).
Marianistas: María Auxiliadora (MO).
Bilbao: Santa Vicenta María López Vicuña, virgen, o san Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia, o san Gregorio VII, papa, o santa María Magdalena de Pazzi, virgen (ML).
RITOS INICIALES
RITOS INICIALES
Comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno. Aleluya.
Oración colecta
TE SUPLICAMOS, Señor,
que tu Espíritu infunda con tal fuerza sus dones en nosotros,
que nos conceda un corazón que te agrade
y, propicio, nos haga conformes a tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles Hch 22, 30; 23, 6-11
EN AQUELLOS DÍAS, queriendo el tribuno conocer con certeza los motivos por los que los judíos acusaban a Pablo, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno y, bajando a Pablo, lo presentó ante ellos.
Pablo sabía que una parte eran fariseos y otra saduceos y gritó en el Sanedrín:
«Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, se me está juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos».
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección ni ángeles ni espíritus, mientras que los fariseos admiten ambas cosas). Se armó un gran griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando:
«No encontramos nada malo en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?».
El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel.
La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo:
«¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma».
Palabra de Dios.
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
O bien:
R/. Aleluya.
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano. R/.
V/. Bendeciré al Señor que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.
V/. Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.
V/. Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.
«No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo Ies he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
Palabra del Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración sobre las ofrendasTE PEDIMOS, Señor,
que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual
y nos transformes en oblación perenne.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para después de la Ascensión
En la espera de la venida del Espíritu Santo
Este prefacio se dice en los días que siguen a la Ascensión hasta el sábado antes del domingo de Pentecostés.
En verdad es justo y necesario,
que todas las criaturas, en el cielo y en la tierra,
se unan en tu alabanza,
Dios todopoderoso y eterno,
por Jesucristo, tu Hijo,
Señor del Universo.
El cual,
habiendo entrado una vez para siempre
en el santuario del cielo,
ahora intercede por nosotros,
como mediador que asegura
la perenne efusión del Espíritu.
Pastor y obispo de nuestras almas,
nos invita a la plegaria unánime,
a ejemplo de María y los Apóstoles,
en la espera de un nuevo Pentecostés.
Por este misterio de santificación y de amor,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo....
TE PEDIMOS, Señor,
que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual
y nos transformes en oblación perenne.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En la espera de la venida del Espíritu Santo
Este prefacio se dice en los días que siguen a la Ascensión hasta el sábado antes del domingo de Pentecostés.
En verdad es justo y necesario,
que todas las criaturas, en el cielo y en la tierra,
se unan en tu alabanza,
Dios todopoderoso y eterno,
por Jesucristo, tu Hijo,
Señor del Universo.
El cual,
habiendo entrado una vez para siempre
en el santuario del cielo,
ahora intercede por nosotros,
como mediador que asegura
la perenne efusión del Espíritu.
Pastor y obispo de nuestras almas,
nos invita a la plegaria unánime,
a ejemplo de María y los Apóstoles,
en la espera de un nuevo Pentecostés.
Por este misterio de santificación y de amor,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo....
Oración después de la comunión
nos colme siempre de tu gracia, Señor,
y, al purificarnos con su fuerza,
nos haga cada vez más dignos de este gran regalo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Noto cómo vuestros sentimientos se elevan junto con los míos hacia las cosas celestiales. Hemos pasado un buen rato disfrutando de una luz común, nos hemos llenado de gozo y alegría; pero, aunque nos separemos ahora unos de otros, procuremos no separarnos de Él» (San Agustín).
«La fidelidad hasta la muerte de los mártires, la proclamación del Evangelio a todos, tienen su raíz en el amor de Dios y en el testimonio que hemos de dar de este amor en nuestra vida diaria» (Francisco).
«(…) Cristo mismo rogó en la hora de su Pasión, y no cesa de rogar al Padre por la unidad de sus discípulos: ‘Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos sean también uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado’ (Jn 17,21). El deseo de volver a encontrar la unidad de todos los cristianos es un don de Cristo y un llamamiento del Espíritu Santo» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 820).
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«Noto cómo vuestros sentimientos se elevan junto con los míos hacia las cosas celestiales. Hemos pasado un buen rato disfrutando de una luz común, nos hemos llenado de gozo y alegría; pero, aunque nos separemos ahora unos de otros, procuremos no separarnos de Él» (San Agustín).
«La fidelidad hasta la muerte de los mártires, la proclamación del Evangelio a todos, tienen su raíz en el amor de Dios y en el testimonio que hemos de dar de este amor en nuestra vida diaria» (Francisco).
«(…) Cristo mismo rogó en la hora de su Pasión, y no cesa de rogar al Padre por la unidad de sus discípulos: ‘Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos sean también uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado’ (Jn 17,21). El deseo de volver a encontrar la unidad de todos los cristianos es un don de Cristo y un llamamiento del Espíritu Santo» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 820).
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